Odette & Caden [Sensaciones #1] [Terminada]

18. ¿Quién es Hegan?

Capítulo 18

21 de agosto

ODETTE

Salgo de la ducha con una toalla enrollada en mi cuerpo, alcanzo mi celular en el tocador y apago mi música. Saco mi secador de una de las cajas y lo aprendo, secando mi cabello. Y salgo del baño, pero chillo de susto por ver a Caden sentado en la orilla de mi cama, de espaldas, casi, casi se me cae la toalla. Es verdad que tuvimos unos pequeños encuentros, pero no a vernos desnudos. Ya quisieras verlo desnudo a él.

—¡CADEN! —chillo, molesta, él se pone de pie y se da la vuelta, notando que tiene una toalla enrollada en su cintura.

—Estamos a mano, ¿no? —enarca una ceja, divertido. Agarro un poco más con fuerza mi toalla y él parece notarlo —. Hay que compartir el agua, ¿no, vecina? —dice en voz baja, y empieza a acercarse a paso lento.

—¿Esa es tu excusa? —pregunto, entrecerrando los ojos y me doy un golpecito mental por notar el temblor en mi voz —. Puedes inventarte una mejor, ¿no lo crees, vecino? —doy un paso hacia atrás, chocando con la puerta del baño. Rodea mi cama, quedando a una distancia prudente.

No te pongas nerviosa, solo es un chico en toalla de baño, casi frente a ti y, con tan solo pensar que no tiene nada abajo y yo tampoco... Es normal, totalmente normal que tengas a tu novio al frente y con una toalla, ¿no?

Mi mano izquierda se dirige a la manilla del baño y entro, dándome la vuelta y colocando mis manos en el tocador, levanto mi mirada al espejo y noto a Caden detrás de mí. Muerdo mi labio y siento como sus manos se colocan con las mías, apoyándose. Se acerca un poco, y puedo sentir sus labios sobre mi cuello y me estremezco. Cierro los ojos y dejo caer mi cabeza hacia adelante. Pero siento sus dedos sobre mi mentón y lo levanta.

—No cierres los ojos, Odette —susurra; mediante el espejo, conectamos miradas y puedo ver el deseo en ellos. Asiento con la cabeza e infiero que tampoco quiere que baje la cabeza. Será todo un Christian Grey, pero no me quejo. Sigue besando la parte posterior de mi cuello y tengo que morderme el labio, tanto que siento el sabor metálico en mis labios. Sus besos bajan hasta mi espalda y me tenso, él presiona su cuerpo con el mio, siento el bulto que se está formando. Con la mano todavía encima de la mía, da unas leves caricias en mis nudillos. En el reflejo del espejo, puedo ver las diferentes muecas que hago, me pongo roja como tomate por la vergüenza.

Su mano se dirige a mi abdomen y ahí se queda. Pero luego, me pega más a él y jadeo por sentir su erección pegado a mi culo.

—¿Notas cómo me estás afectando, Odette? —susurra y levanta la mirada, viéndonos en el reflejo. Una risa de satisfacción surca mi rostro —. ¿Notas lo duro que me pones con tan solo besar una parte de tu piel? —se moja los labios y me hace dar la vuelta, juntando sus labios con los míos, succiona mi labio y me saca un jadeo. Me iba a levantar, pero suena mi celular, avisándome que es una llamada entrante. Sonrío por su expresión de fastidio y alcanzo mi celular, respondiendo la llamada.

—¿Hola? —pregunto, pasando por su lado y dirigiéndome a mi ropero.

—No eres puntual, Odette, me decepcionas —dice en tono dolido e irritado, pero sé que solo lo dice para molestar.

—Lo siento, Hegan, pero... tuve unos inconvenientes. Estoy en unos minutos, ¿sí? —cuelgo la llamada y lanzo mi celular a la cama para sacar mi muda de ropa ya selecciona en la mente.

Me doy la vuelta y choco con el pecho desnudo de Caden.

—¿Quién es Hegan? ¿Y por qué te estaba llamando? —pregunta casi entre dientes y se cruza de brazos. No tengo tiempo para esto. Jamás, en mi corta vida, he llegado tarde a un compromiso y no quiero empezar ahora. Paso por su lado y dejo mi ropa en la cama. Me doy la vuelta y él sigue con su semblante celoso. Debo admitir que se ve adorable y a la vez tenebroso. Sé que va a estar con su cara todo el día, sería divertido ver eso, pero...no es una buena idea.