—Tienes que estar de coña.
El coche aparcó enfrente de un lujoso edificio rodeado de un lujoso jardín con lujosos coches de los que bajaban gente con lujosos ropas. Todo un lujo.
—No te quejes, encima que te traigo a cenar.
—Tú lo que quieres es que pase vergüenza.
—También —sonrió con burla.
Me obligó a bajar y le dio las llaves del coche a un hombre, que nos miraba como si tuviéramos dos cabezas, para que lo aparcara.
Al entrar la recepcionista nos miró con los ojos bien abiertos de asombro, pero cambiaron a unos de admiración cuando se posaron sobre mi acompañante. El cabrón estaba bueno incluso cuando se suponía que debía de estar hecho un desastre.
Al ver la sonrisa coqueta que le dio la chica y cómo él se la devolvía sentí que algo por dentro me quemaba. La chica era guapa, de ojos azules y pelo negro con mechas del mismo color que sus ojos, y que de inmediato quise arrancar y hacerme una peluca con ellas.
—Una mesa para dos —pidió Zack.
Esperé a que lo pidiera por favor, pero no lo hizo. Fue un poco aliviador saber que conmigo no era con la única persona que era un maleducado.
—Sígame.
Nos llevó hasta el comedor y al cruzar la entrada todas las miradas cayeron sobre nosotros. No me extrañaba, desentonábamos mucho con esa gente tan arreglada y elegante; yo parecía otra persona completamente distinta con esas pintas.
—¿Qué le puedo ofrecer? —la camarera volvió a sonreír a Zack y me dieron unas ganas tremendas de borrarla esa sonrisa de un puñetazo.
—¿Tienes cosas ricas por aquí? —preguntó él, mirándola seductoramente.
—Tendrá que probarlo usted mismo para saber si le gusta, pero estoy segura de que saldrá totalmente satisfecho si me deja recomendarle algo.
La mandíbula me tocaba el suelo. ¿¡Estaban tonteando delante de mí!?
—Estoy seguro… —me miró de reojo— ¿Me ofrecería algo que me complazca tanto como para querer repetir?
—Me aseguraré de ello.
—Mhm… No estoy muy seguro de qué pedir, ¿tú que quieres Addison? —me miró, riéndose de mi cara.
La chica pareció recordar que existía y se giró hacia mí con aburrimiento.
—Puedo recomendarla una hamburguesa —me miró de arriba abajo.
¿Qué acaba de decir?
—¿Insinúas algo? —la miré, retándola a repetirlo.
—Solo pienso que comer un poco mas no te vendría mal.
Sentí que mi pecho se oprimió. Todas esas dietas, las comidas que me saltaba, las veces que vomitaba y todo el ejercicio que hacía parecieron dejar de tener sentido. Me sentí mal, pero enseguida hice a un lado esa sensación.
—Pues para tu mala suerte no me importa lo que pienses, ¿pero sabes qué? Creo que te voy a hacer caso y pedirme esa hamburguesa. ¿Tú qué quieres Zack?
Pareció despertar de su trance y dejó de mirarme para observar a la chica.
—Lo mismo que ella.
Estuvo a punto de irse de mala gana, pero la detuve.
—Quiero mi hamburguesa sin pepinillos y con extra de Ketchup, y trae champagne también.
Me lanzó una mirada envenenada y se fue. Zack me miraba sin comprender nada.
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Resiliente [Trilogía Ramé #1]
RomanceAddison Carter tiene lo que se consideraría una vida perfecta. Lo tiene todo, incluso un oscuro secreto. Una rosa. Una flor que atrae por su belleza, su aparente bondad y pureza. Incita a arrancarla para poseerla, pero en cuanto la tocas te hiere co...