Semanas después...
Niall
Magreo mi pubis por encima de su cuerpo, el hecho de que este amarrada y sumisa para mi me hace que se me endurezcan hasta los músculos de los brazos. Froto nuestras partes disfrutando del exquisito sonido de sus súplicas por qué la folle.
Ejerzo fuerza con mis brazos al entrar en ella, acerco mi oído a su boca para escuchar mejor sus quejidos de gatita en celo mientras se la meto hasta el fondo. La follo despacio solo para desesperarla, necesita tanto de mi que metersela de esta manera hace que se vuelva loca por mi.—Niall..
—Señor.— La corrigo.
—Más fuerte...— Gime.
—Suplicame.— La desafío, cosa que la hace sonreír.
—Por favor, follame fuerte.— jadea.
Sostengo las sábanas con mis manos a los costados de su cuerpo y comienzo a moverme rápido. Elevo mis manos para desatar las suyas, la dejo libre para que pueda clavar sus uñas donde ella quiera. Y libero lo que cubre sus ojos.
Antonella me acaricia los brazos tonificados que llevo y cuando me adentro con más fuerza, clava sus uñas en mis músculos y sus talones llegan a mis glúteos.La muy descarada quiere aun más, me presiona contra ella con más fuerza llevando sus uñas a mi espalda.
Rasguña del principio al final llegando a mi espalda baja.
—Señor, así, joder..— Jadea. —, quiero correrme.
—Puedes hacerlo. — Continúo embistiendola hasta sentir sus fluidos entre mi entrepierna.
Luego de una completa, me dejo ir.
Descanso sobre su cuerpo sudando.
—Hija de puta..— Gruño.
—No te negaste.— Se ríe acariciando mi cabello.
Extiendo mi mano al reloj de la mesa de luz.
—Las cuatro de la mañana, joder.
Tomo el cinturón con el cual la amarre a la cama, lo dejo sobre la cama y me salgo de ella. —¿Te irás?
Asiento. —En una hora debo estar en el campo.
—Mmm..— Murmura. —, falta un poco..
—No servirá.— Tomo una toalla del closet y camino hacia al baño.
El agua fría corre por la bañadera, ya desnudo me relajo bajo la ducha de agua fría.
No tardan en aparecer los brazos envolviendo mi espalda.Es tan insaciable, joder.
Tomo sus manos con fuerza y la volteo dejándolo contra la pared, ella gime al sentir el agua fría en el cuerpo.
Suelto una risa.