Capítulo 25.

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Estaba sentada en la encimera de la cocina. Habia preparado té y tenía entre mis manos una taza. En frente de mi estaba el calendario y ya llevaba varias horas mirándolo.
Estábamos a veinte de agosto, sólo quedaban nueve días para el cumpleaños de Liam y no podré estar con él. Tenía pensado levantarme pronto, llevarle el desayuno a la cama junto a su regalo, luego hacerle una tarta y pasar el día en la piscina como la primera vez que vine. Por la noche hacerle una cena romántica en el jardín y luego darle su postre, pero ninguna de estas cosas podré hacer con él. 
Mire el reloj y me queje, ya debería de haberme llamado. 
Eran la diez y cuarto.
Me terminé el café, cogí mi teléfono de la mesa y subí las escaleras dirigiéndome a mi habitación. 
-Hey. -Me gire antes de abrir la puerta y estaba Harry a punto de bajar las escaleras.
-Hey. -Le saludé con la mano y me disponía a entrar a la habitación.
-Espera Alex.-Me cogió del brazo reteniendome para no seguir hacia delante.
-¿Qué?
-¿Vemos una película?
-No.
-Vamos Alex, no seas tan borde conmigo, sólo vamos a ver una peli.- Rodé los ojos y suspire.
-Esta bien, dame un momento.-Asintió y abrí la puerta.
-Ve poniendo la peli.-Le dije al ver que tenía intención de esperarme ahí.
-Vale, ¿cual quieres ver?
-Elige tú.-Cerré la puerta y me cambié de ropa, poniéndome mi pijama.
Mi móvil empezó a vibrar y sonreí al pensar que Liam me llamaba, pero miré la pantalla y era un número desconocido.
-¿Si?
-Hola, Alex.-Aquella voz me sonaba de algo.
-¿Quién eres?
-Una amiga de Zayn.
-¿De Zayn? ¿Y como me conoces?
-Porque te conozco y tu ya me conoces a mi, hace unos días hablamos.
Me quedé pensando, ¿con qué amiga de Zayn hablé yo?
-¡Perrie! -Casi lo grité sin darme cuenta.
-Exacto, veo que eres lista.
-¿Qué es lo que quieres?
-Tengo algo que es tuyo.
-¿El qué?
-¡Te quiero Alex, no puedo estar sin ti, te necesito! -Escuche la voz de Liam.
-¡Liam, Liam!
-¿Quieres tenerlo de vuelta? Es simple, ven a la dirección que te enviaré por un mensaje y veras a tu queridísimo Liam.
-Como le hagas daño, juro hacerte la vida imposible.
-En media hora te quiero aquí, y espero que vengas sola, adioooos.-Colgó.
Tiré el móvil a la cama y me estire de los pelos, no gritaba para que Harry no se enterara, pero estaba segura que cuando no estuviera cerca, lo haría.
Me cambié rápido poniéndome unos pantalones y una camiseta. Cogí las llaves de casa y abrí la puerta de mi habitación muy despacito, bajando las escaleras igual de despacio intentando hacer el menor ruido posible.
Harry estaba sentado en el sofá asi que me puse a cuatro patas y empecé a avanzar despacio hasta llegar a la puerta y abrirla despacio, saliendo mientras la volvía a cerrar igual de despacio. Al estar a fuera de casa suspire, me puse de pie y camine hasta encontrar un taxi.
Pasó uno y lo pare, me subí a el y le di la dirección. En diez minutos me encontraba a las puertas de un almacén abandonado. Me acerqué a las puertas y comprobé si estaban abiertas. Abrí la puerta y esta chirriaba muchísimo haciendo un ruido horrible.
A dentro de aquel lugar estaba todo oscuro y lleno de polvo. Saqué mi móvil del bolsillo e intenté iluminar el suelo que pisaba para no tropezar.
De repente se encendieron las luces y me gire. Allí estaba ella pegada a la puerta y con una pistola en la mano izquierda.

No sé, pero te amo.-Novela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora