CAPITULO 16

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- a ver , a ver... deja que me aclare. Fuisteis a la casa esa que Hugo le llama la casa del nunca jamás,¿ y te dijo esa frase? Bueno bueno... ¿quién se ha enamorado? - dijo feliz

Rodé los ojos y comencé a jugar con el césped.
Hacía bastante tiempo que no veníamos. Recuerdo que antes de que empezaran las clases, veníamos temprano aquí para hablar... y para después poner rumbo hacia las clases.

Hoy desperté más temprano de lo normal,y al coger el teléfono, vi su mensaje.

Si estás despierta, ¿qué
tal si vamos al parque?

Y le contesté al instante.
Tenía ganas de volver aquí, sobre todo con ella. Porque tenerla a ella de amiga, era lo mejor que me había pasado en toda mi vida.
Nunca pensé en encontrar a alguien como ella.
Llegó una época bastante larga de mi vida, en la que me sentía sola.
En la que, sentía que todo el mundo me juzgaba. Hasta que llegó ella.
Fué un tiempo bastante duro, el cual, lloraba. No porque me sintiera sola, sino, porque se metían conmigo, y yo, lo creía. El miedo constante de ser juzgada era algo cotidiano dentro de mi vida.

El sufrimiento que provoca el tener miedo a la gente. Tener miedo a salir, a divertirme.
No sabes cuantas cosas rechacé, por el simple hecho, de que me juzgaran.
Y todo eso fue a causa de ellos.

Tuve amigos. Claro que los tuve.
Pero esos amigos pasaron de desconocidos a conocidos y de conocidos.... a nuevo desconocidos.
Haciendo que, me quedara sola, y eso era lo peor que podrían hacerle alguien a su supuesto "mejor amigo" , prometer volver cuando nunca más lo hizo.

Siempre quise contarle esto a alguien más , para semtirme más.... apoyada.

Si aún así, contándoselo a una persona, me siento con la necesitad de contárselo a más personas para sentirme bien... no me imagino a alguien con la necesidad de contárselo a alguien, y que ese alguien no exista.

El prometer volver, y nunca hacerlo, duele. Créeme, que duele.
Puede que yo también tuve mis defectos. Pero lo que ellos me hicieron, hizo semtirme como una inútil.

Caí, y estuve ahí durante unos años, aguantando los golpes . Y todo esto, me hizo cambiar.

Es algo que nadie sabe, ni siquiera lo sabía mi madre, ni mi padre, ni mi abuela.
Solo lo sabía ella. Marta.
Ella fue quien llegó a clase por primera vez, y se dió cuenta de todo lo ocurrido.
Ella fue quién me rescató.
Ella fue, mi heroína.

Desde entonces , es como una hermana para mí.

Por eso, le debo el mundo entero..

- ¿qué me miras tanto? - sonrió dándole un sorbo al café.

Regresé a la tierra. Sin darme cuenta de que, había viajado al baúl de los recuerdos.

- ¿eh? , si,si, ¿qué decías? Es que... me había ido por un momento. Lo siento- me disculpé.

- se nota que viajaste a Marte, a júpiter y a la luna, que saliste de él sistema solar y de la vía láctea para sumérgirte en otras galaxias.

- te quedaste a gusto - reí bebiendo de mi vaso de café.

- mucho. - sonrió. Pero su mirada, reflejaba algo de preocupación - ¿qué sucede?

Sin saber qué decir, agaché mi mirada algo avergonzada, arrancando un poco de césped para jugar con él entre mis manos.

- ¿Aurora?

Pasó unos segundos más de silencio, y no supe responder. Hasta que ella suspiró y entonces, hablé:

- solamente, pensaba en todos estos años atrás. En todo lo que te tengo que agradecer.

Ella amplió más su sonrisa.

Neverland, Al nunca jamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora