CAMALEON (completa. + 18)

Un inesperado accidente

Capítulo 15

Un inesperado accidente

Camino de un lado hacia otro en la oficina de Harry, sintiendo impotencia, sin querer tener a esa a mujer en nuestras vidas. Aunque, para mi mala suerte, será la madre del primer hijo de Cristian, y tan solo pensarlo me causa un terrible dolor de cabeza.
Nunca he pensado en tener hijos, pero en estos momentos deseo tener una gran familia y niños revoloteando por mi casa, solo con el propósito de molestar a esa mujer, porque no voy a negar que los celos pueden más que yo, y lo que es aún peor, no puedo hacer nada al respecto, solo tragarme el orgullo ya que no hay solución a este problema, y si hay, no lo aplicará.
Harry me mira para que me tranquilice, pero es imposible si ella llega sin avisar, irrumpiendo en la oficina de Cristian con violencia, y más encima, se cree dueña y señora del lugar, como diciendo: "Abran paso que soy la madre del primer hijo de Cristian", y todos debemos hacer reverencia y ponernos a su disposición.

«¡No me dejaré pisotear!»

— ¡No entiendo porque tardan tanto en hablar! —comento a punto de comerme las uñas.

«¡No te las comas! Recuerda que ahora eres pobre y no tiene dinero para ir a la manicurista»

— Tranquila camaleón, deben solucionar sus problemas —dice, y le doy una sonrisa forzada, además de no entender porque me dice Camaleón, pero ya habrá momento para averiguarlo, por ahora, estoy concentrada en Cristian y esa mujer.

Desesperada pienso en ellos, en que no deseo que Cristian tenga que ver con esa mujer, no obstante, lo he aceptado sabiendo que ella está embarazada; es ahora cuando debo demostrar mi amor, con mi apoyo incondicional, ya que para él también ha sido difícil saber que va a tener un hijo con una mujer que no ama. Intento convencerme de que todo estará bien, pero algo me dice de que ella hará lo imposible por alejarlo de mi lado, no puedo negar que siento miedo.

— ¿Y si ella lo convence para...? —me quedo abruptamente callada—. ¡No sé! para que se casen por el hijo, no creo poder soportarlo.

Con mi imaginación trabajando a mil solo para hacerme daño, me acerco a la puerta de la oficina de Harry para saber, de una vez por todas, que está sucediendo entre Cristian y esa mujer, no obstante, él se da cuenta de mis intenciones, y no me deja continuar, tomando suavemente mi brazo para que recapacite. Sin soltarme, me dirige hacia el sofá, mientras él se acerca al minibar para servir un whisky. Miro su brazo extendido hacia mí, ofreciéndome el líquido, y sin mediar palabras, lo recibo bebiéndolo de un sorbo, carraspeando un poco la garganta.

—¡Caramba, Camaleón! —exclama sorprendido con mi acción, y, ciertamente, también lo estoy—. ¿Cómo pudiste tomarte el whisky de un sorbo?

— ¡Dame otro! —me limito a decir, extendiendo el vaso, el cual recibe, pero no para darme otro trago, sino para dejarlo arriba de su escritorio.

— Será mejor que no bebas más —aconseja, viendo que, con los nervios que cargo, soy capaz de todo.

— Si no me lo sirves tú lo haré yo —aseguro desafiante, por lo que se acerca, una vez más, al minibar para servir el siguiente trago.

— Cristian te ama —comienza por decir mientras recibo el vaso—, jamás lo vi tan ilusionado. Para él siempre fue sexo de una noche y nada más, contigo es diferente, no tienes de que preocuparte.

— ¡Maldición! —exclamo al escucharlo —. ¡Sexo de una sola noche y la dejó embarazada! ¿Tú la conoces?

— En mi vida la he visto —confiesa—. Solo sé que su nombre es Magdalena.

Las palabras de Harry dan vueltas en mi cabeza, y decido beber, con más pausa, el resto de whisky que queda en mi vaso. Luego me levanto del sofá, me despido del amigo de Cristian, y aseguro que volveré a mi departamento.