-Podríamos fingir que estamos juntos-Dijo el más alto con una sonrisa.
-Eso es estúpido.
-No, no lo es, fingiremos un épico romance, lleno clichés, como en los mangas, entonces nos dejaran en paz ¿trato?
-Trato.
Historia chicoxchico, si no disfruta...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando eres criado por tus hermanos mayores tienes que saber adaptarte. Si tu hermanos tuvo que estudiar para un examen importante la noche anterior tu eres el que debe despertarlo, hacerle algo de comer si era posible.
Si uno de ellos no podía recogerte en la escuela debías regresar solo. Saber el camino e intentar comprar algo de comer si es que ellos no llegaban. Y eso no estaba mal, y lo sabias por que ellos también tenían una vida.
Si ellos no tenían tiempo para ti debías aceptarlo, por que Shoto a una edad muy temprana aprendió que jamás sería la prioridad de nadie. No por qué Fuyumi o Touya no lo quisieran. Simplemente que ellos tenían vidas. Separadas a él. Y no se quedarían a cuidar de él para siempre. Sus hermanos no podían parar su vida por el. Y aunque le costó tiempo entenderlo, lo hizo.
Lo aprendió a los 12 años cuando ambos se fueron y lo reafirmo los años siguientes cuando no pasó Navidad con ellos. Alguna vez había visto una frase. "tener un padre maestro es saber que siempre se preocupara por los hijos de otra persona". Cosa que pudo confirmar cuando Fuyumi faltó a una de sus presentaciones por que uno de sus alumnos se sentía mal y tuvo que llevarlo al hospital. El deseaba ver a su hermana ahí. Ya que no tenía mamá ella era como la suya.
Fuyumi no era mala persona, no era mala hermana, sabía que ella estaba arrepentida, pero eso no quitaba el hecho de que deseara que ella se hubiese presentado. Era su primer protagonico. Era su gran noche. Y aunque odiase admitirlo. Enji si fue. Enji estuvo ahí. Quizá se quejo de sus malas posturas en algunas partes de la presentación, pero pudo ver esa pequeña sonrisa en su rostro. Sonrisa que se negó a si mismo era sincera por años.
Había crecido una vez que conoció a Hanta. Había madurado. Ya no sentía rencor hacia su padre. Y por primera vez en años pudo darle un abrazo. Un gran y fuerte abrazo en el que ambos lloraron y se pidieron perdón. Ambos lo necesitaban. Ambos necesitaban perdonar al otro para poder perdonarse a ellos mismos.
Shoto necesitaba perdonarse, decirse que su existencia no era nada malo. Y Enji necesitaba perdonarse por todo el daño que había causado, para así poder sanar el daño que el llevaba sobre sus hombros desde hace más de 20 años. Ese dolor punzante que se situó en su pecho cuando se caso con Rei.
Y también para poder estar feliz por sus hijos. Por que estaban samos, por que egsabna bien por que ellos eran esa pequeña parte de él que no etsbaa jodida por completo. Ellos eran lo mejor de él. Ellos eran lo mejor que le había pasado.
Era marzo. Habían pasado dos meses más en su vida, y próximamente entraría a la universidad. Shoto por fin se graduaria, después de largos años en la escuela preparatoria al fin habían terminado. No había mas, y eso de cierta manera lo hacía feliz.
Al principio era aterrador. Pensar que jamás pasaras por la adolescencia y las salidas y la diversión otra vez. Los años de cambiar, los años de reír, los pocos años de inocencia se "arruinarían" por la adultez. Pero eso significa a un montón de cosas nuevas también. Por que el cambio no es malo.