Melancólica Melodía

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Y así como los 10 años habían hecho a Aither madurar y convertirse en un criminal de cuna de oro, mientras él corría por su vida, por su identidad, en el Palacio de Renance, una melodía triste sonaba cada día enel piano de la familia.

Zula, sabía que sus hermanos y Bhesh habían tomado su lugar en el círculo de protección de Ackley, ella también había tomado el suyo.

Junto a Aither interpretaba cada libro que pudiera guiarlos a una solución por la noche, mientras que por el día se convirtió en el más ejemplar miembro de la familia, hermosa, virtuosa, inteligente, desvió la atención de sus padres y el pueblo de sus hermanos a ella y había funcionado.

A sus 16 años era admirada por su porte y elegancia, muchos incluso decían que si no fuera por sus tres hermanos mayores que estaban primero en la fila por el trono, ella sería la mejor Emperatriz de Renance.

Dos trenzas delgadas adornaban un lado de su largo y espezo cabello azul, tocaba una melancólica melodía en el estudio ya entrada la noche, sola, cuando un ruido casi imperceptible llamó su atención.

Se puso de pie y sacó una pequeña navaja del pliegue de su vestido, con cautela se acercó a la ventana.

Con sobresalto ahogó un grito al ver la figura encapuchada entrando por ella, fue en fracción de segundos que reconoció la figura, abrazaba con fuerza un libro y se tambaleaba tratando de controlar la adrenalina.

- ¿Aither?- murmuró Zula con su melodiosa voz alterada.

El chico se quitó la capucha y dejó al descubierto la herida en la ceja, bajaba un poco hasta el pómulo y sangraba de forma alarmante.

Zula se apresuró y consiguió toallas del baño más cercano tratando de evitar a cualquier guardia o sirviente, rápidamente limpió y revisó la herida, por fortuna, el ojo estaba intacto, dejaría cicatriz, pero al menos conservaría la vista en ambos ojos.

- ¿Qué pasó?- preguntó la chica, al ver la preocupación de su hermana, Aither sonrió bobamente.

- Me tropecé frente a un sujeto y su espada, jaja, pero lo conseguí- celebró el chico alzando el diario.

Zula frunció el ceño.

- ¿Qué es?-

- El diario de la última Bruja vista, una tal Idris del antiguo Egomedros.-

- ¿La Reina Idris de Egomedros?- preguntó Zula.

- Sí, resulta que sí era Bruja después de todo, al menos no la quemaron en vano- rió Aither, Zula le dirigió una mirada sombría.

- No es gracioso- señaló la chica.

- Bueno, como sea, ¿lo vamos a leer o no?-

Zula hizo unos últimos ajustes en la herida de Aither y se escabulleron de regreso al cuarto del chico para que se cambiara y escondiera su ropa de criminal, paaron el resto de la biche leyendo el diario de la Bruja sin imaginar, todo lo que encontrarían en él.

Por la mañana siguiente, las tareas de cada miembro de la familia comenzaron, el primer evento, el desayuno, la herida de Aither no pasaría desapercibida.

Todos miraban al chico pero nadie decia nada, hasta que Lexi se dirigiò a su hijo.

- ¿Ai, qué le ocurrió a tu cara?- preguntó Lexi.

- ¿De qué hablas mamá?, soy feo porqué tú me hiciste así- rió Aither, desde su sitio Aden puso los ojos en blanco, Lexi no se rió.

- Hablo en serio Aither- ante el tonl de su madre, el chico vaciló un momento.

- Sólo me corté mientras practicaba esgrima- dijo Ai un tanto inseguro, Lexi no compró la excusa.

- ¿Esgrima?, ¿A qué hora?, si durante la cena estabas bien- cuestionó Lexi, Aither estaba nervioso, Aden escondió la cara de sus padres para que no vieran su gesto de frustración, Bhesh se notaba preocupado, al igual que Ackley, Zula, permanecía serena.

Aither ya no pudo ocultar su nerviosismo.

- Sí, esgrima, después de que todos se fueron a dormir, yo me quedé a practicar en secreto, ¡no puedo ser peor espadachín que Bhesh o Aden!, ¡Hasta Ley es mejor que yo y eso que a él ni le gusta!...- se quejó Aither, con mentira tan perfecta que los chicos se asombraron.- ... la espada se me resbaló, me corté y Zul me ayudó a curarme, yo le dije que no dijera nada- complementó Aither, con el rabillo del ojo Aden miró a sus padres, sin duda, ambos habían caído y creían la mentira de Aither, afortunadamene.

El resto de la mañana debió ser tal y como se programaba, los hermanos practicaron su esgrima, Fravian, quien los entrenaba, miraba a los cuatro chicos y sin duda, Aden sobresalía con su fiereza y perfecta postura, Aden, el hermano mayor, pelirrojo como su madre, con ojos dorados felinos, había desarrollado un cuerpo descomunal gracias a su genética de Magalia, era el más alto y fuerte de los tres, con imponente presencia, que ya lo contemplaba como líder del ejército, a su lado  casi a la par, Bhesh, menos alto, menos corpulento, pero más ágil y con postura perfecta también, el rubio se esforzaba para estar a la altura de los Príncipes, como si tuviera alguna razón específica para ello, la cual, de hecho, la tenía, todos los hijos reales la tenían, y esa razón, practicaba a su lado.

Elegante, diestro, en lugar de parecer que luchaba, sus pasos parecían más bien una danza con espada, su cabello cazi blanquecino revoloteaba enmarcando su rosteo perfecto de tez pálida y ojos plateados y brillantes.

Ackley, a punto de cumplir 19 años era sin lugar a dudas, el hombre más hermoso del reino, y eso nadie lo discutía  muchos lo comparaban con un hada, un ángel, alto, esbelto, imponente pero delicado, pocos lo habían escuchado hablar, nadie lo había visti sonreír y eso sólo alimentaba más su imagen de perfecto y misterioso.

Al medio día, los hermanos y Bhesh estuvieron al fin solos para una merienda en el jardín.

- Aither, no puedo creer que hayas sido tan estúpido comonpara dejar que te hirieran- reclamó Aden con voz ronca, Aither puso los ojos en blanco.

- Lo siento Aden, es mi error por no poder luchar contra dos sujetos, en la noche y de imprevisto.-

- ¿Sólo dos?, de verdad eres estúpido- continuó Aden, Aither lo miró ofendido.

Zula los interrumpió con un suspiro.

- Pero parece que valió la pena, Ai, cuéntales.- dijo la chica.

Aither miró a su alrededor antes de soltar la información.

- Leonora de Vaegarus, posiblemente, la última Bruja viva.- presentó Aither, sus hermanos lo miraron con curiosidad.

Herederos del Sol [Poema de Creación y Destrucción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora