12. Una alocada decisión -parte 2

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"Lo bueno de los años es que curan heridas, lo malo de los besos es que crean adicción"

−Joaquín Sabina−

Capítulo 12

NARRADOR OMNISCIENTE

Odette maldice en su interior, preguntándose una y otra vez: ¿En qué demonios estaba pensando? Acelera la moto como respuesta. Soy demasiado joven para ir a la cárcel, piensa con mucho pesar. Ella solo quería dejar la moto muy lejos del lugar, para que nunca lo encontrara el dueño o, mejor aún, tirarla en un acantilado para que se haga añicos, pero los planes cambiaron radicalmente.

Caden acelera su auto, maldiciendo en voz alta y golpeando el volante con fuerza, solo deseando que nada malo le pase a Odette, siente un pinchazo de preocupación creciendo en su interior. Está detrás del auto de los policías, ideando un plan para salvar a Odette de esta.

Los dos policías aceleran, casi pisándole los talones a la persona de la moto, por las luces pueden observar que es una chica. Fueron llamados por el dueño, informándoles que robaron su moto.

Persecución, cada uno con adrenalina creciendo por sus venas.

Odette conoce la zona, ha estado miles de veces y sabe a dónde ir para perderlos, pero el problema es Caden. Luego pensará en eso. Ahora lo que necesita es escapar sana y salva. Toma un atajo a la izquierda, reduciendo un poco la velocidad. Cuando pasa la calle, acelera más, casi perdiendo el control, pero lo retoma y gira a la derecha, reduce la velocidad y entra a un callejón. Apaga los motores y se esconde detrás de unos botes de basura. Ve pasar a la policía y suelta un gran suspiro de alivio, apoyándose en la pared. Agarra su celular y llama a Caden.

Caden sigue detrás de los policías a una distancia prudente para que no sospechen. Suena su celular, lo agarra y contesta sin ver el número.

—¿Quién es? —pregunta con su voz fría, girando a la izquierda.

—Estoy en el callejón, Caden, espérame en la cafetería Helado para dos. Ahora —y cuelga, él rápidamente busca con la mirada esa cafetería de nombre extraño.

Pasan unos minutos y encuentra a Odette sentada en una de las mesitas de afuera. Detiene el auto y Odette entra en el lado del copiloto, esperando con nerviosismo su reprimenda o un sermón.

—¿No vas a sermonearme? —pregunta ella con temblor en su voz, mirándolo. Él gira su cabeza para verla, le da una sonrisa tranquilizadora y niega con la cabeza. Ella suelta un suspiro entrecortado; sus latidos del corazón siguen a una velocidad que teme que salga de su pecho. Empieza a reírse, cualquiera diría que parece una lunática, pero a ella no le importa. De algún modo, tiene que desaguarse. Él ni siquiera la ve como si estuviera loca o maniática, solo sonríe y arranca el auto en dirección a su casa.

...

En todo el camino estuvieron en silencio, intercambiando miradas.

Llegan a casa, detiene el auto y los dos sin mover ningún musculo, esperando a que uno de los dos se digne a hablar. Todavía se puede escuchar las respiraciones agitadas, tal vez, los dos deseando lo mismo.

—Caden... —intenta decir Odette, pero es callada por los labios de Caden sobre los suyos, cierra los ojos al instante, disfrutando de las sensaciones que le provoca solo un beso, su primer beso. Los dos se olvidan de todo, como si estuvieran en una burbuja creada solo para ellos. Caden queda embelesado por los labios de Odette: suaves y dulces. Con tal solo pensar en que Odette nunca ha besado a nadie, lo sabe por qué no ha movido los labios. Ella, por fin, reacciona e intenta seguirle el beso. Sus labios se mueven torpemente sobre los suyos. Caden posa una mano en la mejilla de Odette, acariciándola delicadamente. Toda las sensaciones que está sintiendo Caden en este momento, son dirigidas a su entrepierna. Caden intenta calmarse para no hacerle sentar a ahorcajadas sobre él. Pero tampoco funciona. Odette, por un loco impulso, se desabrocha el cinturón y se sienta rápidamente sobre él, sin dejar de besarlo. Caden jadea por su iniciativa, posa ambas manos sobre la cintura de Odette y ella posa sus manos en sus hombros para equilibrarse. Ambos se separan, mirándose el uno al otro. Respiran agitadamente, Caden siente que su pantalón está apretado. Odette siente que algo se está formando en su intimidad. Caden no pierde tiempo, empieza a dejar besos delicados por su cuello, pero lo suficientemente calientes para Odette, que le hace soltar suspiros entrecortados e inclinando la cabeza hacia atrás para darle más acceso. Toda su mente se pone en blanco, solo concentrándose en los labios de Caden sobre su piel. Caden se está controlando, no quiere hacer nada que ella no quiera y, mucho menos en un auto. Ella no se merece eso, piensa él.

Odette, al parecer se da cuenta de su acción, por qué abre los ojos, se quita de encima de Caden y sale del auto sin parpadear. Con pasos rápidos, abre la puerta de su casa, entra y cierra de un portazo. Caden se queda atónito, suspirando pesadamente y abriendo sus ojos, mirando la puerta de Odette, preguntándose: ¿Qué pasó? Tal vez la presioné demasiado, mierda, piensa él.

ODETTE

Mierda, mierda y doblemente mierda.

Di...di...mi primer beso. Mi primer beso... y fue con Caden... mi vecino.

¿En qué demonios estaba pensando?

Culparé a la adrenalina que sentía en el momento. Sí, eso fue.

Sabes que no fue por eso.

¡Fue por eso! Tal vez, una parte muy profunda de mí... fue por qué...

No, no y no.

Respiro agitadamente y me agarro de mi cabello para pasarlo hacia atrás. Los recuerdos, otra vez los recuerdos: mi padre con mi madre, mi padre y yo, mi padre dando tiernos besos a mi madre y diciéndole que la ama.

Esto solo fue un beso, ¿no? Solo fue eso y no se volverá a repetir.

Empiezo a caminar hacia mi sofá y me siento en él, bloqueando los sentimientos, como siempre lo he hecho.

De pronto me siento muy cansada y cierro los ojos, echándome en el sofá y con el frío acompañándome.

CADEN

Los labios de Odette... su piel suave. Debí haberme controlado. De alguna forma sentí como si la hubiera presionado.

Lo que siempre hago cuando... tengo bloqueos de este tipo....

Camino hasta llegar a mi cuarto, voy hacia mi balcón y veo que no ha aprendido las luces de su habitación. Otra vez el pinchazo de preocupación, pero no puedo ir a su casa. Siento que necesita estar sola y no le gustaría mi presencia. Así que vuelvo de mis pasos, me detengo en mi estante y alcanzo mi caja, haciendo a un lado mis trofeos. Abro mi caja y saco con cuidado el libro que me regaló mi padre hace años, el último regalo que me dio. Seis de cuervos. El primer libro que leí. Mi secreto. Solo sabe mi familia y Gaelan. Es muy... privado. Me acomodo en mi cama con mi espalda apoyada en la cabecera, pero aspiro el exquisito aroma a vainilla. ¿Por qué no puedes dejarme un segundo tranquilo, Odette? Sé que lo jodí todo cuando probé sus pecaminosos labios que me llevarán a la locura.

Y empiezo a leer para despejar mi mente un segundo y pensar cómo será desde entonces. 

¡Queridos lectores!

Sé que este capítulo fue corto, pero... creo que fue bueno, ¿no? 

Espero que les haya gustado, no di todo mi esfuerzo, pero quería expresar o intentar de cómo se sentía Odette. Jamás fui buena para expresar los sentimientos, ¿se habrán dado cuenta no? 

Pero bueno... les dije que tenía un secreto Caden, ¿no? ¿Qué les pareció? Un chico frío y a la vez no, tierno, respetuoso y ahora lector, ¿sorprendidos? 

Debo admitir que...no he estado bien, tal vez, también afecté al capitulo y por eso pido disculpas. 

Y en el siguiente mejoraré.

Nos vemos en el siguiente capítulo... 

Odette & Caden [Sensaciones #1] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora