Capítulo 14

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Hola, hola, este se supone que sería la continuación del capítulo anterior, pero no JA. okay, es broma. Este es un especial de la noche loca de Touya con Tomura y Keigo. Quería escribir de ellos así que aquí estamos ¡Disfruten!

 Quería escribir de ellos así que aquí estamos ¡Disfruten!

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Capítulo 14.
Una noche loca

Ser modelo en Nueva York había traído muchas cosas a su vida. Por ejemplo algo de fama, trabajo, diversión, espacio. Algún día volvería definitivamente, se divirtió como nunca en ese lugar, y aunque hubiese ido por su hermano principalmente, no significaba que no exploro en su propio terreno.

Pero más que nada había traído sexo. Demasiado sexo, con hombres y mujeres, más con hombres la verdad. Le gustaba hacerlo con chicas, oírlas delirar de placer por las atenciones y verlas a veces en sexy lencería, pero ser dominado por alguien más, una figura masculina, era demasiado excitante. Era imposible no ceder ante eso. Imposible no querer probar "el fruto prohibido" como su padre solía llamarle a las relaciones entre hombres, sexuales y románticas.

Aunque probó muchas cosas, entre ellos ser azotado, amarrado, usado y degradado, jamás había tenido un trío. Si se lo había planteado pero no lo sentía necesario. Y no es que la oportunidad no se le presentará. Le habían ofrecido ser parte de varias orgias, parecía tentador, le encantaba la atención, solo que no se creía lo suficientemente capaz. Así que lo dejo pasar. Al menos hasta que su gran regreso a Japón pasó. Vaya que fue uno grande.

Había ganado bastante reconocimiento en su estadía en la Gran manzana, empezando a tener entrevistas, trabajos, campañas, desfiles importantes y varias marcas que querían patrocinarlo. Decían que tenía unos ojos hipnotizantes y el talento para hacer eso, aunque seguro sólo era para que firmará algún contrato. Al final cerró un contrato con una agencia de modelos en Tokio. No era la más famosa, pero empezaba a impulsarse, quizá fracasará, quizá no, lo que sabía era que los diseñadores para los que hacían trabajos tenían piezas únicas, poco comerciales, eso era arte. Quería ser parte de eso.

Ahí es donde conoció a Shimura Tenko, que se hacía llamar por Shigaraki Tomura, y Keigo Takami. Su perdición. Dos chicos tan diferentes que lo tenían de rodillas por igual.

Keigo Takami era modelo también. Lindo, agradable, bromista, relajado. Risueño. No era tan alto como el, pero no pasaba de solo unos centímetros, rubio, cabello corto, ojos ámbar, un cuerpo pequeño pero musculoso, curvas no tan femeninas pero perfectas para modelar la ropa más bonita, por que el era un chico bonito. Ojos almendrados, afilados y seguros.

Tomura Shigaraki era frío, misterioso, antipático. Más alto que el, más imponente, ese tipo de chico que era desalineado, pero sexy, a comparación de Keigo su cabello caía por sus hombros, teñido de azul celeste. Sus ojos eran rojizos y brillantes, siempre enfocados en su objetivo, siempre atentos a la siguiente perfecta toma. Un fotógrafo talentoso y bueno en su trabajo.

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