Capítulo 28.

10 1 0
                                    

A la mañana siguiente me desperté y al rato me trajeron el desayuno.
-Después de que termines de desayunar vendrá el médico a revisarte,¿vale? -Me dijo la misma enfermera de ayer que por lo visto se llamaba Sol.
-Vale.
Empecé a desayunar tranquila y luego esperé a que viniera el médico.
-Hola Alex,¿como te encuentras? -Me pregunto el médico mientras comprobaba el vendaje.
-Mucho mejor. -Sonreí.- Pero sigo teniendo un poco de dolor.
-Bueno eso es normal teniendo en cuenta que te han disparado pero con unas pastillas, que ahora mismo te respetaré, de te pasará en una semanita o así.
-Entonces, ¿cuándo me puedo ir?
-Pues si me has dicho que te encuentras mejor y me prometes que te tomaras las pastillas, te puedes ir esta misma tarde.
-Te lo prometo. 
-Vale, pues después de comer te traigo los papeles y te podrás marchar.
-Gracias.- Le sonreí.
Me sonrió de vuelta y salió de la habitación.
Me tumbe en la cama y suspire. No había tenido tiempo de pensar ni un minuto y sabiendo que me iba en unas cuantas horas como que no quería pensar.
Cogí mi móvil para llamar a Harry y avisarle que viniera después de comer.
Marqué su número y esperé. Primer pitido, segundo pitido, tercer pitido, cuarto pitido y por fin contestó.
-Hola Harry, ¿podrías venirme a buscar después de comer? Es que al final me dan el alta hoy.
-Hola Alex, soy Liam, Harry se ha dejado el teléfono en casa y se ha ido con su novia, si quieres puedo pasar a recogerte yo.
Resople y después de estar pensando un minuto le dije que si y quedamos en que vendría a las dos y media.
La mañana, para mi suerte, se me pasó rápido. Comí y cuando acabé de hacerlo eran las dos y medía y no me había dado tiempo a ducharme antes de que viniera Liam.
-Hola. -Liam entró por la puerta.
-Hola.
-¿Estas mejor? 
Una parte de mi pensaba que se refería a mi estado físico pero otra parte de mi sabía que lo decía por lo de ayer.
-Si, supongo. 
Hubo un largo silencio.
-Bueno, ¿nos vamos?
-Si. -Cogí mi móvil, que era lo único que tenía a parte de mi ropa y nos fuimos del hospital.
El viaje en coche de regreso a casa fue muy silencioso y lo agradecía, no quería que empezaramos hablar de lo ocurrido y que discutamos, porque sinceramente, no tenía ninguna gana, pero sabía que teníamos que hablar, así que mejor era espera a llegar a casa.
Al llegar a casa lo primero que hice fue darme una ducha. Luego bajé al salón y vi a Liam sentado en el sofá y me senté a su lado a una cierta distancia.
-Tenemos que hablar, Alex.
-Oh, claro que tenemos que hablar, de muchas cosas diría yo.
-Yo no hice eso, ¿vale? 
-No, no, claro que no lo hiciste.- Dije con mucho sarcasmo en mi voz.
-Alex, déjame explicarte por favor.
-Adelante, soy todo oídos.
-Yo no quería tu dinero. Admito que si gaste una parte de él, pero me lo gasté en ti. Toda la ropa que te compré, la pagué con tu dinero, bueno, una cierta parte te la pagué yo porque no quería que te gastaras tu dinero en cosas que te puedo pagar yo. Pero bueno, el caso es que no te quiero por tu dinero, ¿vale? Y tengo que admitir también, que no me fui por entrenar a un equipo de fútbol. 
-Oh, que sorpresa, me has mentido. -Volví hacer sarcasmo.
Ignoro mi comentario y volvió hablar.
-Me fui para contratar a cierta gente y que nos hiciera los planos de una casa y la empezaran a construir. Una casa sólo para ti y para mi, para seguir viviendo juntos lejos de aquí, para olvidarnos de todo.
Puse los ojos como platos de la sorpresa, y esta era de verdad. 
Si, me mintió, pero lo hizo para hacer una casa, nuestra casa, lejos de aquí.
En ese momento me sentía como una mierda por haber creído tanto a Perrie. Pero tampoco tenía tanta culpa, yo no soy la que iba ocultando cosas y mintiendo. Aunque, bueno, lo del dinero, me creí su excusa. Bueno, excusa no era porque si creia que de gasto el dinero en mi.
-Lo siento Liam, yo creí antes a Perrie y lo siento, pero también entiende y ponte en mi lugar, me has ocultado muchas cosas y es normal que me lo haya creído. Pero realmente, siento haberte...
-Ya Alex, no te disculpes más, todo ha sido por mi culpa, te tendría que haber contado antes y no mentirte y ocultarte cosas. Lo siento.
Me acerqué a él y le abracé. Él me correspondió muy fuerte como si me hubiera ido por años.
-Creí que te perdía.- Susurró.
Me senté en su regazo y le abracé mejor.
-No me vas a perder nunca.
-Espero que no.
Pegué su frente con la mía y le sonreí. Le amaba tanto a pesar de todo que a veces pensaba que no era verdad.
Se acercó a mis labios y los rozó con los suyos.
-Te quiero.- Susurró sobre mis labios y acortó la poca distancia que quedaba entre nosotros dándome un apasionado beso.
-Te quiero.- Dije mientras le besaba.
Al rato nos levantamos y preparamos los dos juntos la cena. Luego vimos una película y nos quedamos hasta las tantas recordando el pasado evitando el accidente. Me había contado lo que pasó, pero no con ciertos detalles.
-¿Puedes explicarme mejor, con cada detalle, aquella noche? -Al decir aquella noche, Liam sabía que me refería a la del accidente.
-¿De verdad quieres? -Asenti.
-Estábamos en una cena con nuestras familias, era la última noche en la que nos veríamos después de haber estado toda la vida juntos. Así que la disfrutamos al máximo. A la hora de irse, os acompañamos mi familia y yo, a ti y a la tuya hasta vuestro coche. Mis padres se despedían de los tuyos mientras yo lo hacía contigo.
Nos dimos un abrazo y nos besamos. Lloramos los dos mientras yo veía que te subias al coche y tu veías que me dejabas atrás. Estaba claro que no te podías quedar conmigo siendo menor de edad y tus padres marchándose del país, así que no pudimos hacer nada.
Vi como tu te alejabas y me derrunbaba más y más. Entonces recordé que te compré un collar para que me recordarás siempre y me olvidé de entregartelo, y corrí detrás de tu coche. Yo al no mirar la calle me crucé con un coche y al girarme vi como tu padre estaba girando a la izquierda para no atropellarme y vi como chocaba con el camión que venía por el carril por donde había girado. Me quedé en shock unos minutos hasta que reaccione y corrí hacia tu coche. Te vi muy mal herida, tenías sangre por todo tu cuerpo y no me respondías. Tampoco lo hacían tus padres así que llamé a la policía y vinieron muy rápido. Vi como te sacaban a ti y a tus padres del coche y vi como sentían en bolsas los cuerpos de tus padres dando a entender que estaban muertos. Entonces me volví a fijar en ti suplicando que no estuvieras en una bolsa y te vi tumbada en una camilla mientras los paramédicos te subían a una ambulancia. -Suspiro, cogió mucho aire y volvió hablar.
-... Entonces pregunté si podía subir contigo, y me dejaron. Te acompañe al hospital mientras rezaba que estuvieras bien. Llegamos y te metieron a quirófano. Mis padres llegaron y me hicieron explicarles lo ocurrido. Yo me echaba la culpa todo el rato, porque yo provoque el accidente. Me culpaba de la muerte de tus padres y decía que si tu no sobrevivías me iba a culpar también por tu muerte durante toda mi vida. Me dijeron que estabas en coma y que probablemente si es que te despertabas, no ibas a recordar nada más que a tus padres. Entonces me derrumbe todavía más. Iba todos los días a visitarte. Te cogía de la mano y te suplicaba que volvieras conmigo y que te acordaras de mi al despertar. Pero un día vinieron unos tipos y me dijeron que era mejor que no viniera más por si te despertabas y me vieras y no supieras quien soy causandote muchísima confusión y por lo tanto, daños.
No quería dañarte más, sabía que te había arruinado la vida así que no fui más a verte. 
Pasaron los años y yo no paraba de pensar en ti y en lo ocurrido, me arrepentia y me arrepiento muchísimo. Y bueno, decidí encontrarte y recuperarte porque sin ti me moría.-Suspiro.- Y el resto ya lo sabes.

No sé, pero te amo.-Novela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora