Los Pasillos estaban desiertos exceptuando por dos personas que los recorrían con un andar elegante e imponente. Orgullosos de quienes eran.
Transitaron el castillo hasta la torre del director, en donde se detuvieron al enfrentarse a una fea gárgola de piedra.
— La contraseña – Le exigió, al rubio que lo acompañaba, con su marcado acento italiano
— "Sorbete de limón"- dijo el rubio
Al instante la gárgola de piedra se hizo a un lado y los dos hombres subieron la escalera caracol frente a ellos. Al final de estas había una puerta de roble.
Uno de los hombres golpeo la puerta y unos segundos más tarde una calmada y alegre voz, que provenía del interior de la habitación, Dijo:
— ¡Adelante!
Los dos hombres entraron, de inmediato, al despacho
— Buenas tardes - Dijo él hombre de cabello negro, mientras que el rubio solo hacia una inclinación de cabeza.
— Buenas tardes, señores – dijo el anciano de larga barba, desde atrás de su escritorio - ¿a qué se debe su visita? –Pregunto mientas les indicaba a los dos caballeros que tomaran asiento.
Los hombres se sentaron.
— Vengo a pedir un cupo para mi hija menor –Dijo el italiano, yendo directamente al punto –para cuarto curso.
— ¿Cuarto curso? –Preguntó asombrado el anciano- no es muy común incorporar a una alumna a mitad de sus años académicos – sentencio calmadamente
— Díganos si puede o no aceptarla –exigió el rubio – para que Abbondanzieri no pierda más el tiempo y pueda ir al extranjero a buscar otro colegio para su hija.
— Tranquilo Sr. Malfoy – Contestó calmadamente el director – Nunca dije que no aceptaría a la señorita Abbondanzieri.
— ¿Entonces la aceptará? - Inquirió el hombre de cabello negro, en un tono de voz bastante arrogante.
— Claro – Respondió Dumbledore, con calmada alegría – Comenzará las clases el primero de septiembre como todo alumno de Hogwarts – Finalizó sonriente
— Me parece, aunque tengo una condición – Volvió a hablar el hombre de ojos azul intenso, a lo que el anciano de larga barba lo miro con extrañeza – debe estar en Slytherin como su hermana y como lo ha estado toda la familia.
— Entiendo, pero eso no está en nuestras manos, es el sombrero el que decide – explicó Dumbledore desconcertado, aunque no lo dejo entre ver.
— Al parecer no está entendiendo, Dumbledore. – dijo Lucius Malfoy – La señorita Abbondanzieri no hará la selección, ella será inmediatamente admitida en Slytherin.
— Está bien – se resignó el director.
El anciano le entregó un sobre con la carta de aceptación, los materiales y la lista de los libros para cuarto curso. Sin más que decir, Lucius Malfoy y Costantino Abbondanzieri salieron del castillo y de los terrenos de Hogwarts para desaparecer y aparecer en la Mansión Malfoy en donde los aguardaban sus, respectivas, esposas; esperando buenas noticias.
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La prometida de Draco Malfoy
FanfictionHistoria basada en los libros de JK Rowling, la gran escritora de Harry Potter. Todos los personajes le pertenecen a JK Rowling, excepto Fiorella Abbondanzieri.