Neverland, Al nunca jamás

CAPITULO 11

Me gustaría volver a cuando era niña.
A cuando nada me importaba.
Pero supongo que crecemos por una razón desconocida.

Y esa razón es, comprender. Construir. Prosperar. Vivir.

Son para mí, los sinónimos de crecer, dejando a atrás todos los problemas.
Porque una cosa que sí comprendí a lo largo de los días, incluso todos estos años, es que... llorar está bien, pero no deprimirte por algo que no puedes cambiar. Porque simplemente, pasó.

- ¿película favorita? - preguntó de la nada Hugo.

- ¿a qué viene eso Casper?

- estoy tratando de crear conversación..

- ah, pues... película... la dama y el vagabundo..

Me miró frunciendo el ceño y sonrió.

- ¿de dibujos animados?

- sí... ¿y?

- ah ... nada... mi película favorita, bueno, mis películas favoritas son las películas de Marvel. No puedo elegir. Pero spider-man es mi superhéroe favorito como podrás ver..

Se bajó la cremallera de la chaqueta, dejándome ver su sudadera negra, en el que, en el pecho de esta, estaba dibujado la cara de spider- man.

- no me gusta Marvel, pero la sudadera me encanta.

- no hagas cumplidos - dijo rodando los ojos y volviendo a subirse la cremallera.

- no son cumplidos, es verdad. Me gusta, aunque no me declaro fan de Marvel.

- eso ya lo veremos...

- ¿ya lo veremos? - pregunté confundida

- claro... veremos películas de Marvel juntos... ya verás como te terminará gustando.

- lo mismo digo con la dama y el vagabundo.. es preciosa esa película.

- ¿por qué tan especial?

- es que.. trata más bien de cómo el amor surge de cualquier manera y con cualquiera. Da igual como seas, si rico, pobre, cuando es amor... no hay remedio para negarse.

- vaya... qué romántica - rió metiéndose las manos a los bolsillos del pantalón. Siempre lo hacía.

- no lo soy. Pero hay algunas veces me es imposible..

- l'amore nasce in modi diversi, potresti persino parlare con quella persona...

Al escuchar eso, paré en seco sorprendida.

- ¡¿sabes italiano?!

- claro - rió - soy de allí.

Abrí los ojos, cada vez más sorprendida.

- ¿como...? No tienes acento de allí

- vivía allí con mis padres. Pero a mis 8 años me mudé y se me quedó el español nativo.

- vaya... pues yo solo sé español y con suerte, inglés..

- se me da muy bien el inglés. Mi tía era muy buena profesora de inglés.

- pues ya sé a quien tengo que acudir.

Reimos.

- hablando en serio.. puedo enseñarte.

- genial... pues... gracias supongo...- agradecí.

- nada... podemos quedar algún día..

- cuando quieras - sonreí.

Me devolvió la sonrisa.

Maldito bonito hoyuelo que nunca vi hasta ahora. Se volvió en mi nueva adicción.