28 》Si tu caes, entonces caeremos juntos

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Aclaraciones: Cursiva es pasado.

Advertencias: Que no les asuste el título, hay ricura (?) O al menos el intento de ella. 

 

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—Revisen si hay algún botiquín en la zona de cobro —baja las sillas que están sobre la mesa del pequeño comedor-tienda en la que están—. Motoya, deja de mirarme como imbécil y consigue todo ¡Rápido!

—¡Sí! —el chico asiente, corriendo en busca de lo que piden. 

Está pálido, sudoroso, con unos cuantos raspones solamente pero nada grave a comparación de quién sí está realmente herido y a quien intentan atender ahora.

—¿No quieres que también le consigamos una paleta? Digo, ya que estás premiandolo por ser un niño de mierda al dejar que le dispararan y retrasarnos ahora.

—Tooru.

Oikawa Tooru no responde al llamado de Iwaizumi, ni siquiera lo mira. 

En su lugar solo chasquea los dientes y corre la mirada de Atsumu quien no le ha prestado ni el mínimo de atención a su comentario a pesar de que le ha tomado del brazo con fuerza para provocarlo. Atsumu solo lo ha mirado con ojos rabiosos antes de sacudirse su agarre e ignorarlo.

No le ha dicho nada.

Ni una simple queja.

Ni un indicio de querer empezar a discutir con él como siempre lo hacen...todo por estar pendiente de Sakusa Kiyoomi. 

El castaño pasa a un lado de Iwaizumi quien lo reprende un poco pero solo le golpea el hombro antes de alejarse hacia una esquina donde hay un montón de cajas y patear algunas con fuerza.

Iwaizumi solo suspira y cuenta hasta 10. Él tampoco voltea a mirarlo. Oikawa es así. Y con así se refiere a que aunque la mayor parte del tiempo Tooru es insoportable, cuando ocurre una situación como esa, una que involucra a que Atsumu y Kiyoomi interactúen más de lo que Tooru puede permitirse soportar, se vuelve peor.

Sí, bueno, no siempre es así ahora que lo piensa. Desde que se volvió líder de su organización su humor parece haber cambiado un poco. Mejorado no, eso es ser exigente, pero parecía que había decidido dejar de ser tan imbécil y dictador para convertirse en alguien que los miembros de Seijoh, poco a poco, reconocían como líder. Seguía teniendo el mismo temperamento de mierda y explosivo de siempre pero en cuestiones de asuntos internos, toma de decisiones y estrategia, de verdad que hacía honor al talento que muchos decían que había hecho florecer con los años.

Sin embargo existía una sola persona por la que podía llegar a perder los estribos y por la que volvía a comportarse como el imbécil que Hajime conocía.

Y no, no se refiere a Atsumu Gu.

—Aquí está todo —dice Motoya, regando rápidamente lo que hay dentro del botiquín que encontró debajo de la barra. Su primo,Kiyoomi, herido de bala en el hombro, mira el esparcimiento mientras reniega. Intenta alejarse pero inmediatamente es detenido por la mirada para nada contenta de Atsumu sobre él.

Eat me 【Haikyuu-SakuAtsu】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora