CAMALEON (completa. + 18)

¿Dónde estás?

Capítulo 20

¿Dónde estás?

¿Será posible que una persona pueda mentir tanto por ambición?

Tengo la respuesta frente a mí. Sin embargo, no cabe en mi cabeza que existan mujeres como Magdalena Piur, y yo que era de ver tantas películas, solo creí que ese tipo de mujeres no salían de la pantalla.

Salgo corriendo del restaurante donde estoy cenando con Liam, llego a la calle, lloro, grito de felicidad, y cuando voy a sacar las llaves de mi auto me doy cuenta de que he dejado mi bolso en el restaurante, me devuelvo a toda prisa, y ahí está Liam parado en la entrada con el bolso en su mano.

─ ¿Pensabas marcharte sin despedirte? ─hago una mueca, pues tiene razón, he sido una maleducada, pero he perdido tanto tiempo sin ver a Cristian, que ya no deseo seguir haciéndolo.

─ Lo siento, pero quedé impactada con lo que me dijiste de Magdalena.

─ Lo sé pequeña, corre donde Cristian, se pondrá feliz con la noticia.

─ ¡Lo haré! ─exclamo eufórica─. Gracias, te quiero.

─ También te quiero pequeña, sabes que puedes contar conmigo.

Liam me envuelve entre sus brazos, y ahí me quedo sintiendo el calor que desprende, luego de que me suelta beso su mejilla y camino de prisa hacia mi auto, me volteo y ahí sigue, en el mismo lugar, me sonrío devolviéndome y lo abrazo nuevamente.

«¡Ups! Olvidamos hablar de Any»

Sin que nada ni nadie me lo impida, incluida mi madre, me subo al auto rumbo al departamento de Cristian. Saludo al conserje, anuncio mi llegada, y el hombre sentado en el vestíbulo me lleva a la realidad. La alegría, la eufórica, la emoción, me llevó a olvidar que Harry mencionó que Cristian salió del país, por lo que regreso a mi auto y ahí me quedo, pensando en llamarle para darle la gran noticia, luego lo analizo bien, y decido comunicarme con Harry para que me dé la dirección donde se está quedando Cristian, y así darle una linda sorpresa. Pienso en pedirle más dinero a Susan para el viaje, y vivir endeudada hasta el resto de mi vida.

─ ¡Harry! ─digo eufórica─. ¿Cloe? ─cuestiono y me largo a reír─. Estoy tan contenta, de que creo me equivoqué de número.

─ ¡No cuelgues! ─dice Cloe y me atrevo a mirar la pantalla, cayendo en cuenta de lo que está pasando.

─ Pero si fue ayer que los presenté ─digo con gracia.

─ ¡No me digas que fue muy rápido! ─advierte.

─ Eres adulta y puedes hacer lo que quieras, solo cuídate, porque vienes saliendo de una dolorosa relación, y bueno ─titubeo─, él un tanto mujeriego.

─ Muchas gracias por preocuparte por mí. Sin embargo, quiero vivir la experiencia, además cuando nos vimos la primera vez, hubo una química especial. No sé cómo explicarlo.

─ Créeme que entiendo muy bien de lo que hablas ─digo por el amor fugaz y sin fin que hemos tenido con Cristian─. Por cierto ¿Estará Harry por ahí? Necesito hablar con él.

─ Claro, te lo paso ─dice, y es ahí que caigo en cuenta que jamás tomé el teléfono de Cristian, y ella lleva cinco minutos con Harry y le responde las llamadas, la verdad me causa risa.

─ ¡Camaleón! ─exclama evidentemente contento─. ¿A qué se debe tú llamada?

─ Necesito hablar con Cristian ─digo con urgencia.

─ Nena, será mejor que no lo busques, es más sano para ambos, además se fue para que no se buscaran, quiere lo mejor para ti.

─ ¡Si no fuera importante no lo buscaría! ─aseguro.