Los dos días siguientes pasaron sin grandes incidentes, no había vuelto a hablar con Draco, él parecía hacerme la ley del hielo y a mí, la verdad, no me interesaba seguir su juego.
El jueves, después de la comida, tenía mi primera clase (la cual tendríamos, por asuntos que el profesor no especifico, las cuatro casas juntas) con Alastor Moody, la mayoría de mis compañeros de 4to año perecían, realmente, emocionados, y aunque lo negara yo también lo estaba.
Comí lo necesario para tener energía toda la tarde, cuando terminé (fui la primera de mi mesa) me pare de la mesa y me dirigí fuera del gran comedor, como no sabía en donde quedaba el aula de DCAO, preferí ir antes y así no llegar tarde a mi primera clase.
Caminaba sin rumbo específico, iba tan ensimismada que al doblar en una esquina choque con un Hufflepuff.
— Lo siento – dijo – iba distraído
— No te preocupes, Cedric, – contesté reconociendo su voz, lo miré y espeté –: creo que tendremos que buscar otra forma de encontrarnos... algo que sea menos doloroso, sería grandioso – mencioné sobándome la zona golpeada
Cedric sonrió divertido y preguntó:
— No quiero ser entrometido – me miró – pero ¿para dónde vas?, ¿aún no sabes dónde queda el gran comedor? – se burló
— Que gracioso – dije con ironía – para su información, Sr. Diggory, vengo del gran comedor – informé – y ahora me dirijo a mi primera clase en el aula de DCAO.
Cedric soltó una carcajada
— ¿De qué te ríes? – pregunté extrañada, aunque tenía el presentimiento que se reía de mi
— El aula de DCAO queda hacia el otro lado – espetó sonriendo
— Ya lo sé – contesté – solo iba a recorrer un poco el castillo – mentí
El chico volvió a reír
— No mientas – dijo – acepta que no sabes dónde está el aula de DCAO
Sonreí y dije:
— Está bien, tienes razón – admití – pero si este fuera Beauxbaton yo te ayudaría a encontrar el aula, no me quedaría, ahí, parada riéndome de ti – puntualicé sonriendo, mientras le mostraba la lengua en un claro gesto infantil.
Cedric volvió a reír, contagiándome
— No entiendo como fuiste tan inteligente para encontrar la biblioteca, pero no puedes encontrar una simple sala de clase – añadió riendo
Lo miré sorprendida, ¿Cómo sabia eso?.
— Te he visto - Informó -; lees libros de animales fantásticos, pociones y DCAO, pero tus favoritos son aquellas novelas Muggle que tanto ocultas. – Añadió, mirándome directamente a los ojos – También sé que estudias y ayudas con los deberes a una chica rubia de Ravenclaw.
Sorprendida y horrorizada baje la cabeza.
— Cedric... - dije, casi, en un susurro
— Será nuestro secreto, Ella – respondió antes de que yo le dijera algo.
— Gracias, Ced – dije sonriendo – en serio muchas gracias
— Basta de agradecer y vamos al aula – Me animó, ofreciendo su brazo
— Esta bien – dije tomando su brazo, mientras suspiraba – Gracias – repetí mientras caminábamos
— Eso ya lo dijiste – respondió con una, linda, sonrisa – así que basta – pidió
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La prometida de Draco Malfoy
FanfictionHistoria basada en los libros de JK Rowling, la gran escritora de Harry Potter. Todos los personajes le pertenecen a JK Rowling, excepto Fiorella Abbondanzieri.