AURA
No sé por qué , pero bailar junto a él se ha convertido en mi pasatiempo favorito. En mi nueva adicción. Sólo cuando estoy con él.
Lo que hoy ocurrió en su casa.... creo que no debió de suceder nunca, a pesar de que... me gustó.
Tenía miedo.
Miedo a que nuestra amistad se viera rota por una... tontería.
Lo quería. Si.
Podría ser idiota en muchas ocasiones.
Pero... me gustaba estar con él.
Su presencia. Su aroma. Su cercanía. Su... ¿beso?- ay nietos míos, el día en que encontréis al amor... - comenzó a hablar ella.
¿El tema?
No vino a cuento.
Pero sin embargo, ella lo soltó.
- cuando lo encontréis, por experiencia, será el mejor día de vuestras vidas, os lo aseguro. Pero un consejo que os doy, es que lo intentéis. Si no quiere nada con vosotros o no veáis mucho interés, ya sabéis que no tenéis nada qué hacer ahí. Pero para eso hay que averiguarlo.
Hugo asintió y comenzó a aplaudir.
- ¡Hugo!¡ El volante! que no quiero morir tan joven - gritó mi abuela.
Yo reí, al igual que Hugo.
Yo estaba Detrás del coche, junto a mi abuela para acompañarla.
Lo que más gracia me hacía era que no paraba de mirar el collar que tenía puesto, el que hace unos momentos, Hugo me regaló. Pero aún así, no me preguntó nada acerca de él.- ¿y ese collar? - preguntó. Vaya.
- me lo regaló Hugo - afirmé.
Ella tan solo me miró pícara sonriendo.
- ya lo sabía yo - me susurró haciendo que riera también.
Durante todo el trayecto, mi abuela no para de hablar sobre la Floristería, sobre lo que pasó en el mercado que casi le roban el carrito de la compra, y ella cree que lo querían porque llevaba brillantes. Y en todo este recorrido, a veces, Hugo me miraba a través del retrovisor, poniéndome nerviosa cada vez que lo hacía.
Llegamos a mi casa, que para mí el recorrido fue más corto que antes, cosa que odiaba porque en parte no quería llegar. No podía.
- vamos abu.
La cogí de su brazo y comenzamos a entrar al edificio, con Hugo detrás, sosteniendo una tarta que hizo mi abuela.
A ella le encantaba cocinar. Siempre que venía una celebración, ella traía un postre.- ¡hombre! ¡si es mi mujer favorita! - gritó Pablo abrazándola.
- ¡Aura! - me llamó papá desde la azotea - ¡Hugo! ¡venid!
Miré a Hugo y él me devolvió la mirada.
Me agarró del brazo, rozando su piel con la mía, produciendo en mi un torbellino de emociones,con tan solo en un roce, y subimos hacia la azotea.- dinos papá - pedí cuando llegamos arriba.
La azotea era bastante grande, donde había un lado con césped artificial con un banco y macetas pegadas a la pequeña pared.
En el otro lado, había dos barbacoas, donde una se encontraba papá.- seguid vosotros, ahora regreso.
Papá salió de la azotea, y sin mirarlo, escuché la puerta y supe que se había ido.
Hugo fué hacia la barbacoa, y un frío me congeló de repente.
Me estremecí y me crucé de brazos , intentando producirme calor.
Tan solo llevaba mi vestido de tirantes, y en invierno. No tenía mucha lógica.

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Neverland, Al nunca jamás
Teen Fiction> La vida es como un camino con varias salidas. Un camino lleno de arena, tierra, charcos, tormentas, caídas... Pero siempre eres tú el protagonista para evitar todo eso. Y aunque caigas, levantarte es la solución para intentar encontrar la salida...