AURORA
Siempre dije que mi vida era como una rueda.
Una rueda que giraba y giraba.
Una rueda que podía pincharse a mitad de camino. Pero nunca dejaba de girar.Hugo y yo éramos así.
Éramos una rueda.
Una rueda que giraba, se rompía, y juntos tapábamos el agujero para volver a emprender camino hacia delante.Efectivamente, éramos una rueda.
Muchas veces yo sentía que era la rueda, y él era mi parche.
Tras nuestro encuentro, volvíamos a ser nosotros. Y siempre lo fuimos, a pesar de la lejanía. Porque la lejanía no rompe el amor. Lo hace más fuerte. La lejanía no define el amor. El amor perdura para siempre si es real.
Aunque no sentir a esa persona cerca de ti, hace que siempre esté presente en el fondo de tu corazón. Y siempre fue así para mí, a pesar de no querer asumirlo.Y a pesar de todos los obstáculos, aquí estábamos.
En nuestra casita.
En nuestra pequeña estrella.
Abrazados mirando al horizonte. Sentados pegando nuestros cuerpos.
Ahora éramos uno.- ¡Hugo! - me sobresalté emocionada, sobresaltándolo a él también, detrás de mí - ¡he sentido una patadita!
Hugo puso su mano en mi grande vientre, donde habíamos creado una nueva vida.
-¿Lo sientes? - pregunté mirándolo con emoción
Asintió sin dejar de mirar mi vientre y acariciándolo. Bajando la cabeza para darle pequeños besos a su hijo.
Apoyó su cabeza sobre mi hombro, para juntos volver a mirar el cielo, que se había despejado de los fuegos artificiales que hace un momento, habían.
-¿Quién diría que después de tanto tiempo, íbamos a tener una mini Aura o un mini Hugo? - rió
Sonreí , apoyando mi mano sobre la suya, dando ambos pequeñas acaricias a mi vientre.
- no lo sé - susurré , sin dejar de mirar al cielo. - pero lo que sí sé, es que ahora mismo, somos felices.
- lo somos - besó mi mejilla. - ¿Cómo se despiden los químicos? Ácido un gusto.
No pude evitar reírme. Era malo. Lo sabía. Pero él era el único que me hacía reír, a pesar de todo.
- ¿Te ha gustado? - preguntó.
- sí, pero hay que mejorarlo.
Escuché una breve risa de él, pero algo pareció no estar del todo bien. Lo pude notar.
-¿Qué ocurre? - pregunté
Se quedó unos segundos en un intenso silencio, hasta que habló.
- Ese fue un chiste que me contó mi padrastro, mi padre, porque él era mi padre, cuando estábamos en una comida de tantas. Cuando él nos esperaba impaciente para contar un nuevo chiste. Eran malísimos. - rió con nostalgia - pero, después de todo, a él le gustaba.
- esté donde esté, él siempre te cuida.
- siempre. - sonrió.
Me giré hacia él, sentándome en su regazo, apoyando mis manos en sus hombros, para besarlo lentamente.
- eres la mejor cosa que me ha podido pasar en la vida. - soltó abrazándome con cuidado.
No pude evitar sonreír, mirando al suelo.
Lo volví a mirar.- eres una de mis mil cosas buenas que me ha pasado en la vida.
- ¿y cuáles son esas mil cosas?
- muchas cosas - suspiré - pero cosas que son solo cuando estoy contigo.
![](https://img.wattpad.com/cover/291576277-288-k225322.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Neverland, Al nunca jamás
Teen Fiction> La vida es como un camino con varias salidas. Un camino lleno de arena, tierra, charcos, tormentas, caídas... Pero siempre eres tú el protagonista para evitar todo eso. Y aunque caigas, levantarte es la solución para intentar encontrar la salida...