Capítulo 14
Sorpresa
El sexo con amor es sin duda mucho mejor que el sexo sin sentimientos, porqué se puede gozar de diferente manera.
Cristian me poseyó con demencia, como un animal salvaje, llevándome a la cúspide del placer, y a pesar de la batalla descomunal, y luego de caer desfallecidos y con nuestro merecido descanso, seguimos teniendo el deseo a flor de piel, y nos enfrentamos a otra batalla, más dulce y delicada. Repartió besos por todo mi cuerpo, desde la punta de los pies subiendo con ternura hasta llegar a mis labios y poder decir te amo sin temor al rechazo. El amor que me da no es menos satisfactorio por haberlo hecho con más delicadeza, llegamos de igual forma al clímax, con las manos entrelazadas, y con ese sentimiento que compartimos ¿Se puede amar tanto? Sin duda la respuesta es sí.Abro los ojos para darme cuenta de que Cristian me observa dormir, me sonrío con la sorpresa y me aferro enterrando mi nariz en su cuello, pudiendo disfrutar de la mezcla de perfume y sexo que emana, recordándome que nos pertenecemos no tan solo de cuerpo, sino que también en alma.
— ¿Tienes hambre? —pregunta con tal ternura que siento que estoy soñando, y pido por favor que no me despierten, podría vivir así eternamente.
— Tengo mucha hambre, me comería un Cristian a las brasas —bromeo, sin quitar mi mirada de la suya.
— ¡Creo que ya comiste un Cristian a las brasas! —exclama con diversión, mientras arquea una ceja y yo muero de lo sexy que se ve.
— Pues sí, es mi nueva dieta, no debo salir de este menú por nada en el mundo —confieso, provocando que suelte una risotada.
— Me parece genial, seguiremos con la dieta ahora mismo... —se abalanza sobre mí y empieza a besar mi cuello, pienso que jamás he tenido tanto sexo en mi vida, pero no me quejo, porque es un Dios del amor, sabe cómo hacerme sentir bien, hasta podría decir que es el único que conoce mis puntos más sensibles.
Pasamos toda la mañana juntos, pero nada es eterno, y tengo que trabajar. Asistir a la universidad ni pensarlo, puesto que, a esta hora las clases ya han culminado.
No tengo la oportunidad de ver a Cloe y agradecer como corresponde el gesto de haberme dejado ir a encuentro con Cristian, ella está en un caso muy importante, quizás al que debí asistir el día anterior en vez de irme con mi amor, pero ya es tarde, y ya habrá un momento para hacerlo, además, siento que se está convirtiendo, más de ser mi jefa, en una muy buena amiga.Al llegar del bufete a mi departamento, me quito los zapatos, los dejo tirados en entrada de la puerta, y mi bolso lo arrojo hacia un sillón, para enseguida abalanzarme sobre Susan que está recostada sobre el sofá. Ella da un grito de sorpresa y yo solo me limito abrazarla, un acto que acepta de buena gana pues se nota a leguas lo contenta que estoy. Con ella no hay secretos de ningún tipo y le cuento lo acontecido mientras me acomodo a su lado. Veo como se le ilumina el rostro con cada detalle, fijándome que mi felicidad es la suya propia, como la buena hermana que es.
Al llegar la noche, con Cristian nos mensajeamos, él quiere que me vaya a su departamento, y a decir verdad yo quisiera estar a su lado siempre, pero soy humana y necesito descansar.
La mañana comienza con mi rutina de siempre, levantarme temprano para poder ir a la universidad y luego a mi trabajo, y aunque tengo deseos de quedarme acostada, el deber me llama, o de lo contrario, jamás podré demostrarle a mi madre que puedo sola. A regañadientes salgo de la cama y camino, perezosamente, hacia el baño, me miro al espejo, sonrío, y lo primero que se me viene a la mente es Cristian y nuestros momentos juntos, con un autodiagnóstico de una enfermedad que no deseo se acabe jamás "Cristianitis aguditis", un mal único y sin cura, pero con un tratamiento que debo buscar personalmente. Me meto a la ducha mientras mi mente idea un plan, algo entretenido para sorprender a Cristian, y mi cabeza hace clic, y una súper idea se posa en ella, por lo que me ducho rápido para poder concretar mi plan.
En un pequeña maleta guardo lo necesario para el día de hoy, me visto y salgo del departamento, llegando a consejería, dónde está Jim mirando las cámaras de seguridad. Le saludo, y hago el gesto de devolverme para preguntarle porque nunca avisa la llegada de Cristian y mamá, pero no le digo nada, y en cambio, salgo a la calle en busca de un taxi.
Paso la mañana haciendo nada, una vez que he cumplido con la asistencia, me voy al trabajo. Hoy es viernes, por lo tanto, la salida es a las tres y media, esto no lo sabe Cristian, él cree que nos veremos hasta las siete, y esta ignorancia es de gran ayuda para poder sorprenderle hoy.
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CAMALEON (completa. + 18)
ChickLitIsabelle, te amo porque gracias a ti, puedo estar con diferentes mujeres en el cuerpo de una sola... puedo estar contigo, con Danya, Carolyn.... no me canso de amarte, me gusta ser tu loco controlador, autoritario, quien te lleve al paraíso... eres...