La bestia medio incinerada cayó a los pies de los chicos, quienes jadeaban exhaustos, les ardían los brazos y piernas, si eso era ahora que seguían con la adrenalina no querían ni pensar en el dolor que les esperaba en unas horas.
Comenzaron a buscarse heridas, todos estaban con rasguños y moretones mínimos, a excepción de Noah quien seguía inconsciente, los chicos se acercaron para verlo, era grave pero al menos estaba vivo.
- ¡Maldita sea!, esto fue una distracción, ahora esa bruja esconderá a Ackley hasta que pueda usarlo, y Noah... no planeaba solo entretenernos, ¡matarnos si era posible!- se quejó Aden caminando de un lado a otro con impotencia.
Aither miraba fijamente la herida de Noah, donde debería estar su brazo izquierdo.
- ¿No pudiste pegarle el brazo?- cuestionó Aither.
Adam-Bhesh le dirigió una mirada de fastidio.
- Curarlo ya fue demasiado para el cuerpo de Bhesh, es lo mejor que pude hacer.- aclaró Adam.
- ¿Y planeas quedarte en el cuerpo de mi amigo a todo esto?- preguntó Aither, Adam suspiró.
- Tan pronto Bhesher recupere la fuerza para caminar por sí solo le devolveré su cuerpo.- aseguró Adam apelando a toda la paciencia que tenía.
- Gracias.- dijo Zula hacia Adam con genuino alivio, Adam le sonrió y asintió antes de dar media vuelta y dirigirse con Leo quien descansaba sobre una roca.
Adam se sentó junto a Leo, ambos miraban a los chicos, cada uno procesando lo ocurrido a su manera.
- No lo hicieron mal para ser niños de oro y castillos.- comentó Leo.
Adam solo asintió en silencio, así se mantuvieron unos momentos hasta que Adam decidió decirlo.
- Tú también puedes sentirlo, es curioso, lo sentiste desde que la semilla alcanzó su destino, solo unas horas después, pudiste detenerlo, aún puedes, pero no lo has hecho, ¿porqué Leonora?- cuestionó Adam en voz baja, Leo llevó sus manos a su vientre y meditó su respuesta.
- Idris.- respondió.
- ¿Idris de Caesias?-
- Solo Idris tuvo descendencia, por culpa de Lilith no prosperó, si ganamos, quisiera que el mio viviera en honor a nuestra estirpe, en honor a Idris, a su hijo que no vivió más allá de sus veintes, a mis hermanas que fueron cazadas una a una.- confesó Leo.
- ¿El Príncipe de Renance lo sabe?-
- Aún no, se lo diré tan pronto encontremos a su hermano, no necesita más preocupaciones por ahora.- Leo sonrió, no sabía si Aden correspondería, pero parte de ella confiaba en que al Príncipe no le desagradaría la vida creciendo en su interior.
- Aún así necesitas protección.- insistió Adam, algo en ese embrión que ni siquiera había terminado su proceso de fecundación ya le alteraba.
Leo sonrió más ampliamente.
- No te preocupes, él es más fuerte de lo que parece, estaremos bien.- aseguró Leo, solo eran dos células fecundadas hacía menos de una semana y Leo ya lo sentía tan completo que aseguraba incluso que era un él.
Las palabras de Leo no tranquilizaban a Adam y sentía que debía hacer algo.
- Aún tengo algo de poder propio que puedo usar en este cuerpo, dejame intentar algo, por mi tranquilidad.- sugirió Adam.
Leo lo miró con cierta desconfianza.
- Algo que me hubiese gustado haber hecho con Idris de Caesias y su hijo.- confesó Adam.
Leo suspiró y dejó a Adam hacer su magia, el chico suspiró, cerró los ojos y sus manos se iluminaron débilmente, puso su palma sobre el vientre de la Bruja y esperaron un par de segundos.
Adam sonrió con dulzura y alegría.
- ¿Qué hiciste?- preguntó Leo.
Adam mantuvo su sonrisa y su mirada fija en el vientre de Leo como si supiera algo más que no planeaba decir.
- Sólo le ayudé un poco, tienes razón, estarán bien.- aseguró Adam antes de ponerse de pie.
Leo lo miró curiosa.
- Adam, ¿qué viste?- preguntó Leo poniendose de pie.
Adam le dirigió una mirada de picardía.
- No mucho, es... Caótico.- la sonrisa de Adam se amplió como si esa única palabra lo explicara todo, sin decir más se alejó de Leo, la chica quedó confundida, ahora dudaba un poco de su decisión de quedarse con aquel hijo, un niño que despertara interés en seres como Adam no era una señal muy buena.
- Tenemos que apresurarnos o no llegaremos a Ackley pronto.- aseguró Aden.
Zula se puso de pie con mirada encendida.
- No, vamos a descansar, unas horas.- dijo Zul.
- No nos podemos dar ese lujo Zula.- respondió Aden determinante, pero la chica no cedió.
- ¡Míranos!, aún si encontráramos a Ackley ahora no podríamos hacer nada, Lilith nos atraparía como insectos en una red.- señaló Zul.
Aither miró a Aden asintiendo.
- La Princesa tiene razón, no sirven de nada ahora, duerman unas horas, denle tiempo a Bhesher y Noah de despertar.- dijo Adam más como una orden.
Aden lo pensó unos segundos antes de ceder, no podía negar que eso era lo más sensato, no podía poner en riesgo a sus hermanos, casi perdía a Noah, un chico que ni siquiera era de su familia y aún así ahí estaba, herido e inconsciente por ellos, debía pensar como le agradecería una vez terminada la misión.
Convencidos de que descansar era lo mejor, se alejaron del cadáver del zorro y se acomodaron a descansar, cada uno con sus propios fantasmas en mente.
Leo seguía pensando en aquello que Adam no le decía sobre su hijo, Aden trataba de armar estrategias, pero su cuerpo imploraba descanso por lo que entre sus pensamientos no tardó en quedarse dormido.
Adam solo se sentó bajo un árbol y cerró los ojos, no se quedó dormido, quedaría en vigilia para cuidar de los chicos y estar al pendiente de Bhesh cuando despertara, a lo lejos, Aither lo observaba, había leído demasiados libros cuando buscaba una cura para Ackley, una en tantas ocasiones se encontró con mitos sobre ese hombre frente a él, Adam del Edén, primer hombre creado por Padre Celestial, esposo de Lilith, luego Eve, después de Caín y Abel Adam desaparece y no se le vuelve a mencionar abiertamente, parecen haberlo visto tanto en Midbermonth, como en la Tierra de los Humanos, así como en el Inframundo, ¿qué hizo todo este tiempo? Aither no confiaba en él.
Un poco más alejados, Zul descansaba recostada junto a Noah.
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Herederos del Sol [Poema de Creación y Destrucción]
FantasyAlgunas leyendas son más que eso y Bhesh Darvin desafiará al mismo Destino en nombre de la paz y un infinito amor