Vaegarus

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Los rayos de luz matutina eran como estacas en los sensibles ojos de Zul, Noah, Aither y Bhesh.

Con quejidos, Bhesh fue el primero en incorporarse, su cabeza aún daba vueltas y su estómago se sentía revuelto.

- Veo que ya despertaron, tomen esto, les ayudará.- la voz desconocida de Leo lo alertó.

Bhesh miró a la chica con desconfianza.

- No volveré a aceptar bebidas de desconocidos, gracias.- aseguró Bhesh un tanto molesto, Leo no pudo evitar reírse.

- Tómalo Bhesher, es seguro.- la ronca voz de Aden sonó a su lado, Bhesh lo miró, parpadeó un par de veces para asegurarse de que no estuviera alucinando.

- Aden, te estaba buscando.- comenzó Bhesh.

- Zula dijo algo al respecto, primero tómate lo que sea que Leo te dé, hablamos ya que los cuatro estén mejor.- decidió Aden.

Bhesh tomó el brebaje que le ofrecía aquella hermosa morena, Aither, Zul y Noah le siguieron.

Aither no pudo evitar darse cuenta.

- Leo... ¿cómo de Leonora?- cuestionó Aither, el grupo calló de inmediato y miraron a Leo interrogantes.

- ¿La Bruja?- compuso Zula.

Aden no daba crédito a lo que escuchaba.

Miró a Leo esperando que la mujer lo negara pero al contrario, Leo cruzó los brazos sobre el pecho y se acercó sigilosa.

- No uso ese término en voz alta, solo Leo.- afirmó la mujer, Aden se puso de pie de un salto.

- ¡Eres tú!, ¿porqué no dijiste nada?- preguntó sintiendose un poco ofendido.

Leo arqueó las cejas.

- Siendo sinceros, no nos cuestionamos muchas cosas anoche.- se limitó a decir la chica, Aden se mordió la lengua, ciertamente no quería compartir su experiencia con sus hermanos.

- Te hemos estado buscando desde Renance...- comenzó Aden, Leo lo detuvo alzando una mano frente al rostro del chico.

- Hay muchos oídos aquí, síganme.- la mujer se encaminó a su tienda sin mirar atrás, los chicos tardaron un par de segundos antes de ponerse de pie e ir tras Leo.

Aden sintió un poco de incomodidad al encontrarse en esa misma tienda en la que unas horas atrás había tenido relaciones con una "Bruja".

Leo caminó alrededor de su escritorio viendo sus pergaminos.

- Señora de Vaegarus, tenemos muchas preguntas...- dijo Bhesh tratando de ocultar el temor que le ocasionaba estar frente a un ser poderoso y posible asesino.

Leo bajó el pergamino que leía y miró a Bhesh con clara ofensa.

- ¡¿Señora?!, yo también tengo preguntas para tí, ¿cómo conoces a Lilith? Y ¿cómo me encontraron?- preguntó Leo a la defensiva.

Los artículos dentro de la tienda comenzaron a temblar, al notarlo, los chicos se sintieron amenazados, Aden y Noah tenían ya sus manos sobre el mango de sus espadas listos para atacar en caso de ser necesario, pero Aither fue más rápido y se puso frente a Bhesh.

- Encontramos el diario de una de sus hermanas, Idris de Caesias, ahí había pistas de su paradero, ocupamos su ayuda para encontrar a nuestro hermano.- explicó Aither.

Leo pareció melancolica al escuchar el nombre de Idris.

- Idris intentó siempre seguirnos el rastro... su hermano, recuerdo eso.- dijo Leo mirando a Aden, Aden asintió confirmando que la información era legítima.

- Ackley tiene una maldición, si no lo ayudamos, morirá pronto.- indicó Aden.

- ¿Por Lilith?- preguntó Leo, los chicos miraron a Bhesh.

- No sabemos quien es Lilith, escuché su nombre ayer, dos veces por una voz, en el bosque y aquí...- comentó Bhesh, y como si acabase de recordarlo arqueó las cejas.- ... ¡El hombre!, está aquí.-

- ¿Qué hombre?- cuestionó Leo.

- ¿La voz?- preguntó Aither.

- Ayer dijiste que la voz venía del viento, de la luz del Sol.- recordó Zula.

- Sí, pero anoche, cuando nos tomamos esa cosa, lo vi, estaba a lado de mí, cabello café, chaleco café, y me dijo lo mismo, que llegara al bosque antes que Lilith.- recordó Bhesh.

- Fue una alucinación.- dijo Aither.

Pero Leo no estaba muy segura.

- ¿Te dijo su nombre?- preguntó Leo, Bhesh negó con la cabeza.

Leo se sobó las manos.

- ¿Me permites verlo?- preguntó la chica, inseguro Bhesh asintió, Leo puso sus manos sobre la cabeza de Bhesh y cerró los ojos, trató de ver al sujeto del que Bhesh hablaba, más no se esperaba la carga de energía y de información a la que accedería.

Leo vio en segundos toda la vida y las emociones de Bhesh, vio a los padres del chico, su vida en el Palacio, el afecto a cada uno de los miembros de la familia Real, especialmente a ese hermano que no estaba en el grupo, el accidente del lago, la supuesta "maldición", incluso el trance durante la batalla del bosque, la voz y finalmente al hombre de cabello color caramelo.

Al finalizar, Leo tomó una bocanada de aire abrumada por todo lo que había absorbido sin querer.

- Adam... esto está mal.- Leo sobresaltada buscó entre sus pergaminos.

- ¿Adam?, ¿quién es?, ¿qué ocurre?- Aden preguntó alarmado.

- Tienen que encontrar a su hermano y matarlo antes de que llegue al Valle Rojo.- sentenció Leo, los chicos intercambiaron miradas aterradas.

- ¡No, por supuesto que no!- exclamó Bhesh.

- Leo, ¿qué sabes?- insistió Aden.

Leo sacó un pergamino.

- No es una maldición, es un sello...- comenzó, señaló la leyenda del pergamino, "Los espíritus del Sol y la Luna", los chicos lo leyeron.

- Sí, ese cuento nos lo contaba mamá para dormir, una pareja de enamorados que son engañados por el Destino pero la Fe salva sus espíritus y se convierten en los espiritus del Sol y la Luna.- recordó Noah.

Leo suspiró.

- Por supuesto, los años romantizan todo, Fe utilizó ese acontecimiento para sellar a Destino, y para mantener a Destino en su encierro se debe evitar que la historia se repita, el Sol y la Luna no deben llegar al Valle Rojo ni morir ahí.- explicó Leo.

- Muy bien, entonces nadie irá al Valle Rojo, ¿o qué otra solución hay?- preguntó Noah.

- Él muere aquí.- Leo señaló a Bhesh.

- ¡¿Qué?!, ¡no!- exclamó Aden.

- El ritual no funcionará si el Sol muere lejos del Valle, o él muere aquí o la Luna muere antes de llegar al Valle.- sentenció Leo.

- ¿La Luna?, ¿Ackley?- cuestionó Bhesh.

- Si así se hace llamar ahora.-

- No, no, no, nadie morirá, debe haber una forma de que esto se solucione sin que nadie muera.- reflexionó Aden.

- Imposible, si el Sol y la Luna mueren durante la sexta luna llena Destino quedará libre, y parece que ella ya está haciendo sus movimientos.- indicó Leo.

- Ella.- repitió Bhesh.

- Lilith.- afirmó Leo sombría.

Herederos del Sol [Poema de Creación y Destrucción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora