Capítulo 26
La cadena
Cristian
Dos putos días sin saber de Isabelle, y la desesperación me hace caminar de un lado hacia otro por la habitación, necesitando verla y que me diga en la cara el porqué de esta traición, pero no aparece. Son innumerables las veces que la he llamado y siempre sale el buzón de voz. Decido tomar otro vaso más de wiski, como si eso hiciera que se borren de mi mente todos los momentos vividos junto a ella, sin embargo, en cada sorbo mis recuerdos y la ira crece, y por más que trate de odiarla no logro hacerlo.
Inmerso en mis pensamientos y refugiado en mi dolor, no logro razonar, por lo que agarro las pertenencias de Isabelle y las arrojo al suelo, luego miro la cadena puesta en la muñeca de mi mano y la arranco, con tal furia, como si me quemara, como si eso le hiciera sentir un poco de la pesadilla que estoy viviendo. Grito a todo pulmón lo mucho que la odio, pero en realidad a quien odio es a mí mismo, por extrañarla y necesitar que este a mi lado a pesar de su fraude. Tocan a la puerta, me quedo estático creyendo que pueda ser ella, y que ha olvidado sus llaves, aferrándome a cualquier posibilidad, alimentando mi esperanza de tenerla frente a mí. Corro hacia la puerta, al abrir, quien está al otro lado es Susan, su mejor amiga. El darme cuenta de que no es ella, hace que mi rabia crezca, sin embargo, Susan no se da cuenta pues entra al departamento sin mirar mi rostro.— Hola —camina hacia la sala mientras la sigo desde cerca, tal vez pueda sacarle información —disculpa que los interrumpa, deben estar de luna de miel y yo aquí molestando, pero necesito hablar con Cathy y no coge el teléfono —se da la vuelta asimilando mi rostro ojeroso, cabello revuelto y logro notar la sorpresa que le provoca mi aspecto—. ¡Qué cara por Dios! —se carcajea—. No me digas que mi amiga no te deja descansar, ya imagino como debe estar ella.
— No sé qué cara debe tener, porque está celebrando nuestros primeros días de casados con otro —escupo con todo el odio que siento por esta situación, ya que lamento no sentirlo por Isabelle.
— ¿¡De qué hablas!? —increpa, notando preocupación de inmediato. Me levanto de hombros para que deje de fingir, pero ella no logra entenderlo.
«¿Es que acaso no conoce bien a su amiga?
— ¡Hablo de que tu amiguita es una zorra! —un golpe certero se estrella contra mi mejilla, pongo la mano sobre el ardor que me ha provocado, pero no me dejo intimidar.
— ¡Eres un imbécil! ¡No vuelvas a hablar así de ella, que no respondo! —la miro directo a los ojos, y me admira la forma en que la defiende, como si el insulto fuera para ella misma.
— ¿Tanto te duele que te diga la verdad?
— ¿¡Dónde está ella!? —pregunta sin responder.
— ¡Ya te lo dije! Se fue con otro, me abandonó —siento desquitar mi furia con Susan, pero la ira que alberga mi pecho se acumula cada vez más.
— Eso es imposible —cae rendida sobre un sofá, para luego mírame con tristeza—. Te adora, la conozco tan bien, que metería mis manos al fuego por ella —arrugo la frente mientras escucho sus palabras, y me da lástima que confíe tan ciegamente en ella—. Jamás ha luchado tanto por una persona como lo ha hecho por ti —me acerco a la mesa del comedor y vuelvo con el sobre donde está la prueba fehaciente de la traición de la amiga que tanto defiende.
— ¡Míralas! Y luego me hablas de adoración —Susan abre el sobre y mira una a una las fotografías que le he entregado.
— ¿Hace cuánto de esto?
— Dos días —digo mirando hacia la nada.
— ¡Esto es falso! —arroja las fotografías arriba de la mesa de la sala y me mira decidida—. Apestas a alcohol mientras que Cathy te necesita ¡Por Dios, reacciona!
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CAMALEON (completa. + 18)
ChickLitIsabelle, te amo porque gracias a ti, puedo estar con diferentes mujeres en el cuerpo de una sola... puedo estar contigo, con Danya, Carolyn.... no me canso de amarte, me gusta ser tu loco controlador, autoritario, quien te lleve al paraíso... eres...