Valle Rojo

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La espera, a pesar de ser breve, se sintió eterna, comenzaban a dudar de que los cuervos mágicos habían sido buena idea, la mañana estaba apareciendo, ya solo tenían esas horas de día antes de la luna llena, debían apresurarse a encontrar a Lilith y Ley antes de que el sello se rompiera y liberara a aquella misteriosa y peligrosa fuerza.

Cuando las esperanzas y los ánimos estaban por los suelos, el primer cuervo apareció, el cuervo principal, aquel que Leo casi rostizaba.

El ave se posó en el hombro de la Bruja y pronto el resto fue apareciento en los árboles de alrededor.

- Los encontraron.- sonrió Adam.

- ¿Dónde?- cuestionó Leo.

El cuervo graznó un par de veces antes de alzarse en vuelo, Leo y los chicos se dieron cuenta de la dirección que el ave tomaba.

- Hacia allá- señaló Bhesh siendo el primero en emprender la carrera detrás del ave, el resto del grupo lo siguió dejando atrás a la parvada de cuervos.

Corrieron varios metros antes de que sus piernas comenzaran a sentir los estragos del esfuerzo y cansancio, todos tenían menor resistencia que al inicio, en este punto todos estaban exhaustos, magullados, incluso, en el caso de Noah, mutilados, el hechizo de Adam no solo le había curado la herida, sino que había cedado el dolor de la misma, por lo que el chico podía continuar el camino como si se tratara de una herida vieja mas la frustración de olvidar que ya no podía contar con uno de sus brazos le hacía chasquear los dientes molesto de vez en vez.

Zul lo notaba, quería acercarse, apoyarlo, pero recordaba su rechazo y aún le dolía, lo entendía, el deber estaba antes que el deseo, y ambos tenían un deber qué cumplir, como Princesa y Caballero, el par se mantuvo alejado el uno del otro durante toda la carrera.

Conforme avanzaban, Leo sintió una punzada en su vientre, el gesto de Adam junto a ella también cambiaba.

La chica se detuvo, era como si aquella célula que ni a feto llegaba aún tuviese mayor consciencia de lo que debería, y por alguna razón no quisiera llegar al punto al que se acercaban, Adam también se detuvo en seco.

- ¿Leo?, ¿qué ocurre?- preguntó Aden al notar el dolor de Leo, la chica seguía sin querer decir qué o más bien quién le estaba provocando ese dolor.

Bhesh tardó un par de segundos en darse cuenta de que se habían quedado atrás, aún así ignoró lo que ocurría pies sintió que algo lo llamaba detrás de unos árboles frente a él.

- Ya he estado aquí antes.- señaló  Adam, Leo no le prestó demasiada atención, trataba de reponerse del intenso dolor que su hijo le provocaba.

- ¿Leo, qué ocurre?- preguntaba Aden preocupado.

- Nada, un mal presentimiento.- dijo Leo pretendiendo que solo había sido un dolor momentáneo, en sí no había sido mentira, era un mal presentimiento, más no de ella.

Sin estar muy convencido, Aden miró a su alrededor, un mal presentimiento, ¿ahora qué?, primero zorros monstruosos ¿y ahora qué seguía?

- ¿Dónde está Bhesh?- preguntó Aden.

Todos miraron a su alrededor buscando al chico pero no estaba al alcance de su vista, Noah fue el primero en empuñar su espada y buscar a su compañero.

El caballero de Isveria se internó en los árboles y se encontró en un claro, el más hermoso que jamás hubiese visto, parecía una pintura de un cuento mágico, con un aire tan ligero y una brisa fresca, quedó atónito ante tal maravilla, tanto que le demoró un momento darse cuenta de que Bhesh también estaba ahí, inmóvil.

- ¡Bhesh!- lo llamó Noah acercándose, entrando en un punto Noah sintió un cambio radical en el ambiente.

De repente el claro ya no era tan brillante, parecía un cielo nublado con bruma espesa, el aire pesado olía a sangre fresca, extrañado, miró al suelo, y en lugar de estar parado sobre el verde pasto de un inicio, sus botas estaban manchadas de sangre y justo debajo de ellos un charco de sangre fresca.

- ¿Pero qué mierda?- murmuró el rubio.

Se apresuró a mirar a Bhesh, pero el chico parecía haber entrado en una especie de trance.

- ¡Bhesh!, ¡despierta!, ¡BHESH!- llamó Noah desesperado, pero Bhesh no respondía, tenía que volver a avisar a los demás, algo estaba mal con ese lugar.

Noah trató de llegar a los árboles, fuera del claro, pero por más que caminara, la salida seguía lejana, confundido se giró hacia Bhesh, pero el chico ya no estaba ahí, miró a su alrededor, estaba solo, solo en aquel claro antes bello, ahora oscuro y desolador.

El resto del grupo habían esperado un poco a que Leo se repusiera del todo, lo cual no ocurrió, pero la mujer puso su mejor cara y en silencio le rogó a ese hijo que dejara de mamdar su mensaje, lo había captado pero no se iba a detener, se dieron cuenta de que Noah tampoco había vuelto, pero en este caso, sí habían visto por donde se había ido.

Los chicos avanzaron al encuentro de los dos desaparecidos. Al encontrarse frente al claro, todos quedaron perplejos ante la belleza de aqul lugar, tal como Noah, todos menos Adam quien aterradose dirigió a Leo la unica que le podía escuchar.

- ¡Leo, despierta!, ¡es el Valle Rojo!, llegamos al Valle Rojo.- exclamó desesperado, la Bruja tardó varios segundos en despertar del trance.

- ¡Noah!- la voz de Zul sonó detrás de ellos, la chica no dudo en avanzar en dirección de Noah.

- ¡QUE NO AVANCE!- exclamó Adam, Leo, casi por inercia detuvo a Zul en seco y la mantuvo a su lado.

- ¿Qué haces?, Noah y Bhesh están ahí.- señaló Zul.

- Si vamos a ellos, el Valle tratará de consumirnos a nosotros también.- dijo Leo repitiendo las palabras que Adam le decía con desesperación.

- ¿De qué hablas?- cuestionó Zul.

- El Valle es un punto vivo, necesita alimentarse, para ustedes mortales es como una mosca cayendo en la boca de una planta carnívora.- una voz familiar los alertó.

Era Ackley, pero la forma en la que hablaba y caminaba no eran propias de él.

- Lilith.- murmuró Adam.

- Adam, cuánto tiempo sin verte, ¿cómo está la familia?, ¡ah sí!, Mila está muerta y tu hijo en el Infierno.- Ley rió a carcajadas, Adam sintió una puñalada en el estómago.

El resto de los chicos tenían una mezcla de ira y temor al encontrarse cara a cara finalmente con el espectro que se había llevado a su hermano.


Herederos del Sol [Poema de Creación y Destrucción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora