Herederos del Sol [Poema de Creación y Destrucción]

Perder Tiempo

Bhesh perdió el conocimiento ante la confusión de sus compañeros, Noah reaccionó a tiempo para evitar que Bhesh se lastimara con su caída, Aden se apresuró a revisar sus signos vitales buscando una razon para ese desmayo.

Leo no despegaba su vista atemorizada de la resplandeciente Luna, sabía que eso no era normal.

- Lilith está rompiendo el sello, el chico de la Luna está liberando energía.- la voz del espectro de Adam sonó a lado de Leo, la chica se giro a verlo, de nuevo, ahi estava el joven vestido de blanco con expresión preocupada, miraba sus manos, Leo podía notarlo, aunque el espectro de Adam solo era visible para Bhesh y para ella por ser una Bruja, podía ver que la imagen del joven era más nítida casi corpórea.

- ¡Leo!- la voz de Aden sacó a Leo de su preocupada distracción.

La chica se volvió a sus acompañantes, era evidente que ellos estaban preocupados por Bhesh y no por lo que solo ella sabía.

- ¿Puedes saber qué tiene?- preguntó Zul tratando de guardar la calma.

Leo suspiró, podía saber la condición de Bhesh pero entre más usara magia, más expuesta estaría para Lilith y el peligro sería inminente, para todos.

Se acercó a Bhesh y trató de pensar en algún hechizo o técnica que no requiriera tanta energía y pudiera ser ignorada por Lilith, pero Adam interrumpió oportunamente.

- La descarga lo debilitó a él también por su conexión, no es nada grave, volverá en sí en un rato, no te arriesgues, será mejor que los convenzas de continuar, si el chico ya empezó a usar sus poderes, no tendremos mucho tiempo para la Luna Llena.- explicó Adam, Leo asintió.

- ¿Leo?- Aden la llamó al notar que la chica miraba a su lado hacia un sitio vacío, dispersa.

Leo volvió hacia él.

- Estará bien, está conectado a Ackley, por eso le afecta, despertará en un rato, debemos seguir.- dijo Leo con voz mecánica poniéndose de pie y siguiendo su camino a paso firme, los chicos la miraron extrañados.

Aden se levantó de un salto y la siguió.

- Leonora, detente.- ordenó el chico pero Leo no se detuvo.

Aden chasqueó los dientes y apresuró el paso para alcanzarla, la tomó del brazo y la obligó a encararlo, la Bruja sintió escalofríos, el chico era imponente, sin su magia tenía la certeza de que Aden podía partirla en dos como una rama.

- No me moveré hasta que mi hermano despierte.- afirmó Aden, Leo tomó aire y valor de una bocanada.

- No podemos perder tiempo, sino puede que para cuando tu "hermano" despierte lo primero que vea sea como todos nosotros morimos antes que el.-

Aden la detuvo con más fuerza.

- ¿Porqué estás tan segura?, ¿qué sabes, Bruja?- cuestionó con cierta hostilidad.

- Mucho más de lo que tú sabrás en toda tu mundana vida, Humano- respondió Leo con la misma hostilidad liberándose con fuerza de la mano de Aden.

El pelirrojo la miró sombrío, quería confiar en ella pero no quería hacerlo a costa de sus hermanos.

Leo se giró a los chicos.

- La energía de su hermano está rompiendo el sello, debemos llegar al Valle Rojo antes de que lo rompa por completo... El hermano molesto parece más fuerte, que él cargue a Bhesher.- ordenó Leo señalando a Aither mientras siguía su camino.

Los chicos miraron a Aden esperando su opinión.

Aden no se movió.

- El sello no puede romperse sino hasta la Luna Llena, ¿no es así?- Aden se cruzó de brazos, no seguirían si no tenían toda la información.

Leo fastidiada se volvió a ellos.

- El sello puede romperse antes por completo, en la Luna Llena Lilith saldría, pero mi hechizo no va a funcionar si no queda al menos un poco del sello original...- explicó Leo, con el ceño fruncido se acercó.- ... Además, no soy yo quien debe rogarles, solo estoy dispuesta a ayudarles, son ustedes los que morirán si no detienen a Lilith, por mi podemos regresar, o perder el tiempo, igual, yo ya viví por más de cien años, no pierdo nada si muero en el apocalipsis de Lilith.- se resignó Leo volviendo al grupo de chicos decidida a no hacer más.

Adam la miraba aterrado, frustrado.

- ¡Leo, convencelos!- rogó el espectro.

- No vale la pena, los niños idiotas creen que pueden con todo, olvídalo Adam y mira el lado bueno, tendrás un cuerpo otra vez, podrás usarlo con la niña de hielo o Eve, si la encuentras.- expresó Leo sin importarle que ante la mirada de los Principes estuviera hablando sola.

Noah se acercó a Zul.

- Se que yo no tengo mucho voto aquí pero creo que si buscaron a la Bruja por ayuda deberíamos escucharla.- opinó el chico en voz baja, Zul parecía fruatrada ante la inseguridad de sus hermanos y la inquietante amenaza de la Bruja, asintió ante la opinió de Noah.

La chica se puso de pie.

- Aither, toma a Bhesh, no podemos dejar nada al final por la incertidumbre, llegar antes al Valle Rojo tal vez sea lo mejor para acabar con esto de una vez, o, no me dirán que quieren dormir ahora.- sentenció Zul tomando mochilas y caminando en dirección a donde Leo iba en un inicio, Noah la siguió, comenzaba a arrepentirse por consentir y acompañar en esa aventura, cada explicación que Leonora daba parecía más sombría que la anterior, antes era la muerte de Bhesh y el Príncipe perdido, ahora, un "apocalipsis", ¿como iba a explicarle eso a Peter?... si es que vivía para contarlo.

Aither miro a Aden, ninguno de los dos estaba convencido pero Leo, Noah y Zul ya estaban adelantados y parte de ellos sabían que cuando Bhesh deapertara les iba a reclamar por no seguir adelante.

Aither cargó a Bhesh en su espalda y continuó, Aden cuidó la retaguardia cargando el resto de las mochilas.

Despues de unos metros de incómodo silencio Aden no pudo evitarlo y se acercó a Leo.

- Escucha.- empezó, al escucharlo, Leo puso los ojos en blanco, de todos los amantes casuales que había tenido, este pelirrojo era el más fastidioso.

- No ahora Aden, tratemos de salir vivos de esto y es todo, no tenemos nada que aclarar ni que arreglar entre nosotros.- conclyó Leo, eso no detuvo al chico.

- Leo, quiero creer y confiar en lo que dices, pero no puedo hacerlo si no me dices a qué nos enfrentamos, comprende que no pondré a mi familia en ningún riesgo innecesario.- dijo Aden con voz suave.

Leo trató de no caer en aquella dulzura.

- Entiendo, Aden, no nos conocemos, ni siquiera somos amigos, no hay forma de que confíes por completo en mi palabra, para eso deberías entender lo que soy antes.-

Las palabras de Leo hicieron caer en cuenta a Aden, era cierto, no eran nada en realidad, el chico sonrió para sí mismo ante una idea.

- Entonces dime quien eres, qué eres, a mí sí me gustaría conocerte y ser tu amigo... si me das la oportunidad.- sentenció Aden, su voz y sus palabras derritieron los instintos de Leo, se maldijo por permitirse sentir aquello.

Mientras tanto, Bhesh estaba en su propia aventura dentro de su mente.