Al ya finalizar su trabajo con las melenas contrarias, y que Felix se pida el castigo de Hyunjin sólo porque quería jugar, Jeongin se encontraba en el baño personal del dramático hurón, colocando nuevamente color en su cabello. Ya era urgente que sucediera, ya casi ni había rastros de azul en su cabello y eso... No era bonito. Admitía que de no ser por la promesa con el mayor, él hubiese ido a la peluquería a cambiar de color para seguir experimentando cuál le gusta más.
ーYa me duele el cuello.ーSe quejó en voz alta, ya que estaba muy seguro de que estaba solo. Se equivocaba.
ー¿Hyujin-ah? ¿Estás en tu cuarto, cariño? ¿No que tenías visita hoy?ーQuien hablaba, era una voz femenina. Jeongin se asustó por eso y entró en pánico, ¿y si lo echaba por estar haciendo desastre en casa ajena? Estaba siendo lo más cuidadoso, pero ya saben como son los ricos.
ー¿Qúe hago? ¡¿Qué hago?!ーSusurró casi inaudible, revisando que de verdad no haya ninguna mancha o algo que condene su vida.
ー¿Hijo? Oh-... Tú no eres mi hijo, ¿qué haces aquí?ーDijo al entrar al baño la señora Hwang, viendo al menor con una cara de confusión.
ーA-ah... Perdón, mil disculpas. Si me quiere echar de la casa por el desastre, lo entenderé.ーHabló Jeongin, haciendo una reverencia de disculpas. La contraria rió bajo.
ー¿Echarte? ¿Qué monstruo haría eso? No hay problema, esas manchas se pueden limpiar muy fácil, cariño. Pero, ¿qué haces aquí?ーPreguntó comprensiva y divertida por la situación.
ー¿Ah? M-Muchas gracias, señora. Y, emm... Estaba aquí porque Hyunjin-ah dijo que era mejor idea venir aquí que ir a los otros baños, ya que confiaba que aquí no iba a entrar nadie a regañarme, pero sucedió.ーSe explicó, guardando el mayor respeto posible y con la voz temblando un poco por la vergüenza.
ーUmm... Yo no veo a nadie regañarte, pequeño, ¡es mas! Deja que te ayude, creo que va a ser difícil teñir la parte trasera.ーOfreció, sonriendo. Ciertamente, de verdad le hacía recordar un poco a Hyunjin por la manera en como habla dulcemente y por la comprensión.
ー¿Segura? No quisiera arruinar su ropa o... Sus manos y uñas.ー
ーEso no es problema, ven, siéntate aquí.ーSeñaló la tapa del inodoro, sonriendo. Jeongin se da por vencido y se quita los guantes, entregándolos a la señora para luego sentarse donde le indicó.
La señora Hwang se puso los guantes, tomó la pequeña copotera de plástico, y continuó con el trabajo del menor. Siendo delicada y poniendo toda su atención en el cabello contrario. Sin lugar a dudas, este chico era más tranquilo que su hijo en arreglar su cabello, al parecer sólo él podía tocarlo y que no le duela o moleste; era todo un caso.
Luego de un rato en silencio, con el solo sonido de la tintura siendo aplicada, la señora de largos cabellos decide hablar.ーEres el chico con el que mi hijo salió a pasear el otro día, ¿cierto? Umm... No recuerdo cual era tu nombre, perdón.ーConfesó, riendo leve y continuando con su trabajo.
ーAmm... Sí, soy yo. Me llamo Yang Jeongin, un gusto, señora.ーSe presentó el joven, sonriendo por saber que al menos Hyunjin no tiene una madre mala.
ーOh, incluso eres educado. Pero dime, ¿cómo conociste a Hyunjin?ーPreguntó curiosa la mayor, esperado paciente una respuesta.
ーUna vez, yo había salido a correr por el parque al que llevó a Hyunjin el otro día, hasta que lo vi que estaba vendiendo uno de sus cuadros porque creo que no le gustó. Me acerqué a él y yo se lo compré, porque me parecía bonito y... Raro. Pero me gustó y todavía lo conservo.ーAdmitió el menor, sonriendo al recordar ese día que por nada del mundo le gustaría olvidar.
ー¡Oh, qué bonito! Y dime... ¿Qué tal le va con los precios? Me doy cuenta de que no les presta mucha atención.ーMurmuró la señora, echando lo último que le queda en el pote, en el pelo de Jeongin.
ーEmm... Digamos que debe seguir practicando, tuve que orientarlo un poco si algún día quería vender otra de sus pinturas.ーRió un poco, pero la confusión vino a él al sentir que la señora no estaba muy feliz con eso.
ーNo creo que lo vaya a hacer, él tiene prohibido usar su arte como un medio para conseguir dinero.ーHabló con seriedad, asustando un poco al peliazul que al parecer se había condenado.
ーO-oh... Qué mal. Entiendo...ーNo quiso agregar más, no era nadie para reprochar esa actitud hacia el mayor. Suspira.
ーCreo que ya finalicé. Si me disculpas, debo hablar con mi hijo sobre algo.ーLa señora dejó los guantes sobre el lavabo y se retiró con un aura muy diferente a la de cuando entró hace rato.
ーRetiro lo que pensé, sí tiene algo de malo.ー
(. . .)
ー¿Tú crees que de verdad vaya a quedar castaño? Escuché que es engañoso ese color.ーHabló Hyunjin, concentrado en el juego que estaban jugando por la televisión.
ー¿Por qué no quedaría? Es un color natural y el rubio de mi pelo no era tan oscuro para que se mezcle y quede feo.ーDio su teoría, sacando la punta de su lengua a modo de concentración ante el videojuego.
ーYa veremos qué sucede, pero si gano, me debes un helado bañado en chocolate.ーApostó el mayor, sorprendiendo al contrario.
ー¿Ah, si? Pues yo quiero un peluche gigante de un pollito.ーPidió el de pecas, dando un grito al casi perder en el juego, provocando la risa del contrario.
ー¿De un pollito? Es sencillo.ー
ーNo lo puedes confundir con un patito, yo pido un pollito.ーFrunció el ceño, formando un puchero también.
ー¡Oh, ahí estaba la dificultad! Carajo.ーSe quejó, hasta que escuchó pasos provenir de detrás suya.
ー¿Hyunjin? ¿Qué te hiciste en el cabello?ー.
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-Fancy~ Shuuu~
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Arte (HyunIn) [Finalizada]
Fiksi PenggemarHyunjin. Pintor que deja su talento como Hobbie. Jeongin. Sólo salía a correr por el parque, y cantar en soledad. Ambos eran tan parecidos sin conocerse aún, sólo viéndose desde un auto y la acera. Y había más personas que fueron obligados a dejar s...