Sentada en la misma pradera que estuve con Liam, y con Princesa al lado, contemplaba el atardecer. Prácticamente me había quedado todo el día aquí y no había comido en todo el día, pero eso es lo que menos me importaba.
Han cambiado mucho las cosas y demasiado rápido. Mañana será mi cumpleaños, el día en que, en teoría, hubiera salido del orfanato y me hubiera ido a vivir mi vida, pero claro, llegó el estúpido de Liam y jodio todos mis planes. Por una parte me alegra, porque realmente le quiero y me gusta vivir con él, pero hay demasiados secretos ocultos en él.
Después de repasar todo lo ocurrido, monté en Princesa y vuelví al establo. Quito la silla de encima de ella y la cepillo. Cuando ya estaba todo listo, abandoné el establo y volví a la parada de autobús. Por suerte el bus no tardó mucho y llegué pronto a casa.
Cuando me disponía a abrir la puerta, Liam la abrio y se me quedó mirando.
-¿Dónde has estado?
Por su expresión pude comprobar que no estaba contento.
-¿A ti que te importa?
-Me importa, y mucho. ¿Dónde has estado?-Gruñó.
-Mira, para empezar no me hables así, que no soy una puta y para continuar, es mi vida, puedo ir y hacer lo que me de la gana sin dar explicaciones a nadie.- Le aparte de la puerta y pasé dentro de la casa.
Anduve hasta las escaleras pero Liam me paro.
-No puedes hacer lo que te de la gana, estas bajo mi responsabilidad.
-Mañana cumplo 18 años, seré mayor de edad.
-Pero estas viviendo bajo mi techo.- Reí.
-¿Bajo tu techo? ¿Qué, ahora vas hacer como si fueras mi padre?
-No pretendo serlo.- Alce las cejas y me quedé mirándole, me acerqué a su oído y le susurre "vete a la mierda".
Me solté de su agarre y subí las escaleras.
Abrí la puerta de la habitación de Zayn y me tumbé en la cama mirando al techo.
-¿Que haces aquí? -Salté al oír la voz de Zayn. Pensé que había salido. Le miré y me fijé que estaba con una toalla enrredada en su cintura.
-Oh, lo siento, em, pensé que no estabas y he discutido con Liam y bueno, yo, vine aquí porque no quiero estar en su habitación. Creo que me voy, em adiós.- Baje de la cama.
-No, tranquila, quedate, no me molestas. -Me sonrió.
Sonreí y me volví a subir a la cama, esta vez sentada.
-¿Y por qué has discutido con Liam? -Vi como se paseó hasta su armario y cogía unos boxers.
-Por qué me he ido durante todo el día y cuando he llegado me ha dicho que no puedo hacer lo que me de la gana sin dar explicaciones porque estoy bajo su responsabilidad y yo le he dicho que mañana cumplo 18 y que si puedo hacer lo que quiera así que él me ha dicho que no mientras esté bajo su techo y blablabla. -
Zayn se quitó la toalla y rápidamente se puso el boxer.
Dios mío que culo tiene este chico.
-Bueno, pues si quieres, puedes dormir aquí.
-¿Y tú?
-Contigo.
-O no, no, no.
-¿Por qué?
-No comparto cama con tíos que no sean Liam.
-¿Por qué?
-Por qué es mi novio.
-Tu novio, ajá, y tu novio se puede tirar a otras pero tu no puedes dormir con un amigo.
-Mientes.
-No, nena, no miento.
-No, mientes para que me quedé aquí y duerma contigo, lo sé, Liam nunca me haría eso.
-Bueno tal vez mienta un poco, peel venga Alex, no muerdo, no te haré nada, lo prometo.
-No, pasó de tener más movidas con Liam. Adiós.- Salí de la habitación y fui a la de Liam aunque ya se considera mía también.
Abrí la puerta y mierda, estaba él tumbado en la cama.
Gira la cabeza y me ve.
-Lo siento, sólo venía a ponerme el pijama.
-Alex, ven aquí, por favor. -Me rogó.
Dudé en si ir o no, pero al final me acerqué a él.
Me cogió por la cintura y me subió a la cama pegandome a su cuerpo.
-Perdóname, yo sólo estaba preocupado por ti, nada más...
-No respondí, así que continuó hablando.- Alex, sabes que me.importas mucho e irte así sin más, durante todo el día y después de lo que te conté, pensé que te habías ido. Y la idea de perderte otra vez, me atormenta. Te amo, Alex, lo eres todo para mi.
Sonreí y le besé.
-Tu también lo eres todo para mi, Liam. -Volví a besarle.
Y aquí supe, que de verdad, le amaba con toda mi alma.
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No sé, pero te amo.-Novela.
RomanceHabía tenido a estas alturas de mi vida un cupo más que razonable de experiencias cercanas a la muerte, aunque desde luego no es algo a lo que pueda llegar a acostumbrarse. Parecía extrañamente inevitable el que sufriera otro nuevo enfrentamiento co...