Una historia donde Lan Xichen y Jiang WanYin murieron y dejaron atrás el mayor tesoro de su unión.
Wei Wuxian fue declarado muerto
Jiang Yanli debe seguir adelante pese a la muerte de sus hermanos.
Lan Wangji se siente perdido y encuentra consuelo...
—Les dije que no salieran.—XuanYu volvió a repetir por quinta vez en lo que parecía el regaño mas largo de la historia
JingYi y Jin Ling están delante el con la cabeza inclinada, avergonzados de haber desobedecido sus ordenes, pero no realmente arrepentidos.
XuanYu suelta un suspiro al ver que ninguno protesta.
—¿No dirán nada para defenderse?
Los primos intercambian una mirada y sacuden la cabeza, ¿Que podían decir en su defensa?, dejaron la posada y fueron a investigar, aunque lo hicieron con las mejor intención no quita el hecho de que desobedecieron y aun así no se arrepienten, lo lamentan, pero no se disculparan por lo que creen correcto.
—¿Quién era ese cultivador de negro? — se encontró preguntando Jin Ling, levantando la cabeza para encarar a su tío
XuanYu tardó en dar una respuesta.
—Es un criminal.
—Parecía conocerte— Jin Ling entrecierra los ojos sobre su tío
—Me lo he cruzado un par de veces, es algo —hace una mueca — Excéntrico —miro a los dos jóvenes, quizás sólo Jin Ling sea su sobrino, pero también le tiene un gran cariño al Lan — El es peligroso, si existe una próxima vez en que se lo crucen traten de no enfrentarlo.
Los menores sintieron la advertencia y seriedad en el mayor, por lo que asintieron.
XuanYu se dirigió a la puerta, antes de abandonar la habitación que los menores compartirán les indicó que mañana partirían temprano al siguiente pueblo.
Cuando se acostaron para dormir, tuvieron una pequeña conversación.
—Yu-ge se veía nervioso. — comentó JingYi mirando el techo de la habitación
—Si —estuvo de acuerdo el Jin— Además ¿viste como estaba? Pareció haber peleado con alguien y supongo que ese alguien es ese tipo con el que nos topamos, pero él es muy fuerte, por algo es el discípulo principal de mi madre, pocos pueden darle una pelea dura.
Por mucho que que quisieran respuestas no conseguirán nada cuestionándose entre si, dejaron el tema y se acomodaron para dormir.
Mientras ellos dormían tranquilos en otra habitación XuanYu contempla la luna por la ventana con una botella de alcohol en su mano.
—¿Por que tenia que ser el? —murmura aquella pregunta que se había hecho tantas veces y en su mente se reprodujo la imagen de Xue Yang, y lo odio, odio tanto como su cuerpo reaccionaba al recordarlo, odio el hecho que su omega gimiera con tristeza
Detesta como ese alfa hace que su racionamiento y su omega se ataquen entre si.
Lo odia con la amargura de saber que una parte de si no podría odiarlo completamente, pero el se encargara de enterrar esa parte.
—La próxima vez — sus ojos mostraron desprecio— no fallare.
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