SEGUNDA PARTE DE OSCURIDAD
~ Espinas y Mariposas~
El tiempo ha transcurrido, llevandolos muy lejos uno del otro.
Tom Hiddleston es uno de los actores más populares de los últimos tiempos, películas, series, obras de teatro, todo el mundo desea al qu...
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–Tom– 🗡️
El mundo se derrumba encima de mí, llenandome de ese sentimiento desolador otra vez, había planificado tantas cosas, proyectos pero nuevamente como si se tratase de "no perder nuestra costumbre" vuelvo a perderlo todo en un pestañeo, quedandome sin nada.
El eco de sus palabras rebota en mi cabeza y apenas puedo resistir ponerme a llorar como un niño delante suyo, es enfermizo y me llena de coraje haber continuado perceberando para que al final volviéramos a estar en el mismo punto.
—No puedes estar diciéndome eso, no ahora.
—Es la verdad. La rabia llena mi boca dandome un espantoso sabor, es caótico e incontenible sólo no puedo tolerar más este destrato.
—Sin duda te encanta jugar conmigo, no importa lo que haga, cuánto corra detrás de tí, sólo recibo tus rasguños, eres cruel e injusta ¿Te gusta jugar a la tortura conmigo? Dime, al menos así podría comprender mejor está enferma relación que hay entre los dos.
—Solo estoy intentando ser sincera contigo ¡Y no estoy jugando a nada!
—Pues yo estoy viendo todo lo contrario, apenas sólo me distraigo dos minutos y el Moustruo vuelve a aparecer, te encanta arrancarme cada una de mis espectivas y arrojarlas al suelo, pisarlas hasta que no quede nada.
—Eso no es cierto.
—No es lo que se ve, te pedí hace cuatro días elegir, decidir...por veinte segundos creí que me habías escogido.
—Y lo hice, pero no elijo Londres. La oigo y no puedo creerlo.
—Irila, sabes bien que no puedo irme de aquí, no sólo es mi casa, mi familia, es mi trabajó, Londres es una de las capitales de Obras, Cine, series.
Su mirada queda estática, fría, escuchando cada una de mis palabras en silencio, retuerce los labios tomando pasó firme hacia la cocina, voy detrás observandola bajar las tazas como una loca del stand está a punto de romper una contra la mesada, va hacia la heladera sacando la botella de leche, dando un portazo para cerrarla.
—Esa es tú respuesta, golpear la puerta y abrirte la mano con una de las tazas, ahora aparte de cruel también serás infantil.
—¡Y qué diablos hago! ¡¿Eh?! Ya lo dejaste suficientemente claro ¡muy claro!–Impacta la botella contra el borde de la mesa reventandola, la suelta haciéndose hacia atrás viendo el hinchastre formarse a sus pies.
—Irila. Tomó paso rápido intentando revisarle la mano pero solo se aparta de mí.
—¡No me toques!
—¡Dejame revisar tú mano!—Veo el hilo de sangre pero se envuelve con el repasador, escondiendo la cara.
