28. El futuro

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Capítulo 28

Días después...

CADEN

—¿A dónde vamos, Harris? —pregunta Odette a mi lado, con los ojos vendados, sentada.

Suelto una risa divertida, —Es una sorpresa, Aniston —canturreo, divertido y sin aguantar la pequeña sonrisa.

—¿Te he dicho que no me gustan las sorpresas, Harris? —inquiere, cruzándose de brazos y haciéndose la ofendida; pero sé que está fingiendo.

—Dímelo cuando de verdad te lo creas, Aniston —sonrío con burla y diversión, a lo que ella suelta un bufido.

Sigo conduciendo y observo los árboles pasar.

Hasta que vuelvo mi vista al frente y una sonrisa maliciosa surca mi rostro.

—Odette, debo confesarte que... tengo un vibrador y pienso utilizarte en ti —susurro con voz ronca por el placer y la satisfacción de verla.

Y, como lo pensé, su rostro se vuelve rojo al instante y se muerde el labio inferior, deseando yo hacer lo mismo.

—¡Caden! —chilla con una sonrisa nerviosa —. ¡Eres un tramposo mentiroso!

Sonrío por inercia.

Me escojo de hombros.

—¿Qué puedo decir? Me gusta cuando te pones nerviosa y tu rostro se pone rojo —confieso.

Ni siquiera veo sus ojos, pero sé que los rodó por mi confesión.

Llegamos a nuestro destino y abro la puerta para salir y abrirle al de ella, pero la testaruda ya salió sin darme el tiempo de hacerlo yo.

—¡Oye! ¡Me quitaste mi momento de caballerosidad, Aniston! —hago un puchero con los labios a lo que ella se escoge de hombros, divertida.

—Considéralo el karma por tu comentario dentro del auto, Harris —y sonríe con inocencia, remojándose los labios y sonrío, posicionándome detrás de ella y le doy un suave beso en el cuello, sintiendo cómo se eriza su piel.

Coloco mis manos en sus hombros y la guío hasta el lugar donde tengo preparado, deteniéndome.

—¿Lista? —pregunto con una gran sonrisa.

—Lista —responde y procedo a quitarle la venda de los ojos.

No necesito verla para saber que ha abierto los ojos en una expresión de asombro absoluto.

—¿Qué...? —es lo primero que pregunta, con la boca abierta y dando dos pasos hacia adelante, mirando todo el lugar sin poder creérselo y eso no borra mi sonrisa en ningún momento.

¿A dónde la traje?

Al lugar donde la traje la primera vez, en la rueda de la fortuna, donde mi padre y yo solíamos venir. Lo que era nuestro alguna vez, se volvió nuestro, el de ella y mío y, en un futuro, traer a alguien más.

Es de noche, no hace mucho frío, por suerte. Se aproxima el invierno, pero esta noche no, no, esta noche sale el sol para mí, para nosotros.

¡Dios! ¿Qué me hizo esta mujer? ¡Me hizo un poeta!

Vine hace dos horas para arreglar el lugar, a prendí las luces del lugar, arreglé un cine improvisado, coloqué una manta de cuadrados de color rojo y una cesta de puro dulces, pero no cualquier tipos de dulces, no, los favoritos de Odette.

Tuve que conseguir un proyector de cine y, admito, fue difícil conseguirlo, pero haría lo que sea por ella, por ver justo la expresión que tiene ella ahora, quiero verla con esa expresión toda la vida. Cómo sus ojos se iluminan por ver el lugar, su sonrisa mágica, cómo su respiración se empieza a regular por el asombro...

Odette & Caden [Sensaciones #1] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora