Capítulo 22
Quién ríe último
Isabelle
Doy mil vueltas en la cama con el deseo imperioso de orinar, pero el sueño me vence una y otra vez, hasta que no doy más y me levanto para ir al baño. Me siento en el retrete sintiendo mi vejiga aliviarse y ahí me quedo, tratando de adivinar la hora.
─ ¡Ay, Dios! ─exclamo a viva voz, seguido de un suspiro, hasta que por fin puedo volver a la cama.
Me lavo las manos de prisa y me meto bajo las sábanas. Sin embargo, aunque intento descansar, los ojos se me abren, dándome cuenta de que estoy perdida y no volveré a dormir. Me acomodo en la cama, poniendo unos cojines tras mi espalda, y cojo el celular de la mesita de noche.
─ ¿¡Las cinco de la mañana!? ─digo, y pienso en que faltan doce horas para mi boda.
Sin poder conciliar el sueño decido llenar la bañera con agua y sales aromáticas, con el solo propósito de relajarme y poder pensar en lo que viene.
Me saco el pijama y me meto a la bañera, y ahí me quedo pensando en mi futuro y formulando mi pregunta diaria.«¿Dónde estás? ¿Pensarás en mí? ¿Te habrás hecho a la idea de casarte con Magdalena?»
Una hora metida en la bañera, y mi piel se está arrugando, por lo que decido salirme de inmediato, pues no sería para nada lindo presentarme así a la boda.
Me pongo una bata y salgo hacia la cocina encontrándome con Susan, causándome extrañeza que esté preparando desayuno tan temprano, pero me parece fantástico pues tengo apetito.─ ¡Buenos días, Susan! ─saludo.
─ ¡Buenos días! ─responde─. ¿Y ese milagro?
─ ¿Cuál milagro?
─ Qué es temprano aún, y tú eres perezosa.
─ ¡Qué exagerada! ─digo divertida.
─ ¿Exagerada yo? Sabes que es cierto.
─ Deberías tratarme como una reina, recuerda que estos son nuestros últimos días juntas ─aclaro, provocando que Susan se acerque a abrazarme.
─ Quiero que seas muy feliz, serás una novia hermosa...
─ Gracias ─digo sin soltarla.
─ ¡No sabes cómo te extrañaré!
─ Ni que me fuera al fin del mundo ─bromeo intentando no ponerme a llorar, porque deseo que este día sea hermoso, y no el día en que dejo a mi amiga.
─ Pero ya no vivirás aquí conmigo, y no prepararé más tu desayuno.
─ Lo sé, pero si quieres puedes ir todas las mañanas a mi departamento ─sigo bromeando, hasta que decido hablar en serio─. Sabes que te quedas en buenas manos, y puedes seguir preparando tu rico desayuno a José.
─ Pues si ─dice siguiendo con su labor─. ¿Ya guardaste tus cosas? ─pregunta de repente.
─ No he guardado nada, después del desayuno guardaré lo más importante en una maleta, luego en la semana vendré por lo que queda.
─ ¿Y ya pensaste dónde irán de luna de miel? ─Susan pone dos tazas sobre la mesa de la cocina, me sonrío nostálgica y eso que aún no me he ido. Me acerco para ayudar, pongo agua en el calentador y luego me siento a esperar.
─ Quiero ir a Brasil. Cuando niña fui un par de veces, pero como no viajaré hasta dentro de un mes, pasaré mis primeros días de casada aquí en Londres ─aclaro.
Una vez que hemos desayunado, Susan me ayuda a empacar, y mientras guardamos mis pertenencias, no puedo dejar de reír con todo lo que llevo para mi noche de bodas.
La hora pasa volando, y mi madre pasa por nosotras para llevarnos al lugar donde se efectuará la ceremonia, y a decir verdad, nunca la creí tan cercana, hasta llegué a creer y sentir que no me quería lo suficiente, pero ahora es que me doy cuenta de que me ama, y que su forma de ser es solo la manera en que mis abuelos la criaron, en definitiva, nunca dejará de ser estricta aunque yo esté casada.
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CAMALEON (completa. + 18)
ChickLitIsabelle, te amo porque gracias a ti, puedo estar con diferentes mujeres en el cuerpo de una sola... puedo estar contigo, con Danya, Carolyn.... no me canso de amarte, me gusta ser tu loco controlador, autoritario, quien te lleve al paraíso... eres...