31 》El valor de las promesas

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Aclaraciones: Diálogos en cursiva es pasado.

El capítulo está dolorosamente bonito así que no tengan miedo (?) jajajaja Se los prometo. 

 

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Los recuerdos más vívidos que Osamu tiene de Gu Yeeun son las veces que jugaba con ellos.

Especialmente ese juego en donde el dulce de azúcar dalgona era todo lo que le importaba comer cuando tenía seis.

Recuerda las carreras a la cocina a lado de Atsumu, tropezando y disculpándose con los trabajadores dentro de la casa que se repartían las tareas del hogar. A pesar de que Yeeun, en su tiempo, era arisca y orgullosa nunca fue realmente cruel como escuchaban que era, por ejemplo, el hijo de los Oikawa. A Osamu no le gustaba ese niño y sentía que el sentimiento era mutuo cada que iban a Sendai de visita, pero a Atsumu sí.

Sin embargo su hermano no era cruel como él, no menospreciaba a nadie y siempre tenía una sonrisa dibujada en su rostro ante el acontecimiento más simple.

A Osamu le gustaba mucho su hermano mayor.

Siempre siguiéndolo a todos lados.

Siempre buscando su mano cuando todavía solían dormir juntos.

Siempre estando ahí cuando algo le resultaba difícil y él terminaba por resolverlo.

Incluso algo tan simple, a simple vista, como aquél juego de niños que a Osamu, lejos de divertirle, le causaba un poco de estrés cuando destapaba su recipiente y descubría que tenía la forma de azúcar más difícil de sacar.

—Ganará quien termine de recortar su figura a la perfección sin romperla —decía Yeeun y él ya estaba cundido de completo estrés.

El juego de romper la galleta a manera de competencia, si bien en un inicio solo era diversión segura, también despertó en los dos un sentido de competencia auténtico.

No iban a la escuela así que casi todas sus actividades eran realizadas en casa con profesores privados, todos ellos supervisados por Omma.

Si bien el entorno en el que nacieron no era el adecuado para niños, Yeeun siempre buscaba adaptar actividades sencillas pero útiles para ellos a modo de juegos. Esa en particular empezaba en la cocina, cuando entre ollas, azúcar y caramelo quemado Yeeun les enseñaba la preparación de las galletas con las que jugarían después.

A Osamu no le gustaba ese juego pues aunque el entorno inicial solo transmitía diversión y paz, poco a poco todo eso se fue convirtiendo en estrés debido al riesgo asumido. Yeeun nunca los maltrató pero para Osamu era frustrante siempre recibir castigos por perder en algo en lo que se suponía sólo debía causarle diversión.

Y en lo que, claramente, siempre quería ganar.

Si lo piensa mejor ahora en lugar de enfurecerse de ver a Atsumu de pie a un lado de Sakusa Kiyoomi, Atsumu tuvo la culpa de todo desde el comienzo.

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⏰ Última actualización: Apr 29, 2023 ⏰

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