38°

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Nicole.

Terminé de lavar los trastes y los dejé en el lavabo.

Sentí la puerta ser abierta, supuse que Henry no era, ya que estaba viendo las estrellas con Michael en la carpa que Leigh les armó en la entrada de casa, justo en la zona donde hay cerámicos.

Deduzco que es Leigh quién acaba de atravesar la puerta, no supe como reaccionar, sin embargo me giré esperando lo mejor. Antes de ayer por la noche se ha tardado en llegar, creo que estaba donde mi suegra, y digo creo ya que no me he atrevido a llamarla, no después de haberla llamado amiga... Y es que básicamente somos eso, aunque me refiero ambas como una pareja, porque somos una pareja, que no reconozco, pero pareja al fin y al cabo.

Nadie me dice algo sobre ambas, dicen "Leigh debería contarte", "Leigh esto", "Leigh lo otro", pero Leigh se niega. ¿Qué puedo hacer ante eso? No puedo forzarla, si para mí es difícil, ni siquiera podría imaginarme como ha de ser para ella.

—Hey.—Saludó con una sonrisa cálida como siempre. —Lamento la tardanza, fui por donas. —Dijo enseñándome una caja. —¿Te gustaría comer mientras bebemos algo?

—No deberías tomar café, he notado que tu mano tiembla. —Admití confesando que últimamente la observo mucho. ¿Cómo no hacerlo? Vivimos en la misma casa, me lleva a todos lados hace tres semanas, e incluso cuando tratamos de ignorarnos por un bien común, o yo trato de ignorarla para que no se sienta ansiosa. 

—No beberé café, hablaba de alcohol, ya que ahora no tienes restricción. —Se encogió de hombros. —Una copa de vino no le hace mal a nadie, además un punto a favor de tu pérdida de memoria es que olvidaste donde están guardados, y olvidaste tu gusto por el vino de buena cosecha.—Bromeó.

Solté una risita leve. Leigh se giró y me sonrió.

—¿Tan así era?—Pregunté sentándome mientras ella preparaba todo.

—Por lo general yo te ayudaba a regularte en copas, pero sí... Para las festividades solías bailar con mamá sobre las mesas. —Sonrió y la vi alejarse. Supongo que ha ido a buscar el vino.

Cerré los ojos y lo imaginé. Amy arriba de una mesa mientras yo meneo mi cuerpo al ritmo de alguna canción noventera, mi novia aplaudiendo mientras Jules filma todo. Jules, la recuerdo muy bien, ¿era unida a Jules? Ella dice que no tanto, sólo nos llevábamos bien, ¿por qué la recuerdo entonces?

—¿Pasa algo? ¿Te duele la cabeza? ¿Necesitas algo?—Preguntó Leigh y negué rápidamente. —¿Segura?

—Estoy bien, sólo imaginaba lo que me contaste.—Sonreí levemente y ella trató de ocultar una mueca nostálgica. —¿Extrañas mucho a esa Nicole?

Está dudando y no la culpo, de cualquier manera yo también extrañaría una antigua versión mía que pudiese recordar siquiera el nacimiento de su hijo pequeño.

Me observó con esos grandes ojos verdes cargados de culpa, sé que el accidente ocurrió porque íbamos discutiendo, me lo ha explicado mi madre, lo he charlado con la psicóloga y aunque ella me ha dicho que mi madre no debió interferir y contármelo, no veo a Leigh como culpable, mi madre sí, bastante... Pero yo no, las parejas discuten, casi siempre... Mis padres discutían, por eso se divorciaron, bueno, no se divorciaron. Papá de un día para otro se fue de casa y ya está. No lo culpo, en ocasiones mi madre puede ser algo difícil, o eso es lo que me comenta ¿Cassie?, creo que así se llama mi hermana, hay personas a las que simplemente no puedo recordar aunque lo intento.

—Extraño muchas cosas.—Admitió en voz baja. —Éramos... —Levantó la mirada y pude notar como se cristalizaban sus ojos y su verde se apagaba. De verde a verde más oscuro, noté su tristeza. —Éramos felices al inicio, y... Extraño mucho la manera en la que nos sentíamos.

—¿Ya no me amas así?—Pregunté y asintió.

—En efecto, creo que... Mi amor cambió, no disminuyó, creo que creció y de alguna forma se distribuyó diferente. —Suspiró.—A veces... Extraño mucho como eras al conocerme, pero cambiaste, y mucho... Antes del accidente, ya no eras la misma Nicole, y está bien, la gente cambia... —Se acomodó mejor en la silla sirviendo el vino.—La gente siempre está cambiando, madurando... Es algo con lo que vivimos. Matt también cambió, varias veces... Y yo lo amaba.

Solté un suspiro. Hay algo que recuerdo con molestia, es a Matt Greer, ni siquiera recuerdo la razón.

—¿Lo amaste más que a mí?—Pregunté extrañamente molesta. Ella negó.

Me gustaría entender la razón del porque de todas las caras del mundo, de todos los nombres del mundo, y de todas las personas a las que podría haber recordado... Recordaba al exmarido de mi novia, lo recordaba con una sensación amarga, como si fuese lo peor que hubiese existido, como si simplemente el me hubiese arrebatado todo y no entiendo la razón, yo ni siquiera lo conocí. Cuando conocí Leigh, él estaba fallecido dos años antes, lo recuerdo y aún así no puedo evitar sentir que me lo quitó todo, no puedo evitar sentir que él tuvo algo que ver en todo lo que la gente trata de ocultarme y no veo la razón, ni siquiera siento que Leigh siga atada de alguna manera a Matt o algo.

—Los amé de formas diferentes,  a él lo amé hasta que me di cuenta de que tal vez entregué de más, me arrepentí, pero no lo he odiado jamás, lo amo, porque me hizo feliz, pero sinceramente... Si el siguiera vivo, me habría divorciado.—Admitió.—Fue algo que nunca te dije, pero siempre lo pensé, porque no me imaginaba una vida sin haberte conocido, a diferencia de cuando estuve con Danny, sentía que... La culpa estaría allí siempre al pensar que Matt tuvo que morir para poder estar con él. —Suspiró.—Pero contigo no lo sentí, pensaba que si Matt tuvo que morir para encontrarte... —Mordió su labio inferior.—Habría pagado cualquier precio de forma egoísta.

Flashback.

—¡¿Puedes callarte?!—Grité molesta al ver como Leigh hablaba de que Matt y yo en ocasiones nos parecíamos. —¡Jamás seré como él! ¡déjame en paz!

—¡No quiero que seas como él, Nicole!—Gritó ella. —¡Escúchame, por favor!

—¡No, estoy harta de que menciones a tu estúpido marido muerto!—Tomé mi abrigo.—¡Murió y ya está! ¡No vas a ser la jodida viuda que necesita lástima de todos siempre!

Leigh se quedó en silencio.

Creo que me he pasado.

Salí de casa rápidamente intentando apagar mis culpas, llamaré a Hugh.

Fin flashback.

—Discutimos. —Murmuré.—¿Por qué discutíamos por Matt?

—¿De qué hablas?—Dijo ella extrañada. Parpadeé varias veces y oí a mis hijos llamarme.

Me levanté casi en piloto automático. ¿Qué acaba de pasar? ¿Qué quería decirme Leigh? ¿Por qué no la dejé? ¿Hugh? ¿Quién es Hugh?

Flashback.

—Te estás estresando mucho con ella, Nicole. Te he dicho que yo te haría mejor... —Ronroneó el rubio contra mi cuello.

Sentí un escalofrío recorrerme.

—¿Aceptas?

Fin flashback.

¿Qué mierda está pasando?

Nota de autor:

2/2

Quizá suba otro si me da el tiempo.

-Codex.

Don't give up on me ; Leighcole. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora