—Advertencias: El capítulo contiene abuso emocional y físico a menores. Esto es meramente parte de la historia, en ningún momento apruebo y promuevo este tipo de actos.
"¿Por qué estás tan alejado de los demás?"
Cada vez que Kiyoomi cierra los ojos, Atsumu está ahí.
Con esa expresión pícara suya, una sonrisa segura y con ese sombrero plano que siempre va a un lado de su cabeza como parte de su vestimenta y su sello personal solo porque solía decir que le daba apariencia de chico malo.
Está ahí, preguntando por qué se ha aislado de casi todos y se ha apartado de una fiesta a la que él, seguramente, también fue obligado a asistir.
En ese momento, dentro de su mente, Kiyoomi tiene quince años y Atsumu está por cumplir los dieciocho.
Y está en la mejor etapa de su vida, o al menos eso es lo que presumen todos al referirse a la joven promesa de la familia Gu.
Pero para Kiyoomi, ese recuerdo no es importante.
Lo que sí lo es, es recordar cómo se conocieron por primera vez.
Kiyoomi solo se le queda mirando, sin pronunciar ninguna respuesta para él solo porque le parece sumamente irritable y desagradable que alguien lo haya perseguido hasta una de las terrazas de la mansión sin habérselo pedido.
Si tan solo, en ese momento, hubiese sabido en lo que el chico que le llevaba casi tres años por delante, se convertiría para él, no lo habría dejado ir.
Habría hablado de lo que fuera si con eso la conversación con él se prolongaba.
Habría puesto cualquier excusa para permanecer a su lado un rato más.
Habría sido menos frío y habría visto que detrás de esa presuntuosa seguridad y esa risa sarcástica, existía una persona cayéndose a pedazos.
—Si fueras un poco mayor, seguramente me habría fijado en ti, Omi.
Abre los ojos y el recuerdo de la última vez que se vieron, después de años de tormento a lado suyo, años en los que Kiyoomi decidió estar para él a pesar de todo lo que se decía él, se desvanece.
De nuevo está en su casa, solo.
En un sitio en el que hasta hace poco estaba inundado de las risas de Atsumu.
Está en su estudio, con el respaldo de la silla inclinado hacia atrás dejando su cuerpo semi-recostado mirando por la ventana, pensando en él. Ahora que no está, el silencio se amplifica al igual que la soledad y el pesar que hay en su corazón pero... puede soportarlo.
Lo que no podría soportar es volver a estar sin él.
Sin su bello demonio de ojos color oro.
Kiyoomi nunca fue una persona que prestara mucha atención en el físico de las demás personas. Pocas cosas le interesaban en ese tiempo además del hecho de llevar a cabo cada cosa que su padre le pedía que hiciera solo porque había crecido con la crianza de que para eso había nacido. El cómo lucían las demás personas delante de él le era indistinto hasta que Atsumu apareció con esa sonrisa cínica y esa seguridad desbordante.
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Eat me 【Haikyuu-SakuAtsu】
FanfictionAtsumu trabaja para La Faire, un triste y decadente bar de mala muerte administrado por el líder de la Familia Gu, una organización clandestina con gran poder económico y político a la que no pertenece pero al mismo tiempo agradece pues al menos le...