Perdón mi amor

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Capítulo 25

Perdón mi amor

Cristian

Quedo prácticamente sin respiración al ver una serie de imagines mi esposa con un hombre que no soy yo. Quiero creer que las fotografías que han llegado a mi despacho son antiguas, pero el enlace de nuestro matrimonio está colgando de su muñeca, indicándome que he sido un capricho de esta niñita mimada, acostumbrada a hacer lo que quiera.
Ella está sentada en una mesa de restaurante con un hombre rubio, el cual le toma la mano, y un escalofrío recorre mi columna vertebral sin saber que hacer o como pensar. Intento tranquilizarme y creer que puede ser un amigo, pero las siguientes imágenes delatan que están juntos, pues ella lo abraza, y lo que es peor aún, están fuera de la habitación de un hotel, y para mí derrumbe total, está la última fotografía, la que me dice que ya no puedo confiar en el amor. Dentro del cuarto, con un lindo y seductor conjunto de lencería, ese hombre besa su cuello, mientras ella tiene la cabeza hacia atrás, y su delicada mano toca el pecho del extraño.

Me derrumbo en el sillón, y ahí me quedo, mirando hacia la nada, tratando de comprender esta maldita traición.

De pronto la puerta de la oficina se abre y me sobresalto creyendo que pueda ser ella, y en un mini segundo creo que el amor que siento me hace perdonarla, pero esa imagen se desvanece y es Harry quien entra a la oficina sorprendiéndose al verme.

— ¿Qué haces aún Aquí? —pregunta Harry, y juro que no soy capaz de abrir la boca—. ¿Quieres adelantar trabajo para estar tranquilo en tu viaje de bodas? —indaga precavido al no escuchar una respuesta de mi parte—. ¡Hombre háblame! Al parecer estás nervioso, pero sabes que me encargaré de todo, estoy aquí para eso... ¿Cristian? ¿Qué pasa?

— No habrá viaje de bodas —logro responder.

— Pero... —titubea, y le lazo las imágenes que me tienen en shock—. ¿Qué es esto? —pregunta agachándose a recoger las fotografías.

— El motivo de porque no habrá viaje de bodas —aclaro.

— Creo debes hablar con ella —sugiere al ver las imágenes de mi esposa—. Ella está enamorada de ti, me consta.

— Es un camaleón ¿Recuerdas? Quizás no la conozco lo suficiente —digo sin poder resistir el llanto que viene de lo más profundo de mi ser. Harry queda consternado al verme, pues jamás me ha visto tan vulnerable y menos por una mujer.

Isabelle

Sintiéndome culpable de la golpiza que Marcell recibió aquella noche, decido hacer un acto de bondad y le acompaño hasta la puerta de su habitación de hotel, y asegurarme que este bien. Él saca de su bolsillo del pantalón las llaves de la puerta, y me siento más tranquila y al fin irme en busca de Cristian, además de que deseo llegar al departamento y ver la compras realizadas para hacer de nuestra luna de miel una realidad erótica. Sin embargo, no alcanzo a despedirme, y veo al otro lado de la puerta a Magdalena Piur, una mujer nefasta que solo quiere cobrar venganza por lo sucedido en la boda.

«¿Qué hace ella aquí?»

Mi corazón empieza a martillear en alerta, por lo que miro a Marcell para advertir que es una oportunista y que busca a hombres por su dinero.

— Magdalena... —sale de mi boca, y su sonrisa malvada me hace sentir nerviosa.

— Hola querida, estaba esperándote.

— Marcell, debes saber que ella no es de fiar... —alcanzo a decir y me doy cuenta de un detalle—. ¿Esperándome?

— ¡Entra! —me empuja Marcell y su amabilidad se convierte en un grito aterrador, lo que me hace entender que claramente estoy en peligro.

CAMALEON (completa. + 18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora