Guerra || FanFic Tom Hiddleston.

~• Capítulo 21 •~



—Irila—
🌺🗡️🌺

Si me hubieran dicho hace dos meses que volvería a vivir a esta casa y compartir el mismo aire que Tom, jamás lo hubiera creído; pero aquí estoy luego de cuatro largos e infinitos días. Apenas puedo respirar bien aquí adentro es un espacio muy pequeño a dónde miré él aparece en cada rincón como un recuerdo insoportable de ver; sin duda lo más glorioso a sido poder escapar al supermercado aún que sea al menos 40 minutos, intento resistir cuánto puedo al fin y al cabo estos días han sido el verdadero paraíso para Melinoe, estando ambos convalecientes su vínculo fluye sin problema solo son ambos, incluso a veces siento un poco de celos, quedó nula ya que la pequeña burbuja de juego y risas es solo para ellos dos. Se que no debo sentirme así, tengo que darles la posibilidad de conocerse, de ser padre e hija pero mi cerebro se derrite pensando cada día más ¿Cómo podremos volver a casa sin que a ella le duela? ¿Si Melinoe lo elige? Ya que apesar de intentar negar esa posibilidad lejana, pero tal vez mi bebé podría elegirlo a él ¿Qué sería de mi? Honestamente no puedo competir con todo lo que Tom puede ofrecerle, sólo mi inmenso amor que lleva escrito su nombre.

Charlo con Minerva por teléfono cada vez que puedo, se que no puedo abusar de su tiempo también tiene su vida, sus obligaciones pero es la única con quién puedo en definitiva liberar la tensión de mi cuerpo, le prometo ir en unos días luego que Will le permita comenzar a moverse un poco más para poder jugar con los mellizos.

Hago cuánto puedo para mantener mi cabeza concentra, incluso e llevado nuevamente a pasear a Bobby al parque como en los viejos tiempos, hacer la cena, mantener la sutura de Melinoe impecable y vigilando la de Tom, me siento estúpida, loca pero tampoco puedo evitar preocuparme, si no se cuida puede llegar a traer problemas peores a nuestra vida y no estoy de humor para tolerar algo más.

Lavo el fregadero, los platos acomodo todo recordándome a mi casa, espero Lena pueda al menos no hacer que se junte el polvo; terminó y me siento en la sala con mi cuaderno revisando por mensaje todas las facturas y comprobantes del restaurante, definitivamente es extraño hacer el arqueo y presupuesto para el siguiente mes de un negocio a más de mil kilómetros de distancia pero no me dejó caer, mi trabajo es una de las pocas cosas que tengo y es parte de mi responsabilidad como socia hacerlo, después de todo es para mí futuro, el de mi hija junto al de Henry y Lena.

El timbre del celular me descoloca cuando veo el número de Will en pantalla.

—Hola ¿Cómo estás?

—Hola Irila muy bien por suerte adaptándome un poco al ritmo de Londres ¿Tú cómo estás?

—Bien, trabajando un poco a larga distancia. Anotó algunas cuentas en mi registro oyendo su tímida risa al otro lado.

—Entonces lamento interrumpirte.

—No me molestas, Dime ¿Qué pasa?—Dejo todo y me reclinó sobre el sillón escuchándolo con atención.

—Solo quería saber si mañana ¿Podrías llevar a Melinoe al hospital? Ya paso casi una semana de la operación necesito hacerle algunos chequeos, revisar cómo está respondiendo su organismo al transplante.

—Si claro, sólo dime a qué hora y estaremos en la clínica. 

—¿Te parece a las 10hs? Llegaré una hora antes para solicitar los aparatos necesarios te avisaré en que área voy a estar.