Narra Fiorella.
Estaba, realmente, preocupada por Harry, con pesar vi como el profesor Tofty lo saco del gran comedor y después de unos minutos volvió a entrar al lugar.
A duras penas logré terminar mi examen. Harry ocupaba gran parte de mi mente.
Cuando el reloj de arena indico la finalización del examen, lo entregue y rápidamente busque a Hermione y a Ron. Con rapidez corrimos hacia la salida del gran comedor y nos apresuramos hacia la escalera de mármol, encontrándonos con el chico de anteojos.
— ¡Harry! – exclamó Hermione enseguida; parecía muy asustada –. ¿Qué ha pasado? ¿Te encuentras bien? ¿Estás enfermo?
— ¿Dónde estabas? – inquirió Ron.
Solo le sonreí, aliviada de que estuviera bien.
— Vengan conmigo – contestó Harry –. ¡Vamos, tengo que contarles una cosa!
Nos guio por el pasillo del primer piso mientras asomaba la cabeza en varias aulas hasta que al final encontró una vacía.
— Viste algo, ¿verdad? – pregunté en un susurro, mientras lo seguíamos dentro del aula.
Harry asintió y cerró la puerta en cuanto estuvimos adentro también. Se apoyó en la puerta y nos miró.
— Voldemort tiene a Sirius.
— ¿Qué?
— ¿Cómo lo...?
— Lo he visto. Ahora mismo. Cuando me he quedado dormido en el examen.
— Pero... pero ¿dónde? ¿Cómo? – preguntó Hermione, que se había puesto muy pálida.
— No sé cómo – respondió Harry
— ¿Estás seguro, Harry? – pregunté, sintiendo que el aire me faltaba.
— Sí, lo vi – afirmó Harry –. Sé exactamente dónde. Esta en el Departamento de Misterios, hay una sala con un montón de hileras de estanterías llenas de pequeñas esferas de cristal, y ellos están al final del pasillo número noventa y siete... Voldemort intenta utilizar a Sirius para conseguir eso que quiere coger de allí dentro... Está torturándolo. ¡Dice que acabará matándolo! – Harry se dio cuenta de que le temblaban la voz y las rodillas, así que se acercó a una mesa, tratando de serenarse –. ¿Cómo vamos a ir hasta allí? – nos preguntó.
Hubo un momento de silencio. Entonces Ron balbuceó:
— ¿Ir ha... hasta allí?
— ¡Ir al Departamento de Misterios para rescatar a Sirius! – dijo Harry en voz alta.
— Pero Harry... – empezó Ron con un hilo de voz
Ron y Hermione lo miraban a Harry con la boca abierta, como si no estuviera preguntando algo que no tuviera sentido.
— Harry – dijo Hermione con una voz que delataba su miedo –, Harry, ¿cómo... cómo quieres que Voldemort haya entrado en el Ministerio de la Magia sin que nadie lo haya descubierto?
— ¿Y yo qué sé? —bramó él—. ¡Lo que importa ahora es cómo vamos a entrar nosotros allí!
— Pero... Harry, piénsalo bien – continuó Hermione, y dio un paso hacia él—, son las cinco de la tarde... El Ministerio de la Magia debe de estar lleno de empleados... ¿Cómo quieres que Voldemort y Sirius hayan entrado allí sin ser vistos? Harry..., deben de ser los dos magos más buscados del mundo... ¿Crees que podrían entrar en un edificio lleno de Aurores sin que detectaran su presencia?
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La prometida de Draco Malfoy
FanfictionHistoria basada en los libros de JK Rowling, la gran escritora de Harry Potter. Todos los personajes le pertenecen a JK Rowling, excepto Fiorella Abbondanzieri.