Acabé de comer y miré a Niall.
-Veré lo que puedo hacer.
Y sin nada más que decir, Niall salió de la habitación dejándome sola suplicando que por favor me dejaran ver a Liam.
Esperé muchos minutos que parecían ser años cuando Niall entró en la habitación con una enfermera nueva.
-¿Puedo ir a verle?
-Tienes que hacerte una prueba antes.- Habló la enfermera.
-¿Que prueba?
-Una resonancia.
-No, primero quiero ir a verle.
-No puede señorita, no aún, tenemos que hacerla la prueba y luego podrá verle.
-No, no me haré ninguna prueba sino veo a Liam.
-Alex, por favor, hazte la prueba y luego lo ves. -Susurró Niall cerca mio.
Le miré a los ojos que me miraban con atención.
Tenía la sensación de que no querian que fuera a ver a Liam y eso me ponía más mal. Estaba en el estado de desesperación por verle. No sabía cuan mal estaba y me ponía nerviosa con cada minuto que pasaba.
-¿Cuánto dura esa prueba?
-Alrededor de una hora.
-¿Una hora? Ni loca voy a ir, quiero ver antes a Liam.
Niall suspiro y se llevó la mano a su pelo para removerlo un poco, gesto que Liam hacía mucho cuando estaba nervioso o irritado.
-Por favor. -Susurró a la enfermera.
La enfermera fruncio el ceño y asintió.
Se acercó a mi y me destapó. Me cogió del brazo para llevarme fuera de la cama.
Cuando ya estaba de pié, caminamos hacia la puerta y salimos los tres de la habitación.
-Gracias. -Le susurré a Niall en el oído.
Él sonrió de lado y empezó a jugar con su pulsera de la mano derecha.
Pasamos por muchos pasillos, luego subimos en el ascensor hasta la quinta planta y volvimos a recorrer pasillos. Iba finjandome por donde pasábamos por si más tarde tuviera que ir a escondidas.
Nos paramos en una habitación con el cartelito que contenía el número catorce.
-Os dejo solos. -La enfermera se marchó.
Niall empezó abrir la puerta pero le detuve.
-Déjame verle a solas, por favor.
Él asintio dejándome paso.
Abrí la puerta y entré despacio.
Observé la habitación. Era exactamente a la mía, salvo que había más máquinas que estaban conectadas al cuerpo de Liam que yacía en la cama. De repente noté como un poco de viento chocaba contra mi cara y me pasaba por mi brazo derecho. Me dio un escalofrío. Dirigí mi mirada a la ventana que estaba cerrada y frunci el ceño.
¿Como era posible que hubiera viento si estaba la ventana cerrada?
Olvidé ese hecho y avance hacia Liam. Me quedé a su derecha observandole.
Tenía pequeños golpes en la cara y una brecha en su frente. No pude observarle más por estar tapado con la sabana, pero tampoco quería verlo. Observé su labio inferior que estaba un poco cortado. Escuchaba el latido de su corazón, que había aumentado en cuanto le cogí la mano, que estaba enchufado a uno de los aparatos.
-Liam.- Susurré. -¿Puedes oirme?
No obtuve respuesta.
-Liam. -Volví a susurrar. Una lágrima recorrió mi rostro y vi como caía hacia la cama, pero no cayó, desapareció en mitad del camino, cosa que me pareció raro, muy raro.
-Siento tanto lo que te ha pasado. -Mi voz se quebró.- Tengo la sensación de que todo esto ha sido por mi culpa. Debí de haber reaccionado de otra forma, debí de haberlo hecho, tu no estarías así...-Solloce.
-... Siento que te pierdo, siento que no vas a despertar. Los médicos no me quieren decir mucho y yo estoy desesperada, sólo quiero que despiertes...
Otra oleada de viento chocó contra mi cara y yo estaba perdida. Le notaba a él.
-Liam, puedo sentirte, por favor, despierta. -Susurro.
La enfermera entró en la habitación y se acercó a mi.
-Debes irte ya, tienes que hacerte la prueba, luego podrás volver.
Asiento y miro hacia Liam. Me acerque y le di un beso en la frente.
-Te amo. -Susurré por última vez y salí de la habitación con la enfermera a mi lado.
Niall estaba sentado en una silla que había al lado de la puerta.
-¿Me acompañas a la prueba?
-Claro. -Niall me observa, intentando averiguar lo que pienso.
Caminamos por más pasillos hasta llegar a la sala donde pone "Resonancias".
Entramos y me dijeron que pasara a otra sala donde había una máquina grande que era como un tubo.
-El chico no puede pasar, tienes que estar tu sola en esta sala.
Miré a Niall y él asintió.
-Tranquila, estaré aquí a fuera.
Beso mi frente y salió.
-Coloquese aquí. -La enfermera me señaló el tubo. -Tumbase boca arriba con los pies mirando hacia el tubo.
Hice lo que me pidió.
Me puso unos cascos grandes negros y me pregunté que para qué.
-Son para que el ruido no te moleste mucho. -La enfermera respondió a mis pensamientos.
-Ahora tranquila, el tiempo pasará rápido. No te muevas mucho y piensa en otra cosa.
Asenti y salió de la sala.
Al cabo de unos minutos noté como la máquina me empuja dentro del tubo sólo hasta el ombligo. La máquina comenzó hacer un ruido horrible y daba gracias a los cascos que tenia puestos que al menos se escuchaba menos.
Estuve un buen rato ahí metida pensando en todo y en nada, deseando acabar esta maldita prueba.
Cuando ya salía del tubo, la misma enfermera volvió a entrar en la sala.
-Ya esta guapa, hemos acabado.
Me quito los cascos y me levanté.
Me puse las zapatillas y salimos. Niall estaba a fuera como dijo y me sonrió al instante.
-¿Alguna novedad?
-Vamos.
Me cogió suavemente del brazo y me sacó de allí corriendo.
-¿Qué ha pasado?
Su sonrisa me tranquilizó y sabía que era algo bueno.
-Dicen que ha movido la mano.
-¿Cómo? -Sonreí.
No me lo creía.
-Una enfermera entró a la habitación poco después de estar tu y mientras le tomaba la tensión, de repente movió la mano.
Sonrei y sin darme cuenta ya estábamos en frente de la habitación de Liam.
Cuando entramos vimos que la habitación estaba llena de enfermeros. Uno de ellos se me acercó.
-Tu debes de ser Alex, ¿verdad?
Asenti.
-Soy el doctor Smith, un placer conocerte. -Me tendió la mano que yo gentilmente estreche.
-¿Cómo esta?
-No lo sé, no ha vuelto a mover la mano y no sabemos como hacerlo reaccionar. ¿Tu no notaste algo?
Negué.
-¿Nada de nada?
-Bueno, pensarás que estoy loca pero al entrar en la habitación noté como el viento me chocaba estando la ventana cerrada y lo volví a notar mientras le hablaba, luego se me cayó una lágrima que no llegó a la sabana, desapareció antes de aterrizar en ellas.
-Creo que tu presencia le ayuda, tu le mantienes con vida, gracias a ti sigue aquí, debes de volver a hablarle.
Desvíe mi mirada hacia Liam que parecía no estar con nosotros y luego volví a mirar al doctor.
Asenti y me acerqué hacia Liam abriendome paso entre la gente que me miraba con atención.
La habitación estaba en silencio. Le volví a coger la mano a Liam y me imaginé que estaba a solas con él.
-Hola.- Comencé hablar. -Te echo de menos, ¿sabes?
Tenía tantas cosas que decirle pero de mi boca no salían.
-Quiero que despiertes, quiero volver a oír tu voz. -Suspire y me mordi el labio para intentar no llorar. Noté como Niall me acarició el brazo. -Necesito levantarme cada mañana y ver que estas a mi lado. Necesito volver abrazarte. Necesito volver a besarte. Quiero volver a tumbarme en el sofá con mi cabeza apoyada en tu pecho y ver una película o cualquier tontería que hechen el la tele mientras tu juegas con mi pelo.
Sabes que eres lo único que me queda. No podría vivir sin ti. Necesito que tengas fuerzas para volver a mi lado. Te necesito...Las lágrimas caían sin cesar por mi rostro. Él no se movía, no pasaba nada. Yo lloraba sin emitir ningún sonido, sólo las lágrimas caían y mis esperanzas se iban.
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No sé, pero te amo.-Novela.
RomanceHabía tenido a estas alturas de mi vida un cupo más que razonable de experiencias cercanas a la muerte, aunque desde luego no es algo a lo que pueda llegar a acostumbrarse. Parecía extrañamente inevitable el que sufriera otro nuevo enfrentamiento co...