28 de agosto 2021; 13:40.
Nicole.
—Jefe, son cinco meses de embarazo, no puedo seguir de un lado para otro además me... —Suspiré al sentir al bebé moverse un poco y aquella presión lumbar molestar. —Yo entiendo su situación y que necesite mi compromiso, pero elegí maternar y estoy feliz con éste proceso, si me da la oportunidad de trabajar desde casa hasta el final de mi embarazo... —Nuevamente me interrumpió mencionando la poca habilidad que tenemos las mujeres, alegando que no podía abandonar mi oficina esperando que él pague mi seguro, nacimiento de mi bebé y cosas realmente absurdas.—Jefe, por favor. Sólo quiero cumplir con lo que la ley establece y... No, no dije que voy a demandarlo, es sólo que... —Nuevamente interrumpió y Henry apareció en la entrada llamándome mientras mi jefe seguía discutiendo.
—¡Mami, mami, mami!—Canturreaba mi hijo saltando emocionado alrededor de la habitación. —¡Mami, mami!
Traté de centrarme en la discusión notando que mis manos temblaban a la vez que mi abdomen se contraía con dolor y el calor de la habitación comenzaba a ahogarme.
—¡Mami, mami!
—Jefe, dos segundos por favor. —Lo detuve y observé a mi pequeño quien no dejaba de saltar y canturrear aquél nombre en su voz dulce y que poco a poco se iba poniendo ronca.—Dime, cariño.
—Te amo. —Dijo y salió corriendo de la habitación. Sonreí y escuché la voz de mi jefe molesto hablando de lo poco que valoraba mi empleo y el apoyo que él me daba. Suspiré y oí aquello que heló mi cuerpo para luego inundarlo en calor incómoda. "Estás despedida", y colgó.
Me sentí mareada, no lo niego, me llenó de temores y me llenó de ansiedad, me sentí extrañamente abrumada pero luego en calma, claro que antes de la calma viene la tormenta pero luego de eso hay derecho a una réplica. Sentí la falta de aire y abrí la ventana de la habitación que comparto con Leigh, mi novia salió a hacer unas compras y estoy sintiéndome fatal. Acabo de perder el trabajo por el que me esforcé tanto... Mi maldito trabajo.
El aire seguía siendo insuficiente, abrí el balcón y me senté cerca de la baranda, estoy exhausta, respirar estando de cinco meses es agotador, el bebé es grande, es un niño muy grande y eso me cansa, porque soy mucho más pequeña y mis costillas y demás órganos se sienten opacados.
Suspiré sintiéndome presionada. Necesito a Leigh... Me duele el abdomen.
(•••)
Desperté junto a un ventanal enorme, las paredes blancas y el suero conectado a la intravenosa de mi brazo me hizo deducir lo que había sucedido.
Mi novia y su expresión de cachorro preocupado lograron derrumbarme, comencé a llorar sin entender el motivo de mi llanto, eso es una locura y la verdad ni siquiera quiero intentar explicármelo, he tratado de hacer todo bien los últimos meses y necesito que me devuelvan el trabajo, necesito cumplir todo lo que quería éste año, no es justo que luego de tanto esfuerzo, simplemente me desechen.
—Ya, amor... —Murmuró ella acercándose para abrazarme.—Todo estará bien, te amo mucho. —Murmuró y yo suspiré para luego intentar tomar aire de golpe fallando debido a mi desesperación. —Cariño, ¿qué pasa? ¿Estás asustada? —Preguntó y negué.—¿Entonces?
—Me despidieron.—Dije rápidamente. Ella suspiró y besó mi cabello.
—Lo lamento mucho, mi amor. No te mereces ésto, además... —La vi alejarse y jugó con sus manos. —Tendrás que quedarte en casa, y sé que no es lo que prefieres, pero... El embarazo es de riesgo y si no te quedas descansando...
Traté de analizar rápidamente lo que me dijo. Mi visión viajaba por toda la habitación intentando entender que acababa de decir. Suspiré.
—¿Puedo perder al bebé?—Pregunté espantada y ella asintió lentamente. Nuevamente ese vacío y aquella presión en el pecho que me enfermaban de tal manera que quiero desaparecer.
—Amor, lo controlaron. Estás bien, cálmate. —Comenzó Lizzie y yo dejé ir un gran suspiro. Traté de relajarme y acaricié mi abdomen esperando que todo alló dentro estuviese bien. No puedo perder a mi pequeño, no luego de que Leigh y yo decoraramos su habitación, no luego de haber elegido su nombre, no luego de haber abrazado sus vestimentas pequeñas.
No puedo.
No puedo perder tanto.
Nota de autor:
¡Hey!
1/2
-Codex.