Capítulo 10.

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Abrí lentamente mis ojos, y gire mi cabeza. Liam seguía durmiendo, sonreí. Acaricie su pelo y poco a poco despertó. Antes de que abriera los ojos, sonrió. 

-Hola.-Me dijo aun con la sonrisa en los labios.

-Hola.-Sonrei.

Me acercó a él y me beso.

-¿Cenamos?-Yo asentí.

-Vamos a cenar fuera, así que vístete.-Se levanto de la cama y se puso sus bóxers, luego entro al baño.

Me fui a mi habitación y me di una ducha rápida. Salí con la toalla envuelta y me puse mi ropa interior. Elegí un vestido rojo y unos tacones del mismo color. Me peine y salí de la habitación. Fui a su habitación, pero no estaba. Baje las escaleras y en el piso de abajo tampoco estaba. Pero por la ventana vi que estaba a fuera, esperándome.

Salí y le sonreí.

Me acerque a él y cuando estuve cerca, Liam me abrió la puerta del coche.

Después se subió el y arranco. 

Al llegar al restaurante, nos pusieron en una mesa alejada de la gente. Pedimos la cena y comenzamos a hablar mientras esperábamos la comida.

-¿Esto es una cita?

-Sí.

-¿Sabías que las citas se hacen antes del sexo?-Enarqué una ceja.

-Bueno, nosotros lo hemos hecho al revés.-Me sonrió.

-Entonces luego no hay postre, porque ya lo comimos antes. Sonreí.

-Sera un segundo postre.

Llego el camarero con nuestra comida y empezamos a comerla.

Cuando acabamos de cenar fuimos a dar una vuelta.

-¿Estás bien? Te noto nervioso. -Rompí el silencio.

-Estoy bien.

Volvió a reinar el silencio.

-¿Has tenido alguna vez un secreto y que no se lo hayas contado a nadie excepto una mejor amiga?-Me miro y paramos de caminar.

-No. ¿Por?

-Tengo un amigo, que tiene un secreto y que solo me lo ha contado a mí y el necesita contárselo a la protagonista del secreto, pero tiene miedo a que la pierda ahora que la ha recuperado y no sé cómo ayudarle.

-¿Y que relación tienen?

-Pues ahora es como una pareja pero sin serlo.

-¿Se quieren?

-El a ella sí, ella a él, no lo sabe.

-Bueno, pues si ella le quiere de verdad, sea lo que sea ese secreto, no la perderá.

-Pero es que ese secreto es muy grave. Le  costó la vida a la chica.

-Bueno pero ahora le tiene a él, ¿no?

-Si.

-Pues ya está. Venga, no te preocupes por tu amigo, se arreglara. -Sonreí  para darle mi apoyo.

Me devolvió la sonrisa y volvimos a casa.

Dormimos juntos, pero no hicimos nada. Simplemente me abrazaba hasta quedarme dormida.

-¡Alex, Alex!-Me incorpore muy rápido y me maree, intente coger aire, porque no podía respirar. Liam me abrazo hasta calmarme.-¿Has vuelto a soñar con eso?

-Si.-Susurre.

-¿Es exactamente el mismo sueño?

-Si.-Solloce.

-Tranquila, estoy aquí.-Me abrazo más fuerte y me volví a dormir. Sé que Liam se quedo el resto de la noche despierto. Sé que me miraba y me acariciaba suavemente el pelo. Estaba muy tenso, le preocupaban mis sueños. Estoy acostumbrada, cada noche sueño lo mismo. Es como si me dieran un mensaje.

Al día siguiente me levante y Liam me dijo que tenía una sorpresa para mí. No me dijo cual, pero me dijo que me pusiera legins y botas.

Cogimos el coche y después de una larga hora, llegamos.

-No me lo puedo creer. -Sonreí.-¿Me has traído a ver los caballos?

-Y a montarlos.-Me sonrió.

Fuimos a donde están todos los caballos.

-Este es el tuyo.-Señalo a uno blanco.-Y este el mío.-Señalo al de al lado, de color marron. -Llamala como quieras.

-Hola princesa.-La acaricie.

-¿La llamaras princesa?

-Si. Sonreí y él me devolvió la sonrisa.

-Venga, vamos.-Saco su caballo y yo al mío.

Cuando acabamos de prepáralos, montamos en ellos y fuimos a dar una larga vuelta con ellos. Luego dejamos los caballos atados a un árbol y nosotros nos sentamos en un prado.

-Liam, ¿como sabias que me encantan los caballos?-Quedo callado.-Liam,¿por que sabes muchas cosas de mi que no he contado? Responde por favor.

Me miro y por fin hablo.

No sé, pero te amo.-Novela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora