Residencia Russo
Antonella
11:00 pm
—Lorenzo es mi padre— susurro dejando caer una lágrima.
Levanto mi mirada, Marissa también está en shock por el secreto que mi padre se guardó todos estos años.
—¿Por que no lo dijiste?
—Hija..— Acaricia mi cabello. —, lo último que quería era perderte.
—¿Perderme?— Suspiro.
Me pongo de pie aún sin poder creerlo.
—Necesito estar sola.
Camino hacia el jardín nuevamente, atravieso la piscina y llego al césped donde me siento.
Siempre sentí que Lorenzo me cuidaba como un padre, pero creía que era mi hermano mayor..
Aun no creo nada de esto.
¿En qué momento dejé de tener una vida normal?
Oh, claro, lo recordé. Cuando Niall llegó a mi vida.
Observo mi vientre hinchado.
Jamás voy a dejarte solo, hijo..— Susurro acariciando mi piel. —, lamento mucho si alguna vez te hice daño, no volverá a suceder.. tendrás una mamá soltera, pero te prometo que seremos nosotros dos contra el mundo.
Si, lo prometo..
Debo ser fuerte, por él.
Y debo continuar con mi vida, con mi embarazo y ser una madre poderosa y sexy.
Además, creo que lo de ser el aprendiz de mi padre no está nada mal. Debo trabajar por mi hijo, para poder ofrecerle todo lo que necesite.
Y no me importa si dejo la vida en esto, voy a sacar adelante el negocio de Massimo.
Camino de regreso a paso apresurado hacia la casa nuevamente.
Esta vez Marrisa no está al volver, solo se encuentra mi padre fumando cigarrillo, el cual al verme lo apaga.
—Quiero ser tu aprendiz.
Alza sus cejas sorprendido.
—Creí que nunca aceptarías, princesa.
—¿Dónde está ma.. Marissa?
Él suspira. —Se enojó.
—¿Y que carajos haces aquí?
Se encoge de hombros. —Se fue llorando y diciendo que no quiere verme. — Bebe un poco de alcohol.
—Papá, a veces eres idiota. — Me siento en una silla a su lado.
—¿Papá?
—Si, bueno.. eres mi papá del corazón ¿Te molesta que te llame así?
Él niega. —Para nada, princesa.
—Bien, dime como vamos a empezar con esto.
—Bueno, por un principio, comenzaremos con el entrenamiento esta noche. — informa. —, tengo unos entrenadores, te enseñarán a disparar y todo lo necesario, mañana en la mañana tengo una reunión con uno irlandeses...
—Espera ¿Irlandeses?
El frunce su ceño. —Si.. Irlandeses... oh, espera.. tu crees que continuamos en Italia..
—¿Que? ¿No estamos en Italia?
Él niega. —Viajaste dormida, princesa, pero estamos en Mullingar, Irlanda. Black Hammer está cerca de aquí y podemos contactarnos.