CAPITULO 23

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AURA

Y antes que pudiera decir algo, sentí que volaba.

Volé por un instante.
Pero en otro instante, me hundí en el algo frío y mojado. Al agua.

Salí a la superficie lo más rápido que pude , escuchando por su parte una risa.

Maldito Hugo.

Una ola me alcanzó, haciendo que me hundiera de nuevo en el agua.
Cuando salí de nuevo a la superficie, escuché más risas.

- ¡DEJA DE REIRTE Y AYÚDAME, IMBÉCIL! - grité ajustándome los tirantes del vestido.

Él sin dejar de reir, tendió su mano hacia mí, y una idea brillante se me pasó por la cabeza.

Tome su mano y tiré de él. Haciendo que cayera conmigo al agua.

Entonces comencé a reír yo, poniendome de pie.
Pero Hugo salió y me miró con cara feroz. Más bien, o enojado.

- ya puedes correr- me avisó.

- no, no. ¡CASPER! ¡NI SE TE OCURRA!

Y por instinto de supervivencia, corrí.
Corrí hacia la arena, pero luego me di cuenta de que no estaba corriendo hacia la arena, si no, a lo más profundo de la playa.

- mierda... dónde....

Y antes que pudiera hablar, sentí algo agarrarme de las piernas por debajo del agua. Y al instante, algo me impulsó hacia arriba.

Hugo estaba justo debajo de mi, agarrándome de las muñecas mientras yo estaba sobre sus hombros .

Grité intentando liberarme de él.
Y lo hizo.
Pero me dejó caer hacia atrás, y volví a hundirme en el agua.

Salí lo más deprisa y ahí lo vi de nuevo. Riendo.

- ¿quieres guerra? - pregunté desafiante.

- no, gracias.

- para mí, eso es un sí, gracias por responder.

Me tiré sobre él, intentando ahogarle.
De broma , claro. Pero si quieres, no es broma.

Al final, acabé igual. Me empujó y volé de nuevo hacia el agua, provocando que él soltara una carcajada.

- ¡HUGO! , ya está.. que creo que se me ha metido agua en la nariz. - dije tosiendo.

Él se me acercó preocupado.

Y aproveché ese instante para empujarle y que él cayera hacia atrás.

- ¡ PRINGAO' ! - Reí.

Y comencé a salir de el agua helada.
Seguramente mañana estaría en cama sin poder levantarme por el catarro que cogeré por culpa de esto.
Estuve a punto de salir , a punto de tocar con los pies la arena mojada y dejar de sentir el agua en mis pies, cuando me agarró como si fuera una muñeca de trapo y me lanzó de nuevo hacia el agua.

- ¡IMBÉCIL! - le insulté provocando que riera sin parar.

Yo lo acompañé , a pesar de todo.
Su risa era una risa que al final de todo, hacía que rieras.

- ¿ no decías que me llevarías a la luna ? ¿Y no al agua?..

- sí - asintió. - te llevaré a la luna sin que te des cuenta, renacuajo. Te llevaré a la tierra del nunca jamás, sin que enteres.

No pensé que terminamos así.
Mojados mientras escuchábamos canciones que ponía Hugo en su móvil, sobre la arena.

- esta canción se llama creep, de Radiohead.

Neverland, Al nunca jamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora