Herederos del Sol [Poema de Creación y Destrucción]

Caótica

Los siete zorros rodearon a los chicos, amenazantes.

- Leo, ¿qué son esos?- preguntó Aden desenvainando su espada.

- Zorros, evidentemente...- respondió la mujer ansiosa, Aden le dirigió una mirada fría, no le había hecho gracia el chiste  Leo se encogió de hombros apenada.- ... Ragê Vulpis, Zorros de la Luna, espectros creados con la energía de la Luna.- explicó Leo.

- ¿La Luna?, ¿De Ackley?- cuestionó Aither lentamente tomando una posición circular con sus hermanos para protegerse las espaldas.

- El Espectro de la Luna es quien puede invocar esos seres, sí.- afirmó Leo.

- No, ese no es Ackley, Lilith, Lilith lo tiene controlado.- insistió Bhesh.

- Y ahora sabe dónde estamos.- murmuró Noah inconscientemente priorizando la protección de Zul.

- ¿Se pueden matar?- preguntó Aden sujetando con fuerza su espada y gesto listo para atacar.

- Tienen un cuerpo físico, sí, pero no son como cualquier zorro, son...- comenzó Leo.

- Eso es un sí...- interrumpió Aden.

- ¡AAAAAH!- rugió Aden, los zorros de inmediato corrieron directo a los chicos.

Las espadas comenzaron a chocar contra los grandes colmillos y afiladas garras de aquellos animales,  tal como Leo dijo, los Ragê Vulpis no era como cualquier otro zorro, además de ser más grandes, su piel era más resistente y sus garras agrietaban sus espadas, parecían también más inteligentes, rodeaban con aparente estrategia a sus presas.

Leo utilizaba pequeños hechizos para protegerse a sí misma y a sus compañeros, no lo notó pero durante toda la batalla seguía a Aden de cerca y se centró en protegerlo más de lo que se protegía a sí misma, bo pudo evitar admirar al chico, más fuerte e imponente de lo que le gustaba reconocer, un gran guerrero, sin duda un gran futuro Rey para Renance, su sangre magalí era fuerte, le reconocía en su genética dominante, descendiente de aventureros magalíes, lo veía y sonreía, podía admirarlo todo el día y su respiración se agitaba ante el pensamiento.

Aither, de pies ligeros, escurridizo entre los colmillos y las garras buscando los puntos débiles, parecía en ciertos momentos incluso disfrutar la vigorizante pelea pero la frustración de notar a las bestias más fuertes y resistentes de lo que pensaba le devolvía a su realidad.

Bhesh seguía centrado, con la sola idea de llegar a Ley lo antes posible.

- Bhesher.- de nuevo, el viento le habló.

Bhesh buscó a su alrededor el origen de la voz, hasta que lo encontró, Adam estaba cerca y lo miraba con un gesto de frustración e impotencia.

- Tal vez pueda ayudar... pero debes dejarme entrar.- dijo Adam con cierta pena, Bhesh lo miró con desconfianza, Adam lo entendía, sabía que le estaba pidiendo la misma posesión que Lilith había forzado en Ackley.

Bhesh chasqueó los dientes, no estaba convencido y prefería salir de esa con la fuerza suya y de sus amigos no más espiritus joderían su vida.

Mientras todos estaban con sus propias batallas, en un ataque organizado, uno de los zorros logró acercarse peligrosamente a Zula por la espalda, pero Noah se percató del peligro oportunamente y se interpuso en el ataque, trató de bloquear con la espada, pero el zorro ya estaba demasiado cerca y ante su mente, Zula era prioridad, alzó su brazo izquierdo como reflejo al ataque.

El zarpazo del zorro fue violento y el ppder de las garras partió el antebrazo de Noah hasta el hueso, Zula quedó impactada con la vista fija al brazo cercenado de Noah ensangrentado en el suelo, el chico, por la adrenalina no reaccionó ante la herida, al conteario, claramente vio la apertura en la bestia, y con toda la fuerza acumulada clavó la espada en el hocico del animal atravesando la cabeza, con violencia partió en dos la cara del zorro, y la bestia cayó muerta a sus pies, el rubio quedó lleno de sangre, sin saber si era suya o del animal.

Mientras la adrenalina disminuía, más consciente se hizo de la ausencia de su brazo, miró a Zul impactado, la chica aterrada trató de hacer un torniquete entre sollozos.

- ¡ADEN!- Llamó Zula a gritos a su hermano mayor al ver que Noah comenzaba a desvanecerse por la pérdida de sangre.

Bhesh se giró a ver a Zul, al ver a Noah luchando por mantenerse despierto y al resto de sus amigis acorralados se maldijo a sí mismo por no sentirse lo suficientemente fuerte, miró a Adam con enojo, no tenía otra opción.

Adam asintió y se teletransportó frente a Bhesh, el chico le extendió la mano y cuando Adam la tomó de inmediato sintió que viajaba como una energía vibrante lo invadía.

Los gritos y rugidos callaron y estaba ahora solo en el bosque, se percató de que de nuevo estaba en un plano mental como el claro con Ley y Lilith.

Adam apareció detrás de él.

- Entiendo que no confías en mí.- comenzó el joven.

- ¿Cómo hacerlo si por tí y aquella bruja mi familia está en peligro, mi amigo está herido y Ley está poseído por esa mujer?- expresó Bhesh.

Adam suspiró.

- Tienes razón, es mi culpa, amaba a Lilith, pero no tuve el valor de enfrentarme a Padre para que la dejara en el Jardín, y después de Eve, nuestros hijos, llegó Milla, con ella me olvidé de todo, incluso de la disculpa y explicación que le debía a Lilith, supongo que eso influyó en el odio de Lili por todos.- contó Adam nostálgico, resumida era su historia pero Bhesh podía notar que en la mente de Adam recordaba todo lo ocurrido con detalle.

- ¿Cuál es el plan de Lilith si llega a liberarse?- cuestionó Bhesh.

Adam lo miró con preocupación.

- Nadie lo sabe, pero si Lilith no es una creación de Padre entonces hay posibilidad de que sea tan poderosa como Él, y si Él creó al mundo, no hay nada que no nos asegure que Ella puede destruírlo, solo sabemos que ella es... caótica.- explicó Adam.

Bhesh no lo podía creer, los grandes misterios de la creación estaban siendo revelados ante él pero la incertidumbre del origen de Lilith era una constante en todas las historias, ahora temía más lo que pudieran pasar.

- Ayúdalos, debemos llegar a tiempo y sellarla.- afirmó Bhesh, Adam le dirigió una media sonrisa.

En la realidad, Bhesh abrió los ojos, pero ahora eran de color rojo y su personalidad parecía haber cambiado por completo, se tomó un par de segundos para sentir sus manos y sonreír complacido.