Regaliz

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Mientras sus compañeros seguían su camino y Aither lo cargaba, Bhesh caminaba en su subconsciente materializado como un claro de un bosque, uno en el que no recordaba haber estado nunca, parte de él quería llamar a sus amigos pero después caía en cuenta de que estaba en una especie de sueño.

Caminó por lo que él percibió como horas hasta que una voz le llamó.

- ¿Bhesh?- La voz de Ley sonó cerca de él, en cuanto se giró sorprendido para verlo, Bhesh se percató de que había vuelto al claro del inicio donde Ley le dirigía una mirada sorprendida.

- Ackley- llamó Bhesh en un suspiro aliviado, sin pensar, se dirigió a él a paso agigantado y rodeó a Ley en un cálido y fuerte abrazo, inhaló con alegría el aroma de la piel de Ley, olvidó lo alto que era el chico, un poco desconcertado Ley le devolvió el abrazo.

- ¿Dónde estamos?, ¿Cómo llegamos aquí?- cuestionó el Ackley.

Bhesh ignoró las preguntas de Ley, lo miró de pies a cabeza.

- Ley escúchame, quédate donde sea que esté, no te muevas, no avances, estamos detrás de ti, ya casi llegamos.- comenzó Bhesh, Ley frunció el ceño.

- No, no, regresen a casa, mamá y papá estarán muy preocupados, yo estoy bien, estoy con alguien que me está ayudando, ella tiene el poder para quitarme esta maldición.- explicó Ley convencido.

Bhesh meditó las palabras de Ackley.

¿Ella?

- No, Ley, esa mujer no es de fiar, Leonora nos ha dicho quien es, peligrosa, nos contó que la encerraron para que no lastimara más personas.- trató de explicar.

- ¿Leonora?, la Bruja, juzgas las intenciones de Lilith a quien conozco desde hace años por la palabra de una mujer a la que acaban de conocer.- señaló Ley, Bhesh enmudeció, Ackley confiaba en Lilith más de lo que pensó.

- Ley, Lilith quiere matarnos, a tí y a mí para ella salir de su prisión y Dios sabe qué horror va a causar.-

Ley dio y par de pasos lejos de Bhesh, incrédulo.

- ¿Eso también te lo dijo Leonora la Bruja?-

Bhesh siguió a Ley.

- Entiendo que no confíes en ella...- Bhesh miró directamente losnojos grises de Ley.-... pero confía en mí, me conoces, desde antes que tú a Lilith o yo a Leonora, no te pediría nada si no creyera que es necesario, lo sabes.- Bhesh apeló a su unión y a la esperanza de que Ley lo viera como él lo veía.

Por un momento pareció como si la súplica de Bhesh hubiese funcionado, la mirada de Ley mostraba complicidad, un ápice del cariño que Bhesh anhelaba, pero de un momento a otro, esa mirada cambió, era fría, ajena a Ley, una mirada que Bhesh nunca había visto.

- Lilith lo prometió, y yo le prometí que le ayudaría, que la liberaría,... es mi destino.- dijo Ley casi mecánicamente.

Bhesh lo miró con desconcierto, ese no era Ley, no era su Ley.

- ¿Quién eres?-

El claro del bosque comenzó a cambiar, los árboles, las piedras, parpadeaban y cambiaban de lugar, el verde del bosque cambiaba de tonalidades pasaba de verano a invierno, y a otoño en un pestañeo, los cambios a su alrededor comenzaban a marear a Bhesh, era caótico.

Miró a Ley, estaba estático, pero su mirada parecía suplicarle, lentamente una mano delgada comenzó a aparecer sobre los hombros de Ley, poco a poco una serpentina figura femenina apareció, morena de larga cabellera castaña, con un largo vestido verde esmeralda y un par de ojos plateados, como los de Leonora, Lilith.

La mujer sonrió con malicia, mientras se acercaba a Bhesh.

- Tú eres el Sol, eres lindo, aunque un poco bajo para mi gusto.- comenzó Lilith caminando alrededor de Bhesh.

- ¿Qué le hiciste?- preguntó Bhesh con enojo.

Lilith rió, su risa era elegante, escalofriante.

- Sabes, él siente lo mismo, puedo sentirlo, incluso ahora, me ruega porque te deje ir, aww, es tan lindo, tanto como la primera vez...- dijo Lilith mientras materializaba, de alguna parte de su escote, una pequeña bolsa transparente con tiras de dulce de regaliz, el ente parecía despreocupada -...me pregunto, cuando termine con ustedes y salga de esta asquerosa prisión psíquica en la que me puso aquel prostituto de Adam, ¿ustedes volverán a nacer y volverán a morir por amor?, espero que no, ¿no crees que eso sería muy cansado?, yo creo que sí.- continuó Lilith dándole una mordida a su dulce.

- No vas a salir de aquí nunca.- afirmó Bhesh.

- Por cierto, dices que "están cerca", y Leonora está con ustedes, esa Bruja astuta, si mis cuentas son correctas, solo queda ella, debo agradecerte Bhesher, completaré mi colección de Brujas muertas con la cabeza de Leonora de Vaegarus...- Lilith se mostraba segura de sus planes, ignoraba por completo si Bhesh la amenazaba.

Lilith volvió a Ley y lo tomó del hombro, con un toque pareció como si algo qurmara dentro de Ackley, el chico no podía moverse pero su gesto mostraba su dolor.

- ¡LEY!- Exclamó Bhesh corriendo hacia Ackley pero Lilith alzando una mano lo detuvo en su camino, Bhesh sintió su cuerpo luchar contra una fuerza invisible que le impedía avanzar.

- Vuelve con tus hermanitos, y dile a Leonora le mando saludos.- se despidió Lilith abriendo una clase de portal detrás de Bhesh, y al momento que Lilith cerró la palma de su mano la fuerza invisible que detenía a Bhesh lo empujó con fuerza a través del portal cerrandolo tan pronto cruzó dejándolo imponente con la imagen de Ley preso de Lilith.

Bhesh despertó con sobresalto en los hombros de Aither, el hermano de en medio saltó y no pudo evitar soltar al rubio.

- ¡Mierda!, ¡Bhesh!- exclamó Aither, el resto de los chicos se acercaron de inmediato.

- Bhesher, ¿estás bien?- preguntó Aden buscando alguna herida visible, Bhesh miró a Leo, la chica lo supo de inmediato.

- Ella sabe que vamos- aseguró leo sombría.

- Tiene a Ackley, lo está usando.-  informó.

- ¿Usándolo?- preguntó Zul.

- Lo engañó para usar su poder a su antojo, Lilith tiene el control sobre Ackley.- dijo Adam a espaldas de Leo.

- Lilith está usando el poder de Ackley.- resumió Leo en voz alta para el grupo.

- Y sabe dónde estamos.- aseguró Bhesh.

- Eso no puede ser, ¿o sí?- cuestionó Aither a Leo.

Leo estuvo a punto de responder, pero un ruido los alertó, de entre los árboles salió un grupo de siete zorros blancos, brillantes y el doble de grandes que un zorro normal, los ojos de los animales eran grises y parecían al acecho, no muchos metros más adelante de ahí Ackley miraba en dirección a dónde habían aparecido los zorros, mas no parecía ser Ackley, la sonrisa traviesa la delató, Lilith tenía un cuerpo temporal y era el de Ley.

Herederos del Sol [Poema de Creación y Destrucción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora