30 de marzo 2021, 23:40
Cuarenta proyectos y faltan diez, tengo que llegar a casa porque mañana tengo los resultados de los exámenes. Si todo sale bien deberían inseminarme.
Leigh no me ha llamado pero deduzco que debe estar preocupada, mi móvil no tiene mucha batería.
—Ryder. —Me habló mi jefe. —Necesito enviar los proyectos mañana a las ocho, puedes irte a tu casa, acaba con ellos allí.
Asentí mientras recogía mis cosas del escritorio. Mi jefe salió de la oficina y yo aproveché a estirarme un poco bajándome las gafas.
Necesito acabar ésto en casa y luego descansar para poder estar bien mañana.
(•••)
Abrí la puerta de casa y Leigh estaba sentada en el sofá.
—Hola, amor. —La saludé y observé el reloj. Quedan treinta minutos para la una de la mañana.—Lamento tardar, comenzó a llover y me detuve, sé que odias que conduzca con lluvia, pero mi móvil se descargó y...
Ella se acercó hasta mí abrazándome.
—Te extrañaba tanto, Nicole. —Murmuró besando mi mejilla. —En serio, te extrañé.
Sonreí tomando posesión de su cintura, ella me dedicó una sonrisa leve antes de unir nuestros labios. La extrañé tanto todo el jodido día, mi horario de trabajo está consumiéndome por completo y lo único que me alivia es llegar a casa y besar a Leigh hasta que mis labios duelan.
—Recuérdame para que trabajo. —Susurré contra sus labios.
—Porque es tu sueño dirigir y ser actriz, y además tu hijo y yo tenemos mucha fe en que eres increíble en lo que haces, eso significa que seguirás dando lo mejor de ti, y trabajando el máximo posible para lograr lo que te propones. —Dijo explicando con las manos. Sonreí y asentí mientras unía nuestros labios nuevamente. Leigh comenzó a abrir mi camisa y sin embargo la detuve. —¿No?—Preguntó. —Está dormido y aún podemos descansar, no tardaremos más de veinte minutos...
—Tengo trabajo, debo acabar diez proyectos y ya luego iré a la cama. —Murmuré. —Son para mañana.
—¿Tardarás mucho?—Preguntó algo extrañada. Y negué.—¿Te preparo un café?
—Por favor.—Supliqué caminando al salón. Me senté en el sofá abriendo la laptop. Escuchaba el ruido en la cocina, suspiré viendo los diez informes con correcciones. Bien, Leigh tiene razón, no quiero decepcionarla, ella confía en mí.
Comencé a escribir observando la cantidad de diferencias que habían en cada revisión, traté de escribir y resumir las partes más valiosas y rescatables de los proyectos.
—Aquí tienes tu café, amor. —Dijo Leigh sentándose a mi lado.
La observé.
—Gracias, Leigh. ¿Te quedarás?—Pregunté y ella asintió bebiendo de su café.
—Quiero acompañarte, además trato de ser una novia comprensiva y amorosa, ¿no te gusta esa faceta? —Bromeó y yo sonreí.
—Amo esa faceta. —Dije acercando mi rostro al suyo para besarla.—Te amo muchísimo.
—Bésame más. —Murmuró ella y uní nuestras lenguas obedeciendo a su petición.
Mi mano pasó por su nuca pegandola a mí, al separarnos ella jaló levemente mi labio inferior y soltó una risita.
—Ahora debo trabajar, señorita caníbal. —Murmuré volviendo la mirada a la pantalla.
—¿Puedo ayudar en algo?—Preguntó y asentí. —Traeré mi laptop.
(•••)
—¿Sabes? No es tan difícil. —Murmuré viendo que acababa de escribir el último punto. Leigh sonrió.
—Somos buen equipo. —Murmuró. —Y sólo nos tomó una hora y media.
—Y ahora debemos ir a dormir. —Murmuré pero ella negó.—¿No?—Pregunté antes de que Leigh subiese sobre mi regazo comenzando a besarme. —¿Entonces aquí?—Pregunté.
La castaña se quitó el jersey amarillo observándome.
—Quita mi sujetador. —Murmuró y sonreí dejando un beso sobre su clavícula.
—Estás muy coqueta hoy, señorita Shaw.
—Así me tienes, amor.—Murmuró.
(•••)
—Buen día, mi amor. —Susurré en el oído de Leigh.
—¿Qué hora es?—Preguntó girándose para besarme.
Sonreí.
—Aún es temprano, duerme otro poco, me ducharé y te haré el desayuno.
—No te molestes.—Murmuró y negué dejando un beso en su mejilla suave.
—Te lo debo, amor. Además los detalles no deben perderse, ¿bien?—Murmuré y vi que se había dormido.
Estoy muy enamorada de ella, y hace que el trabajo y todo el estrés que me provoca desaparezca. Leigh es el amor de mi vida y quiero que se case conmigo, necesito que se case conmigo.
Quiero que Leigh sea mi esposa.
Verifiqué mis correos, mi jefe me felicitaba por cumplir y agradecía mi compromiso.
Me metí a la ducha sintiendo el agua caliente caer en mi espalda que ardía debido a las marcas que Leigh había dejado en mi piel.
No importaba, porque eran suyas, pero arde demasiado.
Suspiré saliendo de la ducha. Hice todo para poder ir a preparar el desayuno de mi novia.
Leigh ama las tostadas, ama las donas y sobretodo el capuchino de vainilla. Preparé todo y comencé a caminar hasta la habitación. Se lo dejaré allí y luego iré a preparar todo para que Henry vaya a la escuela.
De pronto me costaba respirar. Intenté ignorar esa presión en el pecho que no me abandonaba hace días.
Nota de autor:
¿Otro?
-Codex.