Quiero estar contigo

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Capítulo 13

Quiero estar contigo

No sé exactamente la palabra que debo utilizar para definir lo que sentí después de la inesperada confesión de Cristian...

«Será papá y yo no soy la madre»

En mi cabeza retumba una y otra vez que esa mujer que encontré aquella noche en su departamento está embarazada, y desde esa ocasión ya ha pasado una semana, y así voy sumando semanas tras semanas, tiempo preciado perdido.

Por un lado, agradezco que no haya aparecido el Cristian que quiere controlarlo todo, pues necesito la "tranquilidad" suficiente para poder pensar, analizar y asumir los nuevos acontecimientos. Y, si bien es cierto, no he sido engañada, y me refiero a que, ella estuvo antes de que yo lo conociera, no puedo dejar de sentir una ola de celos; yo quería a Cristián en exclusivo, y ahora, aunque suena muy egoísta de mi parte, habrá una pequeña personita que robe su atención.

Mi vida se divide en dos etapas, en los problemas con mi madre, y en los problemas con Cristian, en conclusión, puros problemas, lo que me hacen pensar en que debería estar internada.

En cualquier momento llegará mi problema número uno, el cuál denomino como: "Boda falsa, madre entrometida". En esta ocasión, como ya es una práctica habitual, debo poner mi mejor cara para hacer esos inútiles trámites que sólo servirán para gastar unos cuantos millones de libras, sin embargo, no me preocupan los gastos, lo que realmente me preocupa, es saber cómo deshacer este compromiso, por lo que creo, es tiempo de hablar con Liam y ponernos de acuerdo; yo estaré con Cristian y no es justo que este planeando mi boda con otro...

«¿Estaré con Cristian?»

Mis pensamientos se quedan callados por un instante, fijándome que me he proyectado con Cristian a pesar de que él es mi problema número dos, y sonrío, ya que no puedo negarme a mí misma que amo a ese hombre, y supongo que un hijo no sería un impedimento para ser feliz a su lado.
Este pensamiento tan repentino me hace sentir aliviada, por lo que doy un grito de alegría, pero pongo una mano sobre mi boca al escuchar el timbre, y como es costumbre, el conserje no ha avisado la llegada de alguna visita, pero sé que se trata de mi madre, ya que la he estado esperando y ella suele ser muy puntual.
Beatriz saluda besando mi mejilla, y yo solo me sorprendo, pues no suele ser una mujer que tiene mucho contacto físico con las personas, incluyéndome, a no ser que fuera mi padre, pues se cuelga a su cuello como si de una adolescente se tratase.

De camino a la prueba del vestido, aprovecho de mirar por la ventana, mientras mamá hablaba por teléfono con un colega, y obviamente pienso en Cristian y en ese bebé que aún no nace.

Nos sentamos a esperar que nos traigan el vestido, hasta que aparece frente a nosotras un maniquí con el vestido puesto, provocando que habrá la boca de la impresión, hasta con deseos de casarme de lo hermosa que me vería. Sonrío como boba, y decido, y porque mi madre así lo quiere, probármelo, e imaginar que entro a la iglesia, con papá del brazo y Cristian esperando al final de un largo pasillo.

─ ¡Te ves hermosa! ─exclama mamá─. Por fin hay felicidad en tu rostro.

Me miro al espejo, y la verdad es que me veo feliz, porque lo estoy, y no por las razones que ella cree, sino, porque estoy enamorada de un hombre maravilloso, que me ha confesado sus sentimientos.
A través del espejo miro a mi madre, y siento que a pesar de su forma de ser me quiere, por lo que abro ligeramente la boca, pero luego reacciono, sabiendo en que no debo confiar en ella, no puedo abrir mi corazón y decirle que solo Cristian me hace dichosa. Es una lástima, pero sé que llegará el día en que le gritaré a la cara que no le temo, que no amo a Liam, y que el hombre de mi vida se llama Cristian Osborne.

CAMALEON (completa. + 18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora