6 》Si estás harto de esperar, ve de cacería

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—¿Cómo te diste cuenta que estabas enamorado de Kageyama?

—¿Estás enamorado de alguien?

Antes de que Shoyo, siquiera, responda con esa otra pregunta, Atsumu está como ido.

Hace apenas un segundo estaba concentrado en el cabello naranja y esponjoso de Hinata y, al otro, ese cabello ya no es alborotado sino...rizado.

Rizado y azabache.

Atsumu nunca habría encontrado especial gracia e interés en una persona que luciera tan sobria como lo era Sakusa Kiyoomi. Claro, hasta que lo conoció.

Es decir, el tipo gritaba negro por todos lados.

Negro en el cabello.

Negro en las cejas.

Negro en los ojos.

Incluso en la ropa.

Y, aún así, su porte y presencia era completamente distinto a cualquier otro moreno.

Si no te orinabas en tus pantalones por su presencia, es porque en realidad estabas muerto. Aunque, bueno, a diferencia de la sensación de enfriamiento que cualquier persona normal siente una vez que Sakusa pone un pie dentro de cualquier lugar, para Atsumu era lo contrario.

A unos los enfriaba hasta morir.

A él...lo calentaba.

¿Acaso estaba loco?

¿O su reciente interés hacia él solo se debía a que era un mafioso y por eso le resultaba interesante a diferencia de los demás que le temían porque era algo así como una figura de autoridad?

Atsumu vuelve a concentrarse en su apariencia, queriendo burlarse un poquito de esta, no porque le encuentre algún detalle que no le guste —porque, de hecho, todo le gusta— sino porque a simple vista Sakusa se veía como el tipo de persona con la que pensarías dos veces antes de acercarte a él.

Cuando estaban en su enorme estudio, Atsumu se sorprendía de lo silencioso que era hasta para leer y respirar. Para Atsumu era casi una tarea imposible mantenerse callado pues a los dos segundos siempre tenía una nueva pregunta que realizar y su cuerpo siempre conseguía realizar otras ochocientas posturas a pesar de que el sofá donde siempre se instalaba era sumamente cómodo para caer rendido y dormir.

Sakusa, sin embargo, era completamente lo opuesto.

Mantenía la misma posición sin incomodarse hasta que terminaba su lectura. En el tiempo que llevan compartiendo juntos Atsumu ha descubierto que le gusta la poesía aunque, honestamente, Sakusa Kiyoomi se ve como el tipo de hombre que destaca en cualquier arte y materia pero también se ve como alguien que no tendría ni tiempo para sentarse a leer un libro porque, bueno...¿No debería estar siempre atendiendo asuntos de su organización en lugar de estar ahí?

En su lugar, siempre está con él hasta para comer.

Por supuesto que Komori y sus demás subordinados más cercanos siempre se encargan de encontrarlo —incluso si estaban en el culo más escondido de esa enorme mansión— para reportar siempre los asuntos del día e informarle sobre otras cosas. Casi como si el hombre tuviera un GPS integrado.

Atsumu siempre entiende poco de lo que hablan pero ha descubierto que le gusta la faceta de ese hombre siendo puntual con sus comentarios y órdenes sin desapegarse de la actividad que en ese momentos esté realizando con él, las cuáles son muchas en realidad porque si no está mirándolo, está acompañándolo a comer, y si no es una de esas dos, solo están conversando de todo y a la vez de nada.

Eat me 【Haikyuu-SakuAtsu】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora