𝐒𝐞𝐫𝐞́ 𝐓𝐮𝐬 𝐏𝐢́𝐞𝐬, 𝐒𝐞𝐫𝐞́ 𝐓𝐮 𝐀𝐥𝐦𝐚🌺 [WooSan]

🌺;;Capítulo 31

"Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el universo y aún no haya sido identificado por nosotros. Esta fuerza universal es el amor.
Cuando los científicos buscaban una teoría unificada del universo olvidaron la más invisible y poderosa de las fuerzas.
El amor es luz, dado que ilumina a quien lo da y lo recibe" **

El lobo negro sentía bajo sus patas el suelo frío. A su lado estaba su lobo blanco que lloraba por no poder moverse. La oscuridad era total. Su peleje estaba erizado por la brisa gélida del lugar. Intentaba olfatear ese extraño lugar.

De pronto la escuchó. Ahí en medio de esa oscuridad vacía y total, el llanto de una cachorra. Su cría. Una pequeña llama iluminaba el lugar. Una motita blanca yacía en el suelo.

El lobo miró a su omega, que seguía sin poder moverse, pero éste le indicó que fuera con su cachorra.

Se acercó cauteloso, sintiendo como aquella oscuridad lo acechaba, queriendo impedirle el paso. Sin embargo logró llegar hasta su pequeña. Era idéntica a su lobito blanco, sólo que era muy pequeñita. Con mucho cuidado, lamió su lomo. Y entonces lo entendió... su pequeña cachorrita tenía mucho frío y necesitaba su calor para sobrevivir.

Debía llevarla con su otro papá, para que entre ambos le dieran el calor necesario para salvar su vida. Sabía que su propio calor no sería suficiente. Con amor, tomó a su pequeña con su hocico, para llevarla al lobo blanco. Pero entonces la oscuridad fue mayor. No podía verlo. Agudizó su oído y su olfato. Podía sentir como su omega aullaba llamándolo, pero la oscuridad seguía acechando. Estaba desesperado, porque el tiempo se terminaba. Cuando se dio cuenta que ya no podría llegar al omega, se acostó en el frío piso y atrajo a su cachorrita. Él procuraría darle el calor necesario.

El lobo blanco gemia de dolor. Sabía que debía encontrarlos. Hope lo necesitaba. Trató de mover sus patas, pero era imposible. Sabía que su columna se lo impediría. Lleno de dolor rugió. Recordó el día que salvó a su lado humano. Sabía que aún tenían muchas cosas que vivir y que su pareja destinada esperaba por ellos. Por eso aquel día usó toda su energía lobuna para salvarlo. Ahora debía hacer lo mismo.

Recordó el calor que sintió cuando el omega de Yeosang le apretó su pata. Algo de su poder le había transmitido. Se concentró en ese calor, y en el amor que sentía por su hermoso lobo negro y su amada hija. Ambos lo llamaban desesperados, pues la luz de Hope se apagaba. Recordó el día que su destinado lo enlazó. No había fuerza más poderosa que el amor. Cerró sus ojos y un fuego interno lo recorrió.

—San... te necesito... Hope te necesita...—el llamado de su alfa fue suficiente.

Y entonces sucedió... Una luz brillante rodeó su cuerpo blanco, mientras intentaba ponerse de pie... Nada le impediría llegar hasta su cría y su compañero. El dolor de su columna vertebral acomodándose lo hizo aullar, pero no le importó, cuando al fin se puso de pie y corrió hasta donde el lobo negro y su pequeña estaban. Se acurrucó a su lado y los envolvió con su calor... La oscuridad se negaba a disiparse, pero ahí, el lobo negro y el lobo blanco escudaban a su pequeña. Ahora lo entendían... Hope tomaría el lugar de San... La predicción se cumpliría en la pequeña. Una vida por otra vida...