1 de enero de 2020.
Leigh.
-¿Y se supone que debo acompañarte? - Pregunté observando a Drew.
-Sí, así es. Es algo casual, y para... "celebrar" - Hizo comillas. - El acuerdo de divorcio de una clienta de mi hermana, y debo acompañarla, y le dije que llevaría a una amiga, porque no quiero ir solo.
-¿Y tu esposo? - Pregunté.
-Él y mi hermana se odian. - Mencionó con una mueca. - Por favor, Leigh. Sabes que no te lo pediría si pudiese hacerlo solo.
-Estoy esperando un llamado de Danny. - Admití.
Danny no me ha llamado en días y luego de acabar lo nuestro, mi episodio viendo a mi esposo muerto en cada esquina, y retomar algunas cosas intentando calmar mi ansiedad... Quedamos en volver a intentarlo, siempre y cuando cada uno viva su proceso con Matt apartado de la visión del otro, sin embargo... Quedamos en vernos ayer, no vino y lleva ignorando mis llamadas desde hace un par de horas, ha sido extraño toda la semana.
-Y Danny puede llamarte estando allí. - Murmuró. - Anda, Leigh. Serán dos horas allí, tal vez conozcas a alguien interesante.
-Tal vez comience a salir con Danny. - Murmuré y él giró los ojos.
-El mismo chico que destruyó la pared de la ex casa de tu madre. - Murmuró mi mejor amigo. - Amy no estará contenta con ello.
Suspiré. Él tiene razón.
-Odio que tengas razón en éstas cosas, déjame equivocarme al menos.
-¿Qué clase de mejor amigo sería si no te dejara cagarla y luego te esperara con los brazos abiertos para palmear tu espalda y decirte un suave "te lo dije"? - Preguntó juguetón. Sonreí levemente. - ¿Irás? - Asentí. - Esa es mi chica, ponte un conjunto simple... Nada muy llamativo, ropa de casa pero... Bonita. - Murmuró. - Vengo en veinte minutos, iré a comprar algo.
Suspiré levantándome del sofá.
-No te tardes o me meteré en la cama. - Amenacé a Drew.
-La impuntual eres tú. - Me retó antes de salir huyendo de casa. Él sabe que hablo en serio.
Si se tarda me encerraré en mi habitación por dos días mientras escribo columnas de opinión sobre lo que el me pida, pero no saldré por nada. Vivir sola ha sido difícil, Jules volverá en dos semanas y quedamos en que compartiriamos departamento, mamá vendió su casa y ahora vive con su novio, un instructor de yoga de cincuenta años, es inteligente, guapo y tiene dinero, supongo que al menos ella triunfó en el amor... Jules dejó todo con Tommy y yo... Intento que mi cuñado me devuelva la llamada para saber si realmente estamos en algo o no.
Caminé a mi habitación y abrí el armario. Dentro vi tanta ropa que no uso hace meses, un par de camisas de Matt y dos jerseys de Danny.
Tomé un jersey azul de Danny. Le quedaba pequeño y me lo ha dejado, caminé hasta el guardarropa donde estaban mis jeans celeste claro. Son mis favoritos, tengo bastantes y creo que éstos definitivamente serán los más lindos de todos, me los dio Jules antes de irse y es lindo sentir que llevo una parte de ella en mí.
Bien, ahora una ducha.
Siempre me gusta estar bajo el agua dejando que las ideas fluyan o simplemente no pensando en nada. Todo es mejor que llorar por Matt.
Me metí a la ducha y escuché como Drew entraba al departamento. Tardó menos de lo que creí.
Dejé que el agua me empapara las ideas por unos minutos más antes de salir y arreglarme. Podía oír las quejas de Drew sobre el servicio de starbucks. Realmente los de esta calle no son buenos y todo el tiempo está lleno, por eso prefiero ir a una cafetería normal a diario. Queda a dos cuadras pero realmente hacen buen café, no tengo quejas sobre eso.
-El café de paso junto al banco. - Dije tomando el vaso que me ofrecía. - Hacen mejor café y hay chicos lindos.
Él enarcó una ceja.
-Soy papa casada. - Murmuró.
-Y yo lo era, pero estoy de pie. - Me burlé.
Reírme de mis desgracias es lo último en la lista de cosas que aconsejó el grupo de terapias, sin embargo aquí estoy.
-Okay, vamos. - Giró los ojos. - Creo que aquél shampoo de cannabis no está haciéndole bien a tus neuronas.
Bajamos las escaleras y decidí ignorar su comentario. El humor ácido de Drew me provocaba ganas de patearlo, sin embargo chocamos lo suficiente a diario como para que yo decida evitar conflictos que acabarían con ambos distanciados por un mes, algo que sería bastante incómodo, porque es mi jefe.
Subimos al auto y él encendió la radio. All too well de Taylor Swift sonaba en la radio mientras que yo subía el volumen.
-¿De quién es el funeral? - Pregunté y él soltó una risita.
-Quiero decir algo, sin embargo es demasiado cruel y siento que no debería...
-¿Tiene que ver con mi esposo? - Pregunté y él se quedó en silencio. - Adelante.
-Al menos no es el funeral de Matt. - Murmuró Drew y reí levemente.
-Bien, ese estuvo bueno. Después de dos años, supongo que... Puedo reírme de lo que me causó tanto dolor. - Murmuré y él se encogió de hombros.
-Libertad a tu felicidad. - Murmuró burlón. - El funeral es del matrimonio de Nicole Barber, ahora Nicole Ryder, una clienta y amiga de Nora.
-¿Cuántos años lleva Nora separando gente? - Pregunté y mi mejor amigo sonrió.
-Casi toda la vida. Soy un hermano pequeño orgulloso. - Fingió secarse una lágrima y reí levemente. - Habrá comida y alcohol, así que relájate, felicita a Nicole, y charla conmigo.
-Sí, como sea. - Murmuré cerrando los ojos para sentir la canción. Taylor Swift es definitivamente increíble. Es la única mujer que me haría salir con ella.
-Ugh... - Murmuró Drew. - Llegaremos algo tarde.
-¿Por? - Pregunté subiendo las gafas de sol.
-Porque debo poner combustible y la casa queda a una hora, y empiezan en media hora. - Murmuró. - Le llevaremos vino.
Comencé a reír.
-Tú le comprarás vino, yo ni siquiera la conozco. - Giré los ojos. - Es algo extraño festejar tu divorcio, me parece un poco...
-Basta, Leigh. - Murmuró Drew comenzando a reír. - Es una tradición de Nora, no culpes a la pobre Nicole.
-No la culpo. Al menos ella se divorció a tiempo. - Murmuré apartando la mirada. Drew carraspeo levemente y le subió a la radio.
Intento dejar ésto atrás, pero pareciera que cada año me cuesta más.
Nota de autor:
Hola, me vacunaron y creo que tengo fiebre. Exitazo. ¿Qué cuentan?
El de arriba es Drew.
-Codex.