-Podríamos fingir que estamos juntos-Dijo el más alto con una sonrisa.
-Eso es estúpido.
-No, no lo es, fingiremos un épico romance, lleno clichés, como en los mangas, entonces nos dejaran en paz ¿trato?
-Trato.
Historia chicoxchico, si no disfruta...
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Muchas personas jamás podrían entender el dolor que dejaba perder a una madre. Nadie podía comprenderlo por qué era algo difícil de comprender.
Por qué las risas se acaban, por que los abrazos paran, por que los buenos días ya no se escuchan. Por que te quedas solo.
Cuando Rei Todoroki murió el mundo del baile perdió a una brillante bailarina. A una artista, una mujer increíble. Solo que había un detalle y es que ella siempre estuvo muerta.
Nunca sintió amor de verdad, solo cariño que intentaba demostrar de vez en cuando. Rei Todoroki no era amorosa. No era sonriente, no era amable, no era brillante, no era espectacular. No lo era. Algo que los hijos mayores del matrimonio Todoroki sabían. Algo con lo que ambos tenían que vivir por que al menos ellos tenían una madre.
Ellos crecieron con una madre que no se levantaba a hacer el desayuno o dejarlos en la escuela. Con 4 y 5 años ellos iban solos a la escuela o hasta que su padre los llevara.
Enji Todoroki no era particularmente amoroso. O amable, o agradable o atento. Pero el supo amar a sus dos pequeños hijos. El supo darles amor y jugar con ellos, al menos hasta que cada uno cumplió los 5 años.
Rei estaba muerta y se llevo al joven Enji con ella.
Por qué Enji amaba, el sabía amar, el podía hacerlo. Solo que la paciencia y el amor por Rei hizo que alejara a sus hijos. A sus amigos, a su verdadera persona. El quería ser un buen padre, solo que estaba enojado. Y Fuyumi podía entender eso, ella había heredado ese carácter.
Fuyumi era suave, amable, amorosa, cariñosa, ella era así, pero se alejaba cuando no se sentía bien y desquitaba su enojo con todos. Solo que ella aprendió a controlarlo. Y su padre se dejó consumir por la furia.
Natsuo y Shoto conocieron a un padre abusivo. Que les gritaba cada que hacían algo mal. Cada que cometían un error, los presionaba, por que ellos no eran suficientes. No eran suficientemente fuertes, no eran los mejores, no eran lo suficientemente perfectos.
Shoto no era perfecto.
Y una parte de Rei vivía en Shoto. Así que si él no era igual a su madre entonces no tenía sentido que estuviera viviendo, no valía la pena, no tenía un propósito. Por que si el pequeño Shoto no lograba ser igual de buen bailarin que su madre el no valía nada.
No lo hacía, no importaba cuanto se esforzara. Por que si tienes que esforzarte entonces algo estas haciendo mal. Decía Enji mientras lo veía dar piruetas y saltos en su propio estudio de baile.
