Niall
Mi sistema nervioso está vuelto loco.
Ella está frente a mi, amarrada y en llantos.
—Niall...
—Cierra la boca.— Advierto.
—Escúchame, por favor. —Suplica.
—¡Que cierres la boca!— Grito.
Mi mente y mi corazón están en desacuerdo en este momento. Hace rato estoy en esta situación y no dejo de ponerme de pie, caminar intentando mantener la calma.
Me siento en el suelo sosteniendo el arma en mis manos. Y levanto mi mirada encontrándome con la suya.
—¿Por que hiciste eso?— Murmuro.
—Lo siento...— Solloza. —, Niall, mi amor.
—¿Mi amor?— me pongo de pie caminando hacia donde está ella. —¿Estas jodiendome? ¡¿Mi amor?!
Su rostro esta irreconocible, todo es culpa del llanto y las lágrimas, siquiera puedo ver sus ojos.
—Por favor.. — Suplica. —, déjame ver a la niña una última vez, necesito despedirme..
Suelto una risa irónica. –Responde mi pregunta.
—Yo solo.. seguía ordenes— Vuelve a llorar. —, no quería que todo se me vaya de las manos, Niall..
—¿Tienes idea de lo que me hiciste?— Apunto a su cabeza. –¡¿Tienes idea de lo que debo hacer ahora?!
—Sé que estás siguiendo órdenes también, no quieres asesinarme..
La tomo de las mejillas fuerte. –¿Si sabes que me hicieron en ese agujero en el que me metiste?—Niega. —,¿Quieres saber?
—No..— Vuelve a sollozar.
—Me golpearon hasta el cansancio, me maltrataron, me bañaron en agua helada en noches de temperatura bajo cero, me dejaron sangrando y golpeado en baños fríos...
Su llanto se intensifica. –Perdóname, Niall... por favor...
—¿Si sabes que debo hacer?
Ella asiente soltando más lágrimas. —¿Vas a repetir la historia de tu madre?— su pregunta me deja sin respuesta. —, ¿Vas a hacer lo mismo que le hicieron a ella?
—Cierra la boca...— Me alejo intentando pensar.
—Si vas a asesinarme como Bob lo hizo con tu madre, hazlo.
—¡CIERRA LA BOCA!
—¡HAZLO, JODER! — Grita.
—¡BASTA!
No caigo en cuenta de que jale el gatillo hasta que el gran ruido resuena en todo el cuarto frío y oscuro.
Ella cae al suelo, aun amarrada.
Y mi respiración se corta sin poder creerlo.
Caigo al suelo de rodillas, frente a su cuerpo.
Aun agoniza y sus ojos se clavan en los míos. —Repetiste.. la historia..— sangre brota por todo su abdomen. —, cuida de ella por mi.
—No, no, no.. yo..— Intento pensar con claridad, pero no se que hacer. —, lo siento, Antonella... yo no quería.. no.. joder. ¿Que hice?
—Niall...— Habla con dificultad. —, escúchame, por favor..
—Antonella.. lo siento..— Mis ojos derraman muchas lágrimas. —, lo siento, mi amor..— me acerco a su pecho. —, lo siento, yo no quería...
—Niall..
—Te amo, princesa mía.. — Murmuro sobre su boca. —, te amo tanto, joder... te amo.
Un nudo doloroso se forma en mi garganta.
Mi boca besa la suya una vez más, la de ella no está tan caliente como las miles de veces que busqué su boca en la oscuridad, entre las sábanas o incluso entre sueños.
Cuando despertaba y me enfurecia que ella no esté, buscaba la excusa de que quería follar en la mañana, cuando en realidad me enojaba despertar y no ver su cuerpo a mi lado.
Los últimos meses verla dormir se volvió mi mejor pasatiempo, dormía desnuda y preciosa como siempre.
No entiendo en que momento llegamos a este punto.
Estamos obligados a odiarnos, cuando en realidad, sé que nos amamos.
—No te mueras, por favor.. — beso su boca desesperado. —, no te vayas como ella...
—Cuidala por mi, por favor..— Susurra. —, cuida a mi bebé... cuida mucho a Mia.